Con 60.000 a tocateja me creía el puto Jordan Belfort.
Empecé a fantasear con que iba a ser capaz de llevar esos 60.000 to the moon.
"No me queda mucho para mi primer millón"
"No me queda mucho para mi primer millón"
Y así surgió el siguiente paso.
Donde aprendí grandes lecciones.
Porque en el siguiente paso lo que hice fue apalancarme.
Atento a la jugada "maestra".
Estaba muy de moda comprar un piso en una conocida Isla de la costa de Huelva.
Los precios no eran tan baratos como los de mi primera inversión, pero tenían potencial de revalorización.
Y al fin y al cabo, un piso en la costa andaluza siempre es una buena inversión.
Pero claro.
Si ponía los 60.000 para la entrada ya no podía hacer más nada.
Por el banco tenía contactos.
Esos contactos a los que siempre les toca la lotería…
Yo me entiendo...
Yo me entiendo...
Y uno de esos contactos se dedicaba al negocio de las subastas.
Para ello siempre necesitaba mucha liquidez.
Y siempre estaba recogiendo aportaciones.
Ofrecía rentabilidades por encima del 10% mensual….
¿ Era seguro?
Si. Te ofrecía un “contrato".
La empresa estaba en regla.
Para que me dieran el piso en la playa quedaban como 12 meses…
Luego el riesgo real era de 10 meses.
" Si esto aguanta 10 meses, al menos no pierdo”
La jugada era simple:
Con ese 10% mensual, iba a pagar el piso de la playa.
Necesitaría a la entrega de llaves coger un 25% de los 60.000.
Pero con ese porcentaje mensual, prácticamente el piso se paga solo sin tenerlo que alquilar
" Si esto aguanta un tres años, el piso no me cuesta nada"
Tenía clientes en el banco que llevaban bastantes años en este tema…
Creo que era una apuesta arriesgada con riesgos controlados.
Ellos tenían varias formas de recoger en contrato las aportaciones.
Yo elegí como fórmula las acciones de la empresa sin derecho a voto.
Copia del contrato original
“Si hay problemas para devolver el dinero, al menos lo puedo poner como garantía de la financiación del piso"
La cosa aguantó lo suficiente….
Pude ir pagando las aportaciones hasta la entrega de llaves.
Pero no puede sacar el 25%
La empresa tenía problemas.
Yo me enteré de puñetera casualidad.
Y obviamente puse esas " acciones” como garantía para que me dieran el dinero que me faltaba de la hipoteca…..
A las pocas semanas, la empresa entró en concurso de acreedores y el dueño entró en la cárcel por estafa….
Una especie de Madolf, a la Sevillana…
Grandes lecciones en esta última parte:
- Ganar una operación no hace que ganes la guerra.
- Apalancarse es mal negocio si lo haces con todo tu capital
- Siempre hay que guardarse un as en la manga por si todo se va a la mierda
- Siempre hay que tener presente los riesgos y saber qué puedes hacer en caso que te sobrevengan
Aquí termina esta historia de pelotazo inmobiliario.
Realmente me posibilitó juagar a ser inversor practicamente sin tener un duro.
Y me di cuenta que el dinero llama al dinero....si eres listo.
Al menos, de todo ello, terminé con un piso en primera linea de playa en una de los zanas in de Andalucía...
Pero nunca llegué a disfrutarlo....
Pero eso queda para otra historia....
PD:
"Soy un perro callejero
Y yo digo que más da
Vivo solo y como puedo
Que me dio la sociedad"
(Los Chunguitos-Siempre se quedan contigo)