Es fascinante ver qué rápido pasamos de un tétrico sentimiento de recesión apocalíptica y fin de ciclo económico mundial con todos los países enemistados entre sí, a un sentimiento priapista de mejora macroeconómica global, amistad comercial generalizada, confeti y matasuegras, chacras abiertos para la entrada de año, y renos tirando de un trineo volador.
Más de uno habrá comprado en plena subida "antes de que la acción se me escape", mientras que 1 día antes no las quería ni en pintura aunque estuvieran un 5% más baratas.
Ahora toca tener la mente fría (y la entrepierna caliente ;)
En todo caso, me alegro de que haya subido todo.