En mercados financieros, "fat finger" suele ser el error que tiene un operador al introducir una orden al mercado. Por ejemplo, añadir un cero (en vez de comprar 10.000 acciones, comprar 100.000) o señalar en vez de compra una venta, etc. Son mucho más comunes de lo que pueda parecer: imagina, por ejemplo, un bróker que introduzca 50 operaciones al día. Eso son unas 11.000 órdenes al año, suponiendo 250 sesiones de bolsa y 30 días de vacaciones. Si introduce correctamente el 99,99% de la operativa, significa que al menos una vez al año tendría un error.
Por suerte, se suelen identificar pronto y solucionar rápidamente. Además, los sistema de gestión de riesgo son cada vez más sofisticados y cada vez son menos los casos de que un error operativo suponga una pérdida muy relevante. Con todo, hay casos muy sonados, como se puede leer en este artículo de Bloomberg.
En el post de hoy, sin embargo, os vengo a hablar del Fat Finger más interesante que he leído últimamente: la novela de Greg Coonen.
No es común encontrar novelas con historia basada en traders. Seguramente por eso me llamó la atención en un principio. Hace unas semanas me comentó un compañero que echase un vistazo a una novela que acababa de salir, por si me interesaba acudir a la presentación. Todo en ella me resultó interesante: basada en Andorra, sobre un trader y geopolítica, espías, etc. Tras la presentación decidí comprarla.
Ben Brennan, un trader estrella, elige para establecerse la tranquilidad del país de su mujer: Andorra. Allí trabaja para un banco, en la mesa de tesorería. Un día, toma una posición equivocada. Lo terrible comenzará cuando le explican que la posición es muy superior a lo que deseaba tener, debido a un error operativo ("The Fat Finger"), poniendo en peligro la estabilidad del banco. Pero no todo es lo que parece. Finanzas, hackers, criptodivisas, espías y traiciones se mezclan en una novela rápida, sencilla de leer y muy interesante.
Es obvio que Greg es un enamorado de Andorra. Su visión del principado y sus críticas constructivas, siempre desde el respeto al lugar donde vive, dan realismo al entorno donde se desarrolla el libro. Es curioso, yo mismo siempre he creído que sería muy interesante escribir una novela sobre el país de los pirineos (en concreto, yo pienso en una novela negra, pero nunca tengo tiempo de empezar con ella...). Y así es, hay mucho que hablar sobre Andorra, qué voy a contar yo que soy otro enamorado de este país. Por otro lado, otra parte de la historia ocurre en Mónaco. Interesante hablar de bancos y de trading en ambos principados.
Pero lo que cuenta Greg no es sólo de mercados financieros, aunque es obvio que le gustan, que los conoce y que se ha documentado de forma exhaustiva sobre el tema. La escena en la que Ben se da cuenta de su error es, aunque poco probable que ocurra en la realidad, muy creíble en lo que respecta a la forma de representar los sentimientos del trader y de sus responsables. En general, toda la parte relacionada con lo que ocurre en el banco es bastante creíble. A pesar, insisto, de que es poco probable que ocurra una situación así, debido a los diferentes controles existentes.
Pero "The Fat Finger" no es una novela de traders. El trading es una excusa para sotener una trama rápida y excelentemente escrita y editada. Una trama que habla de espías en pequeños países con estrategias que afectan a todo el globo, de traiciones, de geopolítica. Aborda también el tema de las criptodivisas y de cómo se mueven algunos hilos en el mundo, sin dejar de lado cierto posicionamiento político, en diversos grados, que se utilizan para dar mayor riqueza a algunos personajes.
No, no esperes filosofía, ni grandes recursos literarios. Sí, es cierto, los personajes son algo previsibles, a veces pocos creíbles y, sobre todo, algo inocentes: los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. Pero eso no quita para que la trama te absorba y el ritmo rápido te haga disfrutar de una lectura sencilla y divertida, muy de película de acción.
Pero en fin, no quiero hacer spoilers. Creo que "The Fat Finger" es un libro que vale la pena leer. Primero, porque es una lectura rápida y amena. Por cómo está escrita (visualmente), podría ser perfectamente una serie o una película. Y segundo porque aborda temas muy interesante de forma divertida y bien documentada.
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