El mundo no solo ha llegado a su límite de crecimiento del petróleo, sino también al de endeudamiento. No podemos entender lo que va a pasar si no entendemos lo que significa. Nuestra economía no es capaz de adaptarse a ello.
El sistema económico que sostiene nuestra civilización está basado en el crecimiento, lo cual obviamente lo hace insostenible para un planeta finito. El aspecto más importante no es por tanto determinar su viabilidad, que no la tiene por su propia naturaleza, sino determinar lo que va a pasar cuando el sistema económico alcance sus límites.
En este blog hemos hablado mucho de energía, especialmente de petróleo, dado que su límite es inminente. Hoy empezaremos a hablar de otro factor muy importante, que es el crédito.
Las bases de la economía
Nuestro sistema económico descansa sobre tres bases:
1. Energía barata creciente.
2. Demografía favorable creciente.
3. Crédito creciente.
Teniendo estos tres factores y dado el marco legal y social adecuado todo lo demás es obtenible por la economía.
Repasemos brevemente las 3 bases de la economía:
1. Energía barata creciente
La energía es necesaria para llevar a cabo todas las transformaciones de la producción, del transporte y de la distribución. En las economías primitivas la energía era sobre todo humana y animal. En las economías modernas está basada en los combustibles fósiles, nuclear y renovables para la electricidad y en el petróleo para el transporte.
El coste de la energía es el que permite las actividades económicas. Un bajo coste de la energía permite las actividades menos eficientes, mientras que un alto coste solo tolera las actividades más eficientes. Por eso a menudo un shock de precio del petróleo va seguido de una crisis económica al provocar la destrucción de las actividades más ineficientes o con mayores problemas de acceso al crédito.
Aunque la energía no tiene sustituto alguno, un incremento del crédito puede en cierta manera sostener actividades económicas ineficientes incluso en entornos de energía de alto precio o energía limitada, si bien el resultado final suele empeorar las cosas porque el financiar actividades antieconómicas resulta finalmente en una mayor destrucción de capital.
2. Demografía favorable creciente
El crecimiento de la economía mundial hubiera sido muchísimo menor si no hubiera venido acompañado de un fuerte crecimiento demográfico. Hay dos aspectos importantes en la demografía que determinan en buena medida el futuro de la economía.
Por una parte que la demografía tenga una estructura adecuada. Desde el punto de vista de la producción eso significa que la población de 18-64 años, que es la productiva, sea lo mayor posible comparada con el resto de la población que es improductiva. Desde el punto de vista del consumo la población de 18-40 años es la más importante puesto que es la que más consume con diferencia, mientras que a partir de los 40 años el ahorro empieza a adquirir una importancia mayor.
Por otra parte las economías crecen mejor cuando la población se expande y encuentran dificultades para crecer cuando la población deja de expandirse o se contrae. Si bien hay que hacer notar que un crecimiento excesivamente rápido puede tener un efecto negativo sobre la economía, sobre todo si falta alguno de los elementos necesarios para que la economía crezca con suficiente rapidez (energía, crédito o el marco legal y social adecuado).
La economía se soporta sobre tres bases. La energía creciente barata es la que permite las transformaciones que dan lugar a los productos y servicios. La demografía adecuada creciente es la que consume cantidades crecientes de los productos y servicios. La deuda creciente es la que permite financiar la producción y los servicios. Dado un sistema legal adecuado y un sistema social favorable, la economía crece hasta que le falla alguna de sus bases.
Al igual que con la energía, el crédito puede compensar hasta cierto punto una demografía desfavorable incrementando la capacidad de consumo de la población, pero de nuevo lo hace de manera no sostenible puesto que la deuda para el consumo no es productiva y cuando el crecimiento se detiene se convierte en destrucción de crédito mediante impagos.
3. Crédito creciente
El crédito (o deuda) y el dinero son aspectos de una misma realidad. Un billete no es mas que una letra de crédito garantizada por el estado que lo firma, aunque desde la invención del dinero fiat no sea redimible por nada. Los bancos crean el dinero al crear la deuda, de una manera análoga a como el Universo creó la materia y la anti-materia. De igual manera el capital de una deuda se destruye al pagarla, pero no así los intereses, que constituyen parte del incremento de dinero de una economía en crecimiento.
El crédito requiere de colateral (aval) sin el cual no puede crecer. Pero todo el capital susceptible de actuar como colateral proviene en último término de los recursos de la Tierra. Al disminuir los recursos de la Tierra inevitablemente disminuye su capital y la capacidad de crédito no puede por tanto crecer indefinidamente. El petróleo no es el único recurso que se enfrenta a su declive, el agua, el fosfato, la tierra cultivable, el litio, muchos recursos mineros, etc. La Tierra se queda sin capital con el que sustentar una economía que cada vez pide más.
Nuestra economía está basada esencialmente en la deuda que como hemos visto aunque no puede sustituir a la energía y a la demografía, sí puede disimular durante un tiempo sus carencias. La deuda es también causa de buena parte de la insostenibilidad de nuestro crecimiento económico. Estamos tan inmersos en ella que no somos capaces de apreciar la gran estafa a nivel global que permite la deuda.
Por ejemplo gran cantidad de industrias y empresas del mundo son estructuras disipativas. Nacen gracias a la deuda, con subsiguientes rondas de endeudamiento producen fabulosos beneficios para sus promotores, pero jamás llegan a pagar su deuda, limitándose a rolarla (sustituir deuda antigua por nueva) o incluso aumentarla, y terminan muriendo con ella o siendo absorbidas junto con su deuda en estructuras aún mayores y más endeudadas. Pongamos el caso de Amazon, por ejemplo, que tras tantos años aún no ha visto beneficios y tiene una deuda astronómica. Su destino es morir con esa deuda o una aún mayor. Una industria económicamente productiva debería ser capaz de pagar su deuda pero la realidad es que pocas veces sucede. En vez de producir suficientes beneficios como para retirar su deuda muchas empresas apenas producen lo necesario para mantener unos ratios de endeudamiento aceptables para los inversores durante un tiempo antes de desaparecer.
Es más, las empresas endeudadas tienen a desplazar a las empresas sin deudas en contra de lo que parecería lógico. La deuda les confiere mayor músculo financiero para comprar a las poco endeudadas, que resultan más baratas, o si no expulsarlas del mercado.
Por otra parte muchos países se comportan de la misma manera. España por ejemplo consume muchísimo más que el valor real de lo que produce. Compra en el exterior la gran mayoría de su energía y materias primas y la mayor parte de ello se malgasta en actividades improductivas. Es muy poco lo que produce con valor real. Esa diferencia en valor es necesario financiarla, lo que se consigue mediante deuda exterior, así que España no solo importa energía sino también deuda. Es obviamente un sistema insostenible a largo plazo. Cuando se acaba el colateral el crédito se detiene y la economía colapsa. Actualmente el BCE acepta la propia deuda española como colateral, pero eso solo hace retrasar lo inevitable y extender el riesgo financiero a todos los países del euro.
El petróleo y la deuda
El petróleo se extrae mediante deuda. Las empresas petrolíferas requieren de unas inversiones tremendas y nacen sumergidas en deuda. Como casi todas las industrias, estas empresas jamás llegan a pagar sus deudas y a lo único que aspiran es a un flujo de caja positivo que permita pagar intereses y dividendos, asegurar la futura extracción y rolar la deuda o incluso aumentarla.
Y el petróleo se consume mediante deuda. Los clientes que lo compran o bien están endeudándose ellos o bien lo hacen quienes les pagan, o los clientes de quienes les pagan o el estado que avala el dinero (deuda) del intercambio.
Esto tiene que ser forzosamente así dado que la mayor parte del petróleo que se quema se hace sin que produzca ningún beneficio real. Incluso un taxista que cobra por ello, no produce ningún beneficio real medible por trasladar a una persona desde un punto a otro. Un comercial que visita a clientes, aunque consiga ventas lo único que hace es transferir crédito de un comprador a un vendedor sin un beneficio real. Se pierde la energía del petróleo sin ganarse nada a cambio para la economía, tan solo la ilusión de prosperidad a través del movimiento del crédito que se refleja en el PIB.
Un granjero que usa eficientemente el combustible para producir una cosecha estaría produciendo un beneficio real para la economía. Ese combustible da lugar a un mejor aprovechamiento de la energía solar y aunque termodinámicamente sigue siendo un proceso que incrementa las pérdidas, para la economía el balance final es positivo. Cuando lleva sus productos al mercado también produce un beneficio real, puesto que el balance final es positivo respecto a que todos sus clientes se desplacen a su campo a adquirir sus productos.
En una economía global en el que la deuda alcanza un límite por las razones que sean, productores y consumidores de petróleo pasan a competir por la deuda disponible con resultado negativo para ambos. Si la deuda a los consumidores se ve reducida, estos dejan de poder adquirir el producto y los precios caen dañando a los productores y a su capacidad de pagar su deuda y seguir produciendo. Si la deuda a los productores se ve reducida, estos dejan de poder producir el producto, dado que se ven incapaces de pagar gastos, dividendos y pagos de la deuda, comprometiendo su capacidad de producción o llevándolos a la ruina.
Tendencias previas a la crisis de 2008
El sistema monetario y el marco legal existentes antes de la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods en 1972 pueden haber actuado de freno ante la capacidad de endeudamiento de la economía mundial. En cualquier caso a partir de esa fecha se empiezan a producir una serie de acontecimientos muy determinantes de la situación actual. Los vamos a ver sobre la economía de los USA, pero veremos que son muy extrapolables a nivel mundial para los países desarrollados, con la lógica reserva de la peculiaridad española hasta tiempos más recientes.
1. Se dispara el incremento de la deuda
El aumento es increíble y se extiende a los tres tipos de deuda aunque en distintos tiempos y modos, deuda privada, deuda pública y deuda financiera.
Incremento de la deuda total de los USA en miles de millones de dólares (naranja), frente al incremento del PIB nominal (azul) y la base monetaria (gris) también en miles de millones de dólares. Fuente: Paul Brodski.
2. Disminuye el ritmo de crecimiento de la producción de petróleo
Este fenómeno responde a dos factores, los USA llegan a su pico de petróleo en 1970 tal y como se había predicho, y los países productores adquieren un mayor control sobre la producción de su petróleo. Sin embargo el ritmo de producción de petróleo nunca vuelve a subir, y sigue disminuyendo periódicamente con las crisis hasta el nivel de casi estancamiento en el que se encuentra desde el 2005.
A partir de 1973 la tasa de crecimiento de la producción de petróleo comienza a reducirse progresivamente hasta llegar a la actual situación de casi estancamiento. Fuente: Our Finite World.
3. Se estanca el crecimiento de los salarios y se inicia el aumento de la desigualdad
Es un proceso nunca satisfactoriamente explicado porque el crecimiento de los salarios se desliga por primera vez del incremento de la productividad. Esto sucede años antes del inicio de la globalización de los 80, por lo que no puede ser atribuido a la deslocalización de los puestos de trabajo. El efecto sobre los trabajadores es insidioso puesto que los precios continúan aumentando, forzándoles a endeudarse más y a ahorrar menos. El trabajo se deprecia mientras el capital se aprecia y los beneficios se dirigen de forma creciente a sus dueños, los más ricos.
Desde principios de los 70 los salarios reales a precio constante se han estancado, mientras la productividad continuó ascendiendo. Fuente: Making Fair Comparisons.
En mi opinión esto es un efecto secundario del crecimiento de la deuda. La economía de los países desarrollados lleva a cabo un ajuste en el que su crecimiento trata de reducir su dependencia del petróleo, que está sometido a tensiones y reducción de crecimiento, hacia la deuda. El crecimiento económico que produce la deuda, aunque aparece reflejado en el PIB, no es real, solo parcialmente se traduce en un incremento de bienes reales. Buena parte es simplemente transferencia de deudas e intereses entre agentes financieros y económicos. La contabilidad refleja unos beneficios que son solo parcialmente reales, y los dueños del capital, que se consideran artífices del beneficio financiero, se muestran reacios a compartirlo.
4. La natalidad desciende
La píldora anticonceptiva, tras ser aprobada en 1965, alcanza amplia difusión en 1970. Junto con la revolución sexual de los 60 empuja la natalidad a su valor más bajo, poniendo fin a la generación de los babyboomers. Que una explosión poblacional vaya seguida de un hundimiento crea graves problemas demográficos. Aunque los babyboomers están empezando a retirarse desde mediados de la década pasada, la demografía de USA ya es incorrecta, con menos población en las cohortes de 20-45 que en las de 45 en adelante.
Evolución de la tasa de fertilidad total en los USA comparada con el porcentaje de mujeres en edad fertil que toman la pildora anticonceptiva, y la pirámide de población de los USA para 2014. Fuente: The Truth Monk y CIA.
En Japón y Europa asistimos a la progresiva inversión de la pirámide de población, que pronostica la inevitable insostenibilidad del sistema de pensiones y del estado del bienestar.
La aparición de estos fenómenos sienta las bases de todo lo que va a venir a continuación. Es interesante que también en 1972 se publica el libro "los límites al crecimiento" que produce un gran impacto en la sociedad y encendidas discusiones sobre como evitar el colapso. Sin embargo al calor de la bonanza producida por la deuda y el desplome del precio del petróleo a principios de los 80, sus hallazgos son puestos en tela de juicio y enterrados durante más de dos décadas.
2002-2008 Insostenibilidad de las tendencias previas
A partir de 2002 aparecen límites geológicos a la extracción de petróleo que hacen que el coste de exploración y producción se dispare un 260% en seis años. Hasta el 2008 este incremento de costes puede ser repercutido en el precio del petróleo que inicia una escalada hasta sus valores más altos en términos absolutos de $145/b en 2008.
A pesar del fuerte incremento en las inversiones en producción, el petróleo convencional alcanza su pico de producción en 2005, llevando a su termino la tendencia a incrementar la producción.
Los altos precios del petróleo provocan inflación y la subida de los tipos de interés. La tendencia de la deuda a crecer exponencialmente había provocado burbujas de deuda en muchas partes del mundo. La burbuja inmobiliaria había llevado a muchas personas a endeudarse muy por encima de su capacidad real de pago en escenarios económicos menos favorables, confiando en el constante incremento de los precios de las casas como garantía frente al riesgo. La subida de los tipos de interés hace que se disparen los impagos y traslada la crisis al sistema financiero, donde prácticas imprudentes (y en mi opinión delictivas) hacen que el sistema financiero entre en crisis y haya de ser rescatado, disparando la Gran Recesión.
Ello pone fin también a la tendencia de incremento de la deuda privada en la mayoría de los países desarrollados, que a partir de entonces comienza a descender. El momento en el que la deuda ya no puede seguir subiendo y se produce un cambio de tendencia por destrucción de la deuda por impagos es lo que se denomina el momento Minsky, por el economista que propuso los ciclos de inestabilidad de la deuda. Occidente tuvo un momento Minsky en 2008 y China se aproxima rapidamente al suyo.
Tendencia de la deuda privada de USA, Unión Monetaria Europea (EMU), China y los mercados emergentes de Asia en porcentaje sobre el PIB. Fuente: Business Insider.
2008-2014. Hacia el encuentro con los límites
Como hemos definido al principio, en el triángulo económico, sin crecimiento en el petróleo, y sin crecimiento en el crédito o deuda, la economía solo tiene un lugar hacia donde ir, que es a la recesión continua, naturalmente.
Para evitarlo se producen una serie de actuaciones tendentes a volver a las tendencias anteriores.
La deuda
En el terreno de la deuda, comenzando por el Banco de Japón en 2001 y después encabezados por la Reserva Federal desde 2008, los bancos centrales se embarcan en una política económica no convencional sin precedentes, mediante la cual se echan sobre sus espaldas la creación de deuda suficiente para recuperar la tendencia creciente.
Sin embargo el mecanismo elegido, denominado facilitación cuantitativa (QE), aunque permite el incremento de la deuda pública, reduce los intereses y aumenta el valor de los activos, incrementando los intercambios financieros, carece de mecanismo de transmisión a una economía real en la que la buena parte de los agentes son además reacios a seguir aumentando su endeudamiento privado.
El dinero creado por los bancos centrales, al crear una demanda artificial sobre los bonos del Tesoro que compra, deprime sus intereses, y falto de alimento, el dinero comienza a moverse en busca de intereses más altos, en el mercado interno escalando la prima de riesgo, incrementando la demanda de las acciones y los bonos corporativos de alto rendimiento, sinónimo de los bonos basura, y en el mercado internacional moviéndose a los mercados en desarrollo y países exportadores de materias primas, que crecen más deprisa y por ello ofrecen un interés más alto.
En el fondo se está profundizando en la desconexión entre la economía real, cuyos agentes están situados muy lejos de las espitas de los bancos centrales y no reciben beneficio de ese flujo de dinero gratis, y la economía financiera que es la que se beneficia de ello. Se transfiere riqueza de los ahorradores a los endeudados y propietarios de activos financieros y se incrementa aún más la desigualdad económica.
Una vez llegados a la barrera de los tipos reales a cero, los bancos centrales pueden continuar deprimiendo los tipos reales a base de continuar retirando bonos del mercado con dinero de nueva creación, haciendo que su interés nominal caiga por debajo de la inflación, con lo cual se consigue que los tipos reales sean negativos, es lo que se llama política de tipos de interés negativos (NIRP), y constituye represión financiera. Su objetivo es movilizar el último capital que siga aparcado bajo amenaza de lenta destrucción. Es la última demostración de que la economía es incapaz de crecer por sí misma, por exceso de deuda y limitaciones físicas de recursos. El que los tipos reales negativos se estén extendiendo por todo el mundo constituye el último aviso de que se está llegando al límite. El que la deflación se extienda a pesar de los tipos reales negativos es un indicio de que los bancos centrales están perdiendo el control.
El petróleo
Con respecto al petróleo se pone en marcha una gigantesca operación para incrementar la producción de petróleo de esquistos a partir de la experiencia positiva con el fracking de gas que había conseguido reducir significativamente el precio del gas en USA. Dicha operación se facilita desde el gobierno de los USA retirando las protecciones medioambientales que hacían imposible el desarrollo del fracking y con el apoyo del Departamento de Energía. Con un petróleo estabilizado por encima de $100/b y con un flujo de dinero ávido de interés se desata una burbuja de producción de petróleo de esquisto que demuestra su naturaleza por ser exclusiva de USA. Según la IEA, Norteamérica produce el 18% de los combustibles fósiles del mundo, pero requiere el 50% de la inversión capital para hacerlo, un claro indicio de prácticas económicamente insostenibles.
La operación tiene éxito al producir 3 millones de barriles de petróleo adicionales al día. Se trata sin embargo de un petróleo muy costoso de producir. El mundo tiene que estar dispuesto a pagar un alto precio por él. A partir de julio de 2014 el mundo deja de hacerlo.
2014 en adelante. Los límites al crecimiento
Las operaciones puestas en marcha en 2008 para tratar de devolver al mundo a la senda del crecimiento económico basado en deuda creciente y petróleo creciente constituían el plan B, y según todos los indicios parecen haber fallado.
La deuda
La política de los bancos centrales de añadir deuda aún continúa, pero tras 6 años (13 en el caso de Japón), su efecto sobre la economía es extremadamente irregular. La economía de los países desarrollados que la han llevado a cabo ha languidecido, mientras el mundo en desarrollo ha conseguido crecer endeudándose masivamente. También ha tenido efectos perniciosos sobre la desigualdad, los salarios y la calidad del empleo, indicando que no es efectiva para inducir crecimiento económico.
La decisión de la Reserva Federal Norteamericana de ponerle fin está poniendo en marcha un terremoto de consecuencias difíciles de predecir. La subida de tipos de interés en USA ha provocado la inversión del carry trade, un flujo de dinero que ahora sale de los países en desarrollo y de Europa y se dirige a USA, provocando la subida del dólar y la caída de los precios del petróleo y las commodities. Los países de los que sale este flujo de dinero se encuentran de repente en una situación extremadamente difícil, sobre todo si están endeudados en dólares. Mientras la carga de su deuda aumenta, su economía se hunde bajo el doble impacto de la fuga de capitales y la caída de precios de sus productos.
Es probable por tanto que a lo largo de 2015-16 veamos desarrollarse una crisis económica mundial que comience en los países en desarrollo. Las guerras de divisas como la comenzada por Japón ya han mostrado que no tienen el efecto deseado. La devaluación competitiva no funciona cuando la economía mundial está tan floja que no hay apenas demanda externa para los productos, independientemente de su precio. La economía de Europa, por lo tanto es difícil que mejore a pesar de la depreciación del euro, pero la economía de USA sí puede resentirse del alto valor del dólar.
Se oye mucho decir la gran bendición que supone para las economías de los países importadores el desplome del precio del petróleo, y el tremendo ahorro que ello supone. Si eso es cierto, que hasta cierto punto lo es, ¿dónde está la demanda de ese petróleo tan barato? A pesar del desplome de los precios iniciado en junio, la demanda de petróleo en 2014 ha crecido tan solo en 0,6 mbpd frente a 1,2 mbdp que creció en 2013. Hace un año la IEA preveía que la demanda iba a crecer en 1,3 mbpd en 2014 a pesar de que el precio medio del crudo en 2013 fue de $104.1/b. Con el precio medio del crudo en 2014 un 7.5% más barato ($96.3/b) la demanda ha crecido la mitad. (Fuentes: IEA 2014 IEA 2015 Knoema). La IEA prevé un crecimiento de la demanda de solo 0.9 mbpd para 2015 con un precio medio que se estima en tan solo $56.7/b. Es posible que vuelva a ser una estimación optimista, pero en cualquier caso, ¿por qué no se vende el petróleo barato mucho más de lo que se vendía el caro? La respuesta está en el grave estado de la economía, que ya no reacciona ni a los estímulos monetarios, ni siquiera al petróleo barato.
Tras múltiples años de políticas extremas por parte de los bancos centrales, estos se encuentran sin herramientas para mantener la ficción de una economía en recuperación. La demanda de dinero es prácticamente nula a pesar de los bajos intereses, como muestra la caída de velocidad del dinero (nº de transacciones por unidad de base monetaria). Es una señal de sobre-endeudamiento y ni siquiera la imposición de tipos de interés negativos en el exceso de reservas de los bancos europeos parece ser capaz de revertir la tendencia del dinero a escapar de la economía, provocando deflación.
En las presentes condiciones de reversión del carry trade hacia USA, y de QE por parte del BCE, la FED se enfrenta a su compromiso de elevar los tipos de interés en junio. La única herramienta que les queda a los bancos centrales es su credibilidad. Si la FED eleva los tipos de interés su economía se va a enfrentar a su particular límite de deuda, con una huída en masa del dinero hacia los activos considerados más seguros. Si no lo hace necesitará de una excusa tremendamente buena, como un súbito empeoramiento de la economía mundial, ante lo cual, la respuesta del dinero puede ser exactamente la misma. Sin herramientas monetarias o de reducción de tipos por parte de los bancos centrales para actuar sobre la economía, el sistema está expuesto a que en cualquier momento se produzca un evento que haga que los bancos centrales pierdan el control sobre los tipos. Ante tal circunstancia el sistema financiero mundial entraría en implosión con billones de dólares en deuda volatilizados en cuestión de horas al extenderse las quiebras encadenadas de forma automática por los ordenadores del sistema, arrastrando a la economía real a un colapso sin precedentes. En eso consistiría un momento Minsky causado por haber llegado al límite de deuda global. En tal caso buena suerte en tratar de recuperar vuestro dinero de los bancos y brokers de todo el mundo. Tras el rescate de Chipre, en noviembre de 2011 el Banco Internacional de Pagos (BIS, el banco central de los bancos centrales) obtuvo el acuerdo del G-20 de que en futuros rescates bancarios se considere a los depositantes como deudores de los bancos, propietarios de deuda no asegurada y por lo tanto participantes forzosos en cualquier rescate por recapitalización interna (lo que se denomina bail-in).
El petróleo
Con respecto al petróleo, la operación de producción de petróleo de esquisto ha tenido tanto éxito, que ha muerto de exceso del mismo. Necesitada de unos precios de al menos $100/b, la adición de los 3 millones de barriles diarios de USA ha resultado excesiva para una demanda mundial que a esos precios no es capaz de crecer lo suficiente. El precio se ha desplomado para todos los productores y amenaza con continuar cayendo hasta provocar una debacle entre los productores más débiles y los petróleos más costosos.
Número de estructuras de perforación en USA de petróleo (azul), gas (verde) y totales (rojo). El desplome del precio del petróleo ha provocado un desplome en el número de estructuras de perforación (rigs) unos meses más tarde. La caída es aún más abrupta que la que tuvo lugar en 2008. A 30 de enero de 2015, se han desactivado ya un 24% de las estructuras de perforación de petróleo. Aunque lógicamente son las estructuras menos productivas las que se quitan primero, en pocos meses vamos a asistir al pico de petróleo de esquistos en USA y luego la producción comenzará a descender. Fuente: Dr. Ed's Blog. Datos: Baker Hughes.
La situación está provocando una gran confusión entre todos aquellos que no entienden bien la dinámica de la producción de petróleo y su interacción con la economía. Los que saben más de economía, en general no ven nada de particular en ello, al fin y al cabo los precios suben y bajan y las empresas ganan más o quiebran, pero la demanda siempre encuentra un precio al que es satisfecha. De hecho algunos incluso predicen que la caída del precio forzará a los productores a producir más para mantener sus ingresos. Muchos no entienden que están asistiendo a un shock del petróleo producido por la oferta cuyo único precedente es el "Big Oil Glut" de 1980-85 del que ya os he hablado, dado que la mayoría de los shocks son inducidos por la demanda. El común de los mortales no entiende que haya ningún problema con el petróleo, puesto que hay exceso de petróleo, cada día se produce más y los precios están mucho más bajos que en los últimos años. No entienden que producir ese petróleo ha costado más del precio al que se vende y que por lo tanto en un futuro cercano ese petróleo va a dejar de producirse. El petróleo barato constituye una promesa de menos petróleo. Por último, muchos de los que esperaban el pico de petróleo no entienden que éste haya llegado en forma de exceso de oferta. Durante décadas las previsiones situaban la demanda mundial de petróleo muy por encima de donde está actualmente lo que debía dar lugar a escasez y altos precios. A pesar de que la oferta ha crecido desde 2005 menos de lo anticipado, lo que tenemos es una demanda por debajo de esa oferta, con un petróleo con precio deprimido y stocks mundiales en crecimiento. Incluso el contango hace que sea rentable aparcar petroleros llenos en alta mar por los mayores precios que alcanza el petróleo en los contratos de futuros más alejados en el tiempo.
Un shock de petróleo inducido por la oferta requiere de una economía en mal estado (doble recesión de los 80, o la economía tras la Gran Recesión) que soporta desde hace tiempo un precio de petróleo excesivo, al tiempo que los altos precios del petróleo han inducido una fase de fuerte inversión capital en producción que se traduce en un aumento de la producción por parte de alguno de los principales productores (la URSS en 1980, USA en 2011). Mientras las economías buscan la manera de reducir su consumo de petróleo, provocando la destrucción de los negocios que hacen un uso menos eficiente del combustible y adaptándose a un menor consumo, retraen su demanda provocando una bajada del precio. El principal exportador, la OPEP, decide mantener su cuota de mercado a cualquier precio (Dic. de 1985 versus Nov. de 2014), provocando el hundimiento del precio.
Tras la crisis los productores sufren las consecuencias económicas de la pérdida de ingresos. La URSS dejó de ser viable económicamente y Arabia Saudita sufrió enormemente para recuperar su cuota de mercado y sus ingresos per capita, al tiempo que el poder de la OPEP quedó roto. El mundo también sufrió las consecuencias de tener menos petróleo. Antes de 1980 el consumo de petróleo crecía un 4% anual, después de 1985 pasó a crecer un 1.3% anual. El crecimiento mundial que era de en torno a un 5% anual, pasó a ser de en torno a un 3%. Una caída similar llevada a las cifras actuales implica que tanto la economía como la producción de petróleo van a dejar de crecer. Para siempre.
Consecuencias
Las consecuencias de llegar al límite del petróleo van a ser:
- Destrucción de la producción. Los petróleos más caros de producir van a ver reducida su producción en escasos meses. En el sector de los productores de petróleos de esquistos y arenas bituminosas vamos a ver despidos, impagos, quiebras y adquisiciones. Las empresas débiles con reservas poco valiosas quebrarán, mientras que las que tienen reservas valiosas serán adquiridas. Debido a la dinámica de producción de los petróleos de esquistos, su producción caerá con rapidez durante los próximos dos años, quizá hasta llegar a caer a la mitad en ese periodo.
- Falta de inversión en producción. Prácticamente todas las empresas han anunciado recortes de inversión de en torno a un 20-40% para 2015, y posiblemente sean aún mayores para 2016. Es el inicio de una fase de explotación y falta de inversiones que puede durar años. El resultado es el envejecimiento de los equipos, la disminución de la producción de los yacimientos maduros y la falta de inversión en nuevos yacimientos. La producción de petróleo va a disminuir sensiblemente a lo largo del tiempo, mientras las economías tratan de recuperarse y superar el exceso de petróleo disponible. Con menos inversiones, la posibilidad de mejoras tecnológicas se desvanece.
Atendiendo a las inversiones capitales de la industria del gas y petróleo, se pueden apreciar una serie de ciclos históricos en los que se presentan fases de inversión, normalmente coincidentes con periodos de precios al alza (línea azul media, escala derecha), que reducen la edad media del stock de capital (línea azul oscura, escala izquierda), lo que normalmente da lugar a progreso tecnológico y aumento de la producción (fases en azul claro), seguidas de fases de explotación, donde la industria invierte mucho menos en capital, cuyo stock aumenta de edad, y normalmente el precio del petróleo se encuentra deprimido (fases en blanco). La menor inversión de capital en la presente fase de explotación garantiza, tras el pico de petróleo, menos petróleo para nuestra civilización, y podría asegurar que los precios estén deprimidos durante más tiempo del que la mayoría cree posible. Fuente: Zerohedge.
Las consecuencias de llegar al límite de la deuda van a ser:
- Deflación. La falta de oportunidades de inversión, y las sucesivas crisis de distintos tipos van a llevar a una preferencia por el dinero como valor refugio, fundamentalmente el dólar.
- Incapacidad de crecimiento económico. Faltas de petróleo y deuda las economías mostrarán crecimiento cero o negativo la mayor parte del tiempo.
- Crisis financiera y de deuda. Las condiciones da bajo crecimiento y deflación indican que volveremos a una reedición de las crisis bancarias y de las crisis de deuda soberana con efectos tremendamente destructivos sobre el capital. Será como una edición aumentada de la crisis de 2008, solo que en esta ocasión se hará responsables de las pérdidas a los depositantes y a los bonistas.
Resulta difícil hacerse una idea del mundo que nos espera, porque va en contra de nuestras experiencias y de las lecciones de la historia, dado que es una situación radicalmente distinta, que lo cambia todo. Nuestra economía no puede funcionar si no es bajo condiciones de crecimiento. Los mercados están establecidos bajo la asunción de que los activos valdrán más en el futuro, y que los negocios producirán mayores beneficios. De esa manera los activos financieros pueden producir un flujo constante de beneficios en forma de dividendos o intereses que es lo que justifica que se compren, mantengan y vendan. Una vez que los mercados se den cuenta de que el crecimiento económico es imposible en las condiciones de petróleo decreciente, se vendrán abajo al intentar el dinero huir de la trampa que suponen. Los dividendos y los intereses dejan de tener sentido en una economía atrapada en recesión, y el crédito desaparece. Los negocios valen menos a futuro de lo que valen a presente. La gran mayoría de los trabajadores se encuentra con que su trabajo desaparece en una economía atrapada en recesión y que sus habilidades no encuentran demanda.
Lo peor de todo es que la situación económica mundial no va a responder a ninguna medida que se tome. Incluso aunque se reseteara la deuda mundial resucitando la capacidad de crecimiento de la deuda, quedaría el "pequeño problema" del pico de petróleo. Los productores de petróleo han abandonado el modelo de fuertes inversiones que mantenía la producción mundial de petróleo a pesar de la caída en la producción del petróleo convencional. El índice de declive de la producción mundial de petróleo es de un 6% según cifras de la IEA, y con tendencia al alza, dado que cada vez se depende más de yacimientos pequeños y petróleos no convencionales. Anualmente un 6% del uso del petróleo, como mínimo, va a desaparecer de la economía mundial y no hay política económica capaz de contrarrestar eso.
Conclusión
Aunque el concepto de pico de petróleo es físico y geológico, la extracción de petróleo es una actividad económica basada en deuda. Actualmente las limitaciones sobre la economía y la deuda son tales que el pico de petróleo parece que va a producirse por incapacidad de los productores para continuar endeudándose para producir un petróleo que la economía en crisis sistémica no demanda.
Puesto que petróleo y deuda son dos bases fundamentales del crecimiento económico, la llegada simultánea al pico de deuda y de petróleo, el segundo a consecuencia del primero, anticipa la llegada de un momento Minsky en el que la deuda y con ella la economía sufrirán una violenta contracción.
El declive natural de los campos petrolíferos en explotación junto con la dificultad para que vuelvan a darse las condiciones de alta demanda sostenida y altos precios sostenidos para impulsar una nueva fase de fuertes inversiones en producción de petróleo determinarán que el pico de petróleo que se establezca en 2014-15 se mantenga de cara al futuro, y contribuya a que se anticipen los demás picos que nos esperan en el siglo XXI, no solo combustibles fósiles, sino todo tipo de recursos y finalmente población.