Se nos echa la campaña electoral encima y creo que va siendo hora de concluir esta serie dedicada al proyecto de Ciudadanos. Desde mi última entrada, el equipo de Albert Rivera ha realizado dos nuevas presentaciones, una con treinta propuestas para la regeneración democrática e institucional y esta otra sobre conciliación de vida familiar y profesional. Vamos a ello.
La necesaria reforma constitucional
Lo primero, que nadie se me asuste. Que esta presentación se haya realizado en la cuna de La Pepa no convierte a Ciudadanos en el Partido Liberal. De hecho, cualquiera de nosotros firmaría ahora mismo casi todas las propuestas incluidas en el documento y nadie nos podría señalar con el dedo. ¿Quién no se ha sumado todavía al coro de los que exigen la supresión del Senado o las Diputaciones? ¿Alguien tiene algo en contra de la despolitización de la Justicia? ¿Y contra las listas abiertas? ¿Quién duda que nuestras instituciones necesiten algo más que una mano de pintura?
Pues bien, concediendo que este brainstorming está bastante bien centrado, creo que ya es hora de hilar un poco más fino. La próxima legislatura debería ser re-constituyente, si me permitís el término. Desde mi punto de vista debería concluir con un referéndum para validar una nueva Constitución y un nuevo modelo de Estado. Para ello es necesario que todas las fuerzas políticas se pongan de acuerdo pero también que haya debates con matices, con sana confrontación, con tiempo y con expertos. Y echo de menos una alternativa federalista fuerte en España. Veo que el PSOE de Pedro Sánchez se conforma con que el nombre de las comunidades autónomas figure, grabado a fuego, en la nueva Carta Magna. Y mucha solidaridad vaga entre territorios. Pero ni una palabra sobre autonomía y responsabilidad fiscal. Vende más una crítica rápida contra los privilegios vascos y navarros que una explicación neutral con argumentos sólidos. Por otro lado, ya me he pronunciado otras veces sobre la necesidad del Senado, aunque sea con la tercera parte de sus señorías, como cámara legislativa (la verdad es que no veo lo del Consejo de Presidentes que propone C’s). Otra cosa es que pongamos en duda la descentralización del Estado.
A vueltas con la igualdad y la conciliación
Y el último bloque de propuestas presta atención a dos grandes conflictos de nuestra vida cotidiana: la desigualdad efectiva entre hombres y mujeres y la dificultad para compatibilizar la vida familiar con la profesional. El equipo de Ciudadanos tira de sentido común y de buenas prácticas comparadas (Holanda, Finlandia, Reino Unido) pero me parece oportuno apuntar un par de cosas: en primer lugar, los gobiernos no pueden legislar y reglamentar todo, por muy sana y consensuada que parezca su intervención; y en segundo lugar, la sociedad no puede exigir a los gobiernos lo que no les compete.
Me explico. Me parece estupendo y defendible que el Estado impulse y dé ejemplo en materia de horarios (por ejemplo imponiendo la hora solar, igualando las bajas de paternidad/maternidad y flexibilizando los horarios de los empleados públicos) pero no tengo tan claro que se pueda obligar a las empresas a mantener un sistema determinado de compensación de horas extras o que haya que dar café y guardería gratis para todos. Creo que debemos confiar un poco más en la iniciativa privada, buscar alternativas en la economía social (asociaciones, cooperativas, RSC…) y, eso sí, pedirle a las administraciones competentes que el sistema educativo no se convierta en un problema para las familias (me refiero a temas como los deberes escolares, las vacaciones, los agrupamientos por edad y un largo etcétera).
Pues bien, con independencia de que las propuestas de Ciudadanos sean mejores o peores, creo que tenemos materia para más de una conversación sobre lo humano y lo divino. No os cortéis, lo importante de los blogs está en los comentarios.
Tengo prevista una última entrada sobre Ciudadanos, a modo de epílogo. Espero rematarla para el fin de semana.
Hasta entonces, que paséis una feliz semana, s2.