La mente se queda con la tecnología que estamos usando, que hace solo unos años se habría asociado con la ciencia ficción. Se está desarrollando a tal velocidad que es difícil para todos mantenerse al día con sus últimos desarrollos. En el centro de esta revolución, los algoritmos explotan casi los ilimitados datos que nos rodean gracias a la potencia informática y la inteligencia artificial (IA), lo que abre un sinfín de posibilidades para cualquier tipo de actividad o interacción humana.
Apropiarse de la IA para un futuro mejor es una motivación que impulsa a muchos innovadores de todo el mundo, desde encontrar nuevas formas de detectar enfermedades hasta aumentar la eficiencia energética. Gracias a la tecnología no faltan las formas de conectar a las personas con lo que quieren, ya sea algo para comprar, una forma de hacerse oír o simplemente para comunicarse. Algunos se refieren a estas innovaciones tecnológicas "positivas" como "tecnología para el bien".
Desafortunadamente, no todo son buenas noticias. A menudo, las nuevas tecnologías, al igual que los medicamentos, tienen efectos secundarios, pero a diferencia de la mayoría de los medicamentos, esos efectos secundarios no siempre se revelan y se detectan demasiado tarde cuando se detectan.
Dado que la ciudadanía digital se vuelve inevitable para la mayoría de las personas, es importante reconocer la necesidad de respetar los derechos humanos en el mundo digital. Si bien todos los sectores se ven afectados por la tecnología y las empresas se movilizan para aprovechar al máximo el poder de los datos y los algoritmos, los inversores deben estar atentos a la forma en que se realiza esta adaptación. Como inversores responsables, creemos que no debe hacerse a expensas de los usuarios, los trabajadores o la sociedad. Garantizar la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios, desarrollar la automatización de manera responsable e inclusiva, permitir un acceso justo a la información son solo algunos de los desafíos que conlleva el desarrollo tecnológico. Dichos desafíos afectan no solo a las partes interesadas de las empresas, sino también a su sostenibilidad financiera: con las multas de GDPR1 por el incumplimiento de la privacidad y la seguridad de los datos pueden representar hasta el 4% de la facturación global de una empresa, el costo promedio del delito cibernético hoy es de 13 millones de dólares por empresa y en aumento, y la falta de consideración adecuada de los riesgos de derechos humanos puede hundir proyectos de desarrollo empresarial completos.
Por eso, como inversores, creemos que es importante tener en cuenta los derechos digitales al invertir en una empresa de tecnología o en cualquier empresa que utilice datos y algoritmos.
Analizar el impacto que tiene la tecnología en las partes interesadas puede parecer una tarea abrumadora, pero hoy en día existen varios recursos (no exhaustivos) que se pueden utilizar como:
Apropiarse de la IA para un futuro mejor es una motivación que impulsa a muchos innovadores de todo el mundo, desde encontrar nuevas formas de detectar enfermedades hasta aumentar la eficiencia energética. Gracias a la tecnología no faltan las formas de conectar a las personas con lo que quieren, ya sea algo para comprar, una forma de hacerse oír o simplemente para comunicarse. Algunos se refieren a estas innovaciones tecnológicas "positivas" como "tecnología para el bien".
Desafortunadamente, no todo son buenas noticias. A menudo, las nuevas tecnologías, al igual que los medicamentos, tienen efectos secundarios, pero a diferencia de la mayoría de los medicamentos, esos efectos secundarios no siempre se revelan y se detectan demasiado tarde cuando se detectan.
Dado que la ciudadanía digital se vuelve inevitable para la mayoría de las personas, es importante reconocer la necesidad de respetar los derechos humanos en el mundo digital. Si bien todos los sectores se ven afectados por la tecnología y las empresas se movilizan para aprovechar al máximo el poder de los datos y los algoritmos, los inversores deben estar atentos a la forma en que se realiza esta adaptación. Como inversores responsables, creemos que no debe hacerse a expensas de los usuarios, los trabajadores o la sociedad. Garantizar la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios, desarrollar la automatización de manera responsable e inclusiva, permitir un acceso justo a la información son solo algunos de los desafíos que conlleva el desarrollo tecnológico. Dichos desafíos afectan no solo a las partes interesadas de las empresas, sino también a su sostenibilidad financiera: con las multas de GDPR1 por el incumplimiento de la privacidad y la seguridad de los datos pueden representar hasta el 4% de la facturación global de una empresa, el costo promedio del delito cibernético hoy es de 13 millones de dólares por empresa y en aumento, y la falta de consideración adecuada de los riesgos de derechos humanos puede hundir proyectos de desarrollo empresarial completos.
Por eso, como inversores, creemos que es importante tener en cuenta los derechos digitales al invertir en una empresa de tecnología o en cualquier empresa que utilice datos y algoritmos.
Analizar el impacto que tiene la tecnología en las partes interesadas puede parecer una tarea abrumadora, pero hoy en día existen varios recursos (no exhaustivos) que se pueden utilizar como:
- Índice de responsabilidad corporativa. Un grupo de expertos que trabaja con una variedad de investigadores independientes del mundo académico, ONG y el sector privado;
- La alianza de inversores en derechos humanos. En la que Sycomore AM participa, establecida por el ICCR3 para brindar una plataforma de acción colectiva para facilitar la defensa de los inversionistas en temas de derechos humanos y derechos laborales;
- Organizaciones internacionales. La ONU, por ejemplo, lanzó el Proyecto B-Tech para brindar orientación sobre cómo mejorar la calidad de la implementación de los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos en el espacio tecnológico;
- RightsCon. Creada en 2011, RightsCon ha reunido a personas de todo el mundo para debatir sobre los derechos humanos en la era digital. Comenzó como un evento con algunos expertos, pero se ha convertido en una conferencia importante, con casi 3.000 participantes en 2019.
La participación de Sycomore AM en RightsCon nos permitió apreciar el tamaño de la comunidad comprometida en garantizar el respeto de los derechos digitales y ser testigos de los esfuerzos realizados por las empresas tecnológicas presentes, como Facebook, Microsoft o Google, mientras escuchamos las principales quejas que se les dirigen desde todo el mundo. De hecho, la presencia de representantes de comunidades de los cinco continentes ayudó a crear conciencia sobre cómo las decisiones tomadas en Silicon Valley pueden tener implicaciones de vida o muerte en áreas muy remotas, donde las personas afectadas no pueden dirigir sus quejas a nadie más que a un robot en el mejor de los casos: una enérgica llamada de atención sobre la gran urgencia de abordar estos problemas.
De manera más general, para identificar riesgos y oportunidades y promover las mejores prácticas, los inversores deben prestar atención a algunos factores cruciales como la gobernanza y la cultura, la opacidad de los algoritmos, la inteligencia artificial y el empleo, la privacidad de los datos y, por último, pero no menos importante, la seguridad.
A la luz de estas consideraciones y llevando su enfoque como inversor responsable en Tech un paso más allá, Sycomore AM ha lanzado, en septiembre de 2020, Sycomore Sustainable Tech, el primer fondo de renta variable global que selecciona empresas basándose en un proceso innovador de ISR que cubre, desde nuestro punto de vista, las tres dimensiones de la tecnología responsable: la tecnología para el bien, el bien en tecnología y los facilitadores de la mejora. “La dimensión Tech for Good analiza los impactos ambientales y sociales de los productos y servicios que ofrece una empresa. ¿Son estos impactos efectivamente positivos y son positivos por diseño? La dimensión Good in Tech se refiere a las prácticas responsables de la empresa, es decir, si la tecnología que se utiliza ayuda a reducir las externalidades negativas para las personas y el medio ambiente. La dimensión de los facilitadores de mejora abarca específicamente a las empresas que muestran una fuerte intencionalidad y ofrecen una capacidad genuina para impulsar la mejora en términos de tecnología para el bien y el bien en tecnología. Estas dimensiones proporcionan una evaluación transparente y exhaustiva de los impactos y las externalidades positivas y negativas.
El fondo está gestionado por Johan Söderström, quien se unió a Sycomore AM en mayo de 2020 y Gilles Sitbon, gestor de cartera de renta variable global. Se enfoca en empresas que consideramos aplican los modelos de negocios más virtuosos y que buscan mantener altos niveles de responsabilidad y desempeño sustentable.
La cartera está concentrada y totalmente invertida, con alrededor de 60 posiciones, y cubre todas las capitalizaciones de mercado y países. Además de la evaluación ESG, el fondo pone un énfasis especial en las valoraciones, centrándose en las empresas que disfrutan de ventajas competitivas en relación con el mercado. El fondo aplica una selección negativa para excluir todos los segmentos que tienen un impacto nocivo en la vida de las personas o en el medio ambiente.
Sycomore Sustainable Tech es una nueva incorporación a la gama de fondos SRI * de Sycomore AM, que ahora incluye 9 estrategias, junto con Sycomore Shared Growth, dedicado al capital social, Sycomore Happy @ Work, que hace hincapié en el capital humano, Sycomore Eco Solutions, centrado en capital natural, y Sycomore Next Generation, que se dedica a temas relacionados con las generaciones futuras. Las estrategias SRI de Sycomore AM ahora pesan más de € 5.6 mil millones, o el 74% de los activos totales de la empresa bajo administración.
De manera más general, para identificar riesgos y oportunidades y promover las mejores prácticas, los inversores deben prestar atención a algunos factores cruciales como la gobernanza y la cultura, la opacidad de los algoritmos, la inteligencia artificial y el empleo, la privacidad de los datos y, por último, pero no menos importante, la seguridad.
A la luz de estas consideraciones y llevando su enfoque como inversor responsable en Tech un paso más allá, Sycomore AM ha lanzado, en septiembre de 2020, Sycomore Sustainable Tech, el primer fondo de renta variable global que selecciona empresas basándose en un proceso innovador de ISR que cubre, desde nuestro punto de vista, las tres dimensiones de la tecnología responsable: la tecnología para el bien, el bien en tecnología y los facilitadores de la mejora. “La dimensión Tech for Good analiza los impactos ambientales y sociales de los productos y servicios que ofrece una empresa. ¿Son estos impactos efectivamente positivos y son positivos por diseño? La dimensión Good in Tech se refiere a las prácticas responsables de la empresa, es decir, si la tecnología que se utiliza ayuda a reducir las externalidades negativas para las personas y el medio ambiente. La dimensión de los facilitadores de mejora abarca específicamente a las empresas que muestran una fuerte intencionalidad y ofrecen una capacidad genuina para impulsar la mejora en términos de tecnología para el bien y el bien en tecnología. Estas dimensiones proporcionan una evaluación transparente y exhaustiva de los impactos y las externalidades positivas y negativas.
El fondo está gestionado por Johan Söderström, quien se unió a Sycomore AM en mayo de 2020 y Gilles Sitbon, gestor de cartera de renta variable global. Se enfoca en empresas que consideramos aplican los modelos de negocios más virtuosos y que buscan mantener altos niveles de responsabilidad y desempeño sustentable.
La cartera está concentrada y totalmente invertida, con alrededor de 60 posiciones, y cubre todas las capitalizaciones de mercado y países. Además de la evaluación ESG, el fondo pone un énfasis especial en las valoraciones, centrándose en las empresas que disfrutan de ventajas competitivas en relación con el mercado. El fondo aplica una selección negativa para excluir todos los segmentos que tienen un impacto nocivo en la vida de las personas o en el medio ambiente.
Sycomore Sustainable Tech es una nueva incorporación a la gama de fondos SRI * de Sycomore AM, que ahora incluye 9 estrategias, junto con Sycomore Shared Growth, dedicado al capital social, Sycomore Happy @ Work, que hace hincapié en el capital humano, Sycomore Eco Solutions, centrado en capital natural, y Sycomore Next Generation, que se dedica a temas relacionados con las generaciones futuras. Las estrategias SRI de Sycomore AM ahora pesan más de € 5.6 mil millones, o el 74% de los activos totales de la empresa bajo administración.
