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Empezaremos diciendo aquello de que la realidad no puede estropear un buen titular. Y la realidad es que no fumo. Pero bueno, tampoco soy la reencarnación de Juan Pablo II, así que en lugar de fumar se pueden poner otros vicios o pecados, que hay donde elegir. 
 
El caso es que hoy vengo a hablar de Facebook (o Meta desde su giro de timón hacia el Metaverso). En 2021 me fue bastante bien en Bolsa (nada meritorio; mi vecino que no sabe escribir seguramente también hubiera ganado dinero). El caso es que la empresa con la que más gané fue, la entonces sí, llamada Facebook.
 
 
El año pasado era simplemente la mejor empresa a nivel de fundamentales: 10 años seguidos aumentando sus ingresos, con unos márgenes muy altos, con unos beneficios crecientes, con una baja deuda… En definitiva, no había forma de pillarle en un renuncio. 
 
Es la típica empresa que hubiera dicho cuando en Twitter hacen esa pregunta maliciosa de “Qué acción comprarías sabiendo que no puedes venderla en 20 años?”. Por suerte, no hay que cumplir lo que se responde porque al primer año ya me hubiera llevado un castañazo tremendo. Y no solo por su bajada de precio en lo que llevamos de año (-67%), el mayor descenso de las FAANG. Si no porque los fundamentales se han degradado de forma preocupante. No es un tema de si creo o no creo en el Metaverso (si todas las grandes están dedicando dinero a ello, algo habrá). Es un tema de que la empresa, por fundamentales, perfecta hace un año ya no lo es. Y el mercado valora cuando una empresa va sobre ruedas pero también valora cuando va fuera pistas en una zona minada.
 
YTD de META en 2022
YTD de META en 2022
 
No hay duda de que Zuckerberg ha querido dejar de escuchar las críticas de que su empresa gana dinero casi exclusivamente con la publicidad. Eso es un hecho y los informes anuales lo demuestran. Tampoco hay duda de que es un tipo valiente al querer salir de su zona de confort y ser de nuevo quien lleva la voz cantante (como cuando salió Facebook, la aplicación). Pero una cosa es dedicar una pequeña parte de tus beneficios a ir innovando (todas las grandes lo hacen) y otra es ser un kamikaze. Y, mal que le pese a Zuckerberg, el mercado le está haciendo ver que se está comportando como un kamikaze. 
 
 
Pero no todo está perdido. Al final, además del nombre, Facebook solo ha perdido ‘unos meses’ y aún puede volver a la sensatez y al camino donde muchos le apoyábamos y le seguíamos viendo valor. Pero para ello Zuckerberg deberá luchar contra su ego (que lo debe tener merecidamente por las nubes) y darse cuenta de que más vale bueno conocido que malo por conocer (o al menos invertir de forma controlada en lo bueno por conocer). Parece que ya lo ha empezado a hacer con el despido del 13% de su plantilla este miércoles.
 
El paso de esta semana es el primero para evitar que los que seguían viendo barata la empresa a 380$ y a 300$ y a 150$ y a 88$… la acaben viendo aún más abajo.
 
Si Meta vuelve a ser Facebook ahí me tendrán cuando el mercado se recupere. A ver si con suerte puede ser de nuevo en el futuro la empresa con la que más dinero gane. Mientras tanto, fumando espero al Facebook que yo quiero.
 
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