Emplada ¡qué curiosas son todas tus intervenciones!
Es bastante llamativo tu sesgo.
Siempre haces lo mismo. Cuando la secta utiliza alguna de sus trampas: los cinco avales, citibank, ahora Graus, sales tú y dices:
Estáis nerviosos.
Pobrecilla, qué bajo es tu nivel intelectual!!
Por supuesto que no estamos nerviosos, mujer. Que esto es una estafa no lo dudas ni tú, por lo tanto nada hará cambiar eso. Que van a ir a la cárcel tus amiguitos también, pero lo verdaderamente triste es que NINGUNA DE TUS INTERVENCIONES SEA A FAVOR DE LOS AFECTADOS.
Luego NUNCA, pero es que NUNCA, escribes para decir: estos capullos nos han vuelto a mentir y yo les he servido de mecanismo de trampa para clientes.
¡Qué triste tiene que ser tu vida, frente a tantas evidencias!
¿ya sabes a qué se dedicaba Afinsa, de dónde obtenía sus recursos?
Porque Cano, hace siempre las mismas declaraciones durante meses y nunca dice: el negocio es viable porque los beneficios se obtienen así... Con lo fácil que sería que nos lo explicara ¿no?
Se te ve el instinto de la persona que se alegra cuando cuela una estafa, o la que está sentada en una terraza frente a una mancha de aceite en la acera esperando a ver cómo se cae la gente para reírse. Si vienen los de la limpieza del ayuntamiento ella se entristece, pero si vuelve a gotear la máquina que provoca la mancha se alegra y se dispone a reír.
Gracias a que existes se entiende cómo fue posible la estafa, porque mientras cobraras tu sueldito, que todo era un tinglado: os jodéis ¿verdad?
¡qué triste tiene que ser alegrarse de la desgracia de 190.000!
¡Qué triste tiene que ser estar esperando a ver cuál es la última cosa que se le ocurre a Cano y luego ver que todas son mentira! ¡Que no cuelan!
¡Qué triste tiene que ser que Galindo diga que todo era un fraude sin beneficios! ¿no?