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Recuperación de Memoria Histórica: Los Sefardíes, desde la expulsión en 1492 a la nacionalidad 2021 – III

 
Recuperación de Memoria Histórica:  Los Sefardíes, desde la expulsión en 1492 a la nacionalidad 2021 – III 

 

        Uno de los pilares básicos de nuestra civilización es la cultura judeo-cristiana, englobando ahí todo un amplio crisol en el que se funde Filosofía, Ciencia, Arte, Turismo, Naturaleza y otras dimensiones culturales y de todo tipo interrelacionadas. 

        En este contexto destaca la actual recuperación de lo que podríamos llamar la  “Memoria Histórica Sefardí” y el aumento de las peticiones y obtención de nacionalidad española por parte del pueblo judío y en particular los sefardís, sefardíes, sefaraditas o sefarditas. Estamos pues hablando de los judíos que vivieron en España instalados en los dominios de la Corona de Castilla y la de Aragón hasta que fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1492, con centenas de miles de sus descendientes diseminados en la diáspora posterior por la América Latina, Norte de África, Estados Unidos, Alemania, Polonia y otros países. Muchos de ellos están recuperando la nacionalidad española por motivos muy diversos, entre los que destacamos especialmente las raíces sentimentales y en particular con su cultura, su historia , la cultura española y en general la judeo-cristiana, sin perjuicio también de sinergias o finalidades de tipo económico, financiero y empresarial. En algunos afamados despachos relacionados con la extranjería, las resoluciones y peticiones pendientes se acumulan por millares. 
            Conviene recordar, para centrar bien el tema,  que con la conquista cristina en la Edad Media, o Reconquista, la población judía siguió morando a nivel de comunidad en las mismas viviendas dentro de un mismo barrio y esa demarcación es lo que se denomina judería, espacio abierto inicialmente a otras culturas y religiones, si bien con la finalidad de preservar la cultura, costumbres, leyes etc. propias del pueblo judío. Para el caso particular de Aragón, el creciente poder hegemónico cristiano fue impulsando el aislar a los judíos y su cultura, de manera que finalmente con Alfonso III y un decreto de 1288 los judíos fueron “alojados” en determinadas zonas de los pueblos y ciudades e incluso se les “confinó perimetralmente” con murallas. 

     Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista /
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