Esta vez el título de la entrada no tiene nada de retórico. Simplemente se trata de un clásico de la teoría económica: cuando los tipos de interés están tan bajos que no tienen más recorrido a la baja, los agentes económicos no esperarán que un nuevo abaratamiento sirva para algo. Osea: que la política monetaria resulta ineficaz. Con más razón teniendo en cuenta que el dinero pierde más poder adquisitivo de lo que renta guardado en un depósito. El tipo oficial del dólar se ha quedado en un mísero 1,5% y me permito dudar de la oportunidad de esta acción para atajar la crisis al otro lado del charco.
En cuanto a Europa, si mañana el euribor se da por aludido no será por la reducción del tipo de intervención, sino por el efecto sorpresa. Todavía no nos hemos recuperado del titular. Seguro que hay movimientos en el interbancario pero sólo uno es importante: el precio del dinero prestado a plazo de 12 meses, que es el que afecta a las hipotecas y el que demostraría un cambio de tendencia y, sobre todo, la recuperación de la confianza mutua entre bancos.
La acción de los Bancos Centrales se añade al aumento de las cantidades garantizadas de los depósitos -un gesto necesario para evitar que los grandes ahorradores se molesten en cambiar los huevos de cesta y para que los pequeños nos quedemos más tranquilos- y a la inyección de dinero fresco para que las entidades crediticias vuelvan a ejercer de tales, por el bien de la economía real. No perdamos el norte: lo más urgente es que se vuelva a descontar papel para que las empresas puedan cobrar sus deudas, disolver las concentraciones de buitres que acechan a las peor paradas y recuperar la marcha de la economía. Que nadie espere el menor movimiento en el mercado hipotecario porque esa no es la prioridad.
Por lo demás, creo que la inflación en la eurozona sigue siendo asunto importante. Permanezcamos atentos a los datos en los próximos días.
En cuanto a Europa, si mañana el euribor se da por aludido no será por la reducción del tipo de intervención, sino por el efecto sorpresa. Todavía no nos hemos recuperado del titular. Seguro que hay movimientos en el interbancario pero sólo uno es importante: el precio del dinero prestado a plazo de 12 meses, que es el que afecta a las hipotecas y el que demostraría un cambio de tendencia y, sobre todo, la recuperación de la confianza mutua entre bancos.
La acción de los Bancos Centrales se añade al aumento de las cantidades garantizadas de los depósitos -un gesto necesario para evitar que los grandes ahorradores se molesten en cambiar los huevos de cesta y para que los pequeños nos quedemos más tranquilos- y a la inyección de dinero fresco para que las entidades crediticias vuelvan a ejercer de tales, por el bien de la economía real. No perdamos el norte: lo más urgente es que se vuelva a descontar papel para que las empresas puedan cobrar sus deudas, disolver las concentraciones de buitres que acechan a las peor paradas y recuperar la marcha de la economía. Que nadie espere el menor movimiento en el mercado hipotecario porque esa no es la prioridad.
Por lo demás, creo que la inflación en la eurozona sigue siendo asunto importante. Permanezcamos atentos a los datos en los próximos días.