La inversión en futuros sobre índices puede parecer muy sugerente por los amplios y rápidos beneficios que aparentemente nos puede generar, pero es conveniente comenzar analizando los problemas que plantean estos contratos:
1.- Riesgo demasiado alto. Cuando compramos o vendemos un futuro sobre un índice estamos tomando en el mercado una posición por un valor nominal que se calcula multiplicando el precio del índice por un multiplicador ,que determinará la ganancia o pérdida que tendremos cuando el índice se mueva un punto. (Por ejemplo este multiplicador será de 10 € el punto en el Ibex o el Eurostox, de 25 € el punto en el Dax o de 50$ en el S&P500).
Como podemos ver los contratos de futuros tradicionales imponen multiplicadores demasiado altos lo que implican que el valor nominal de las posiciones sea demasiado grande. Por ejemplo 106.000 para el Ibex 35 (10.600 x 10) o 180.000 € para el Dax (7200 x 25) de forma aproximada.
Esto implica de forma indirecta que asumamos un riesgo en algunas ocasiones excesivo y que lleva a la gran mayoría de traders a perder dinero de forma sistemática.
Además si desarrollamos operativas tendenciales en el intradia dado el alto valor nominal de los contratos tendremos problemas en ir añadiendo posiciones.
2.- Garantías. Aunque cuando tomamos una posición en un futuro financiero no será necesario desembolsar la totalidad del valor nominal sino tan solo una parte del capital en concepto de garantías que suele rondar el 10% del valor del índice, el depósito de garantía que tiene que realizar el cliente a la hora de abrir la posición sigue siendo demasiado alto. Para el caso del IBEX35 por ejemplo si queremos dejar abierta una posición a fin de día deberemos tener depositados al menos 10.000 €.
3.- Limitación a inversores noveles o con poco capital. Los dos puntos anteriores implicarán que muchos inversores no puedan operar en este producto por los altos capitales requeridos o que el elevado riesgo les evada a trabajar con los mismos.
4.- Gastos por el roll over. Todos los contratos de futuros tienen una vigencia y al finalizar la misma deberemos cerrar la posición y si queremos seguir comprados o vendidos en ese índice debemos volver a abrir esa posición (es lo que llamaremos proceso de “roll over”). Por ejemplo el vencimiento del futuro del IBEX35 será siempre el tercer viernes de cada mes.
La existencia del vencimiento implicará un aumento de costes al tener que pagar dos veces la comisión de entrada y la de salida si mantenemos la posición de un vencimiento a otro.
¿En alguna ocasión te habías planteado todo esto?
En la próxima entrega explicaremos como resolver las limitaciones del futuro para seguir disfrutando de todas las ventajas de invertir en índices :)