Ferrovial obtuvo un beneficio neto de 1.197 millones de euros, lo que supone dejar atrás las pérdidas de 424 millones de euros que se anotó en 2020, un año fuertemente afectado por la pandemia, tras realizar un ajuste positivo del valor razonable.
Al incremento del beneficio contribuyó tanto la mejora del tráfico en sus autopistas, toda vez que se han ido levantando todas las restricciones a la movilidad, como la reactivación del sector constructor en todo el mundo, según informa en su cuenta de resultados.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía presidida por Rafael del Pino fue de 596 millones de euros, un 39,5% más en términos comparables, mientras que las ventas se elevaron un 5,4%, también en términos comparables, hasta los 6.778 millones de euros.
Este nivel de ventas supone también recuperar toda la facturación perdida a raíz de la crisis del coronavirus, puesto que en 2019, antes del estallido de la pandemia, ingresó 6.000 millones, registró un Ebitda de 121 millones y un resultado neto de 268 millones de euros, todas estas cifras superadas en 2021.
Solo en dividendos de los proyectos en los que participa, Ferrovial recibió 550 millones, principalmente los procedentes de sus autopistas de peaje norteamericanas, como la 407 ETR de Canadá o las carreteras texanas.
Estas últimas autopistas, la NTE, la NTE 35W y la LBJ, incrementaron su tráfico un 32,7%, un 26,8% y un 23%, respectivamente, las dos primeras con una demanda incluso superior a la de 2019. La I-77 en Carolina del Norte también repuntó un 45,8%. Con todo ello, los ingresos de las Autopistas registraron un incremento del 36,8% en términos comparables hasta alcanzar los 588 millones de euros, el 71,8% con origen en Estados Unidos.
La nota negativa sigue procediendo de los aeropuertos, las infraestructuras más afectadas por las restricciones a la movilidad, si bien el londinense Heathrow aumentó un 3,3% sus ingresos y los de Aberdeen, Glasgow y Southampton otro 22,5%. En cualquier caso, el tráfico en el primero continuó retrocediendo un 12% respecto a 2020.
CONSTRUCCIÓN Y SERVICIOS
Más allá de las infraestructuras de transporte, el negocio de construcción incrementó un 3,1% sus ventas, con una cartera de proyectos récord de 12.216 millones de euros, sin incluir algunos proyectos ya adjudicados por otros 630 millones de euros.
Respecto a su división de Servicios, que cuenta como actividad discontinuada al estar en venta, registró unos ingresos 3.020 millones de euros, con un Ebitda de 144 millones de euros y una cartera de 8.373 millones de euros.
En el plano financiero, la liquidez de la compañía asciende a 6.421 millones de euros por el flujo de actividad y los mayores ingresos por dividendos de los activos de infraestructuras, mientras que la deuda neta se disparó un 46%, hasta los 6.633 millones de
euros, frente a los 4.532 millones de euros del año pasado, debido a la integración de la deuda total de la autopista I-66 en el balance consolidado con motivo del incremento de su participación en un 5,7%.
RETRIBUCIÓN A LOS ACCIONISTAS
El dividendo flexible propuesto por el consejo de administración para su aprobación en la próxima junta de accionistas será de 0,715 euros por acción, distribuido en dos pagos en 2022, pudiendo alcanzar un máximo de 520 millones de euros.
Además, el consejo ha propuesto una reducción de capital con la que prevé amortizar autocartera ya existente y las acciones propias que se adquieran a través de un programa de recompra por un máximo de 500 millones de euros o 34 millones de acciones.
Por último, también se votará la reelección, ratificación y nombramiento de siete consejeros: Rafael del Pino, Óscar Fanjul, María del Pino, José Fernando Sánchez-Junco, Bruno Di Leo, Hildegard Wortmann y Alicia Reyes