Según un reciente estudio del Banco de España (BdE) que se ha dado conocer estos días, el supervisor bancario calcula que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros para el 2019 podría suponer la pérdida de 125.000 empleos.
Resulta, como mínimo, curioso saber como el BdE ha llegado a esa cifra tan apocalíptica que diría Pedro Piqueras, en fin, sustentarlo con un mínimo de rigor científico es misión imposible a sabiendas que no hay estudios europeos previos que confirmen tal magnitud de destrucción de empleo (el BdE se refiere a estudios de EE.UU con un mercado laboral que nada tiene que ver con el nuestro). El propio estudio del BdE trabaja sobre un modelo anquilosado de curvas de oferta y demanda estáticas, simplistas, obviando otras variables, y máxime cuando al final de todo el propio BdE reconoce, sin rubor alguno, que esta estimación está sujeta a una gran incertidumbre, ..., pero ya conocemos el dicho; nunca permitas que la realidad te estropee un buen titular, así pues que el BdE, suelta la cifra, fija el titular y patada a seguir.
Por contra, al BdE no parece preocuparle lo más mínimo que de la recesión se salió, en parte, devaluando los salarios o que el salario de los directivos haya crecido ocho veces más que el de los empleados en los últimos cuatro años.
También echamos en falta que, a la par, el BdE emita el pertinente informe sobre los aspectos positivos que puede implicar para le economía dicho incremento; mayor renta disponible para las familias, aumento en la demanda agregada por la subida salarial que tiene sobre la demanda de trabajo, reducción de gasto público, mayor recaudación del IVA y Seguridad Social, beneficios en cuanto a igualdad salarial, incentivación en la búsqueda más activa de empleo vs. cobrar subsidios, generación de un empleo más productivo, etc.
Menos de ejercer sus funciones propias, el BdE hace de todo, a estas alturas de la película poca credibilidad le queda a una institución que se puso la venda en los ojos para no alertar de la burbuja inmobiliaria, ni del pufo de las cajas de ahorro, ni de las preferentes, ni de la salida a bolsa de Bankia, que ha sido incapaz de cifrar el "agujero" que nos ha endosado a todos nuestro sistema financiero y así un largo etc. como para que ahora nos ponga a todos en estado de alerta DEFCON1 por la subida del SMI2019.
Obviamente, resulta una cifra cuestionable, básicamente porque la gran mayoría de convenios colectivos aplicables están en la actualidad pactando salarios por encima de este importe, y reconvertirlo a un dato de destrucción neta de empleo, es harto complicado, para ello, mejor abstenerse de hacer de pitonisos.
Y por contra, para aquellas empresas que estén pagando por debajo del importe del SMI 2019, tampoco deberíamos de estar pensando que ahora vendrán obligados a pagar salarios astronómicos (y más si lo comparamos con países de nuestro entorno europeo); el SMI 2019 neto a percibir en cómputo anual para un trabajador con contrato temporal (mas del 90% de nuevos contratos) es de 11.541,60 euros, que para una jornada anual de 1.825 horas (la que se corresponde para 40 horas a la semana), implica un precio hora neto de 6,33 euros, todo un fortunón debe estar pensando el BdE que llevará a la quiebra a miles de empresas.
Cualquier empresa que alegue que pagar a sus trabajadores 6,33 euros la hora le produce tal quebranto insalvable para su continuidad, es que en puridad es una empresa con un modelo de negocio fallido, no sostenible a largo plazo. La última reforma laboral pepera de 2012 ha perpetuado que en los últimos años hayan aflorado miles de empresas que han sustentado su modelo de crecimiento en fagocitar cantidades ingentes de becarios, de personal precario, de falsos autónomos, de nutrirse en base a infraconvenios de empresa, etc... pero de aquí a pensar que estamos hablando de empresas eficientes, hay un trecho; son empresas cimentadas en un continuado fraude o abuso de ley, sujetas al corto plazo esperando que ese maná no se corte de pronto, por lo que si son incapaces de competir en idénticas condiciones que el resto, el mejor favor que se pueden hacer es bajar persiana.
Declaraciones tipo como las del fundador de Glovo, Óscar Pierre, respecto que sería una "buena faena" si el Tribunal Supremo les obligase a hacer contratos laborales a sus más que dudosos repartidores autónomos, resultan muy ilustrativas sobre el modelo de negocio que se ha venido imponiendo en los últimos años.
En fin, más me temo que si hay destrucción de empleo en 2019 será por la situación económica global a las que nos han llevando los bancos centrales dándole a la máquina de imprimir billetes que a los 6,33 euros hora que se pueda llevar al bolsillo el currela de turno.