Voy superrapido porque se me ha hecho tarde y hoy viene mi hija a casa.
¿Por qué?
A ver la final de Operación Triunfo.
Atento.
¿Por qué?
A ver la final de Operación Triunfo.
Atento.
Da igual si lo ves o no.
Da igual si eres más de rock, de flamenco o de “yo ya no veo la tele”.
Da igual si eres más de rock, de flamenco o de “yo ya no veo la tele”.
Quédate con esto.
Cada año pasa lo mismo.
Empiezan miles.
Terminan unos pocos.
Y solo uno gana.
Terminan unos pocos.
Y solo uno gana.
Y no gana siempre el que mejor canta el primer día.
Ni el que más grita.
Ni el que en la primera gala lo peta y Twitter se viene arriba.
Ni el que más grita.
Ni el que en la primera gala lo peta y Twitter se viene arriba.
Gana el que aguanta.
El que acepta críticas sin venirse abajo.
El que ensaya cuando no hay cámaras.
El que tiene días malos y aun así vuelve a salir al escenario.
El que deja de fliparse cuando le dicen que es bueno.
Y el que no se hunde cuando una actuación sale regular.
El que ensaya cuando no hay cámaras.
El que tiene días malos y aun así vuelve a salir al escenario.
El que deja de fliparse cuando le dicen que es bueno.
Y el que no se hunde cuando una actuación sale regular.
Ahora llévalo a tu trading.
Porque aquí es donde empieza a doler un poco.
La mayoría de traders que no logran consistencia viven como si cada día fuera la final.
Hoy sí.
Hoy la lío.
Hoy recupero.
Hoy me saco el mes.
Hoy la lío.
Hoy recupero.
Hoy me saco el mes.
Y claro…
Entran acelerados.
Cambian de sistema cada dos semanas.
Cuando parece fácil, la lían.
Cuando toca esperar, se desesperan.
Cambian de sistema cada dos semanas.
Cuando parece fácil, la lían.
Cuando toca esperar, se desesperan.
Y luego aparece el clásico pensamiento:
“Es que siempre me pasa lo mismo”.
“Es que siempre me pasa lo mismo”.
Claro que te pasa lo mismo.
Porque siempre haces lo mismo.
Porque siempre haces lo mismo.
El trader inconsistente no pierde por falta de talento.
Pierde por querer cantar como en la final cuando todavía está en los ensayos.
Pierde por querer cantar como en la final cuando todavía está en los ensayos.
Quiere resultados sin proceso.
Confianza sin repetición.
Calma sin haberla entrenado antes.
Confianza sin repetición.
Calma sin haberla entrenado antes.
Y cuando llega un drawdown, o un stop tonto, o dos días malos seguidos…
Empieza el drama.
Empieza el drama.
“Este sistema no vale.”
“No doy pie con bola.”
“Soy un inútil delante del gráfico.”
“Siempre entro al revés.”
“No doy pie con bola.”
“Soy un inútil delante del gráfico.”
“Siempre entro al revés.”
Exactamente igual que el concursante que, a la primera crítica, se viene abajo y dice que esto no es lo suyo.
La consistencia no es ganar mucho.
Es no romperte cuando no ganas.
Es no romperte cuando no ganas.
Y eso no se entrena el día de la final.
Se entrena en los días grises.
En las sesiones aburridas.
En las operaciones que haces bien aunque no paguen.
Se entrena en los días grises.
En las sesiones aburridas.
En las operaciones que haces bien aunque no paguen.
La mayoría no quiere ser consistente.
Quiere el aplauso.
Quiere el aplauso.
Y el mercado, igual que el jurado, no aplaude por ganas.
Aplaude por trabajo repetido.
Aplaude por trabajo repetido.
Lo demás es ruido.
PD:
"Europe's Living a Celebration"
(Rosa-La número 1)
PD:
"Europe's Living a Celebration"
(Rosa-La número 1)