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España país de pandereta y genocidio

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España país de pandereta y genocidio
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España país de pandereta y genocidio
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#3271

Re: España país de pandereta y genocidio

das por hecho algo que no se ha producido y sobre lo que pienso sobre hacer justicia.....es muy facil quien incumple la ley que sea juzgado y condenado a la pena que corresponda, ni mas ni menos.

espero y deseo que si el tribunal supremo entiende que han cometido los delitos que tanto la fiscalia como la acusacion particular creen tener las pruebas para demostrar esos delitos se les condene y que paguen con la carcel los años que correspondan.

seamos serios serra y no te preocupes que si quieres les podras ir a ver a prision si son condenados

saludos compatriota

#3272

Re: España país de pandereta y genocidio

una pregunta serra y de donde has sacado lo de la contaminacion de la causa por culpa juzgado 13 ????

 

 

#3273

Re: España país de pandereta y genocidio

Te conozco por tus palabras que ya dicen mucho de ti. En cuanto a los consejos, no los necesito prefiero equivocarme yo solo.

#3274

Re: España país de pandereta y genocidio

lo primero que yo sepa ultimamente no te he dado ningun consejo....y que me conoces por mis palabras, te diria que andas muy desencaminado conmigo....jjj

saludos

#3275

Re: España país de pandereta y genocidio

Perdona, por tus palabras no, que no "te se" entiende normalmente. Quería decir por tus enlaces.

#3276

Re: España país de pandereta y genocidio

Pues yo no los enlaces yo no sé si no te habrás dado cuenta pero no son míos eh los copio y los pego jajaja anda saludos y aporta más por favor que aprendo mucho siempre contigo y lo digo sin coña

#3277

Re: España país de pandereta y genocidio

País de Pandereta.

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#3278

Re: España país de pandereta y genocidio

  • España

VILLAREJO AMENAZA A SÁNCHEZ CON REVELAR MANIOBRAS DEL CNI CONTRA JUECES E INTERESES DEL ESTADO

  • OKDIARIO

El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo, ha hecho difundir una carta abierta dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que le advierte de que en su defensa, no tendrá "más remedio de forma inminente" que revelar "la Verdad" sobre el CNI y su relación tanto con la Fiscalía Anticorrupción que le investiga en el marco de la operación Tándem como con "amenazas" a jueces de la Audiencia Nacional para que "dejen de investigar" temas que afectan a la institución.

#3279

Re: España país de pandereta y genocidio

Los fusilamientos de Paracuellos, el crimen de los republicanos en la Guerra Civil

El historiador británico Julius Ruiz analizó en «Paracuellos. Una verdad incómoda» (Espasa, 2015) las matanzas, uno de los acontecimientos más polémicos de la contienda

Silvia Nieto Silvia Nieto
@snieto91Seguir

MadridActualizado:11/01/2019 11:58h

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El estudio de las matanzas perpetradas por republicanos en el Madrid de la Guerra Civil ha estado teñido, durante años, de controversia. Para algunos, la investigación de esos hechos lleva implícita una defensa del golpe militar del 18 de julio o de la dictadura de Franco, cuando no una disculpa a la violenta represión acometida por el «bando nacional». Dejando atrás ese temor, el historiador británico  Julius Ruiz aporta en «Paracuellos. Una verdad incómoda» (Espasa, 2015) un relato equilibrado de los crímenes, repasando las disputas historiográficas que estudiosos de izquierda y derecha han mantenido estas últimas décadas. Ambos, como analiza en su trabajo, solo han sido capaces de ponerse de acuerdo en un punto que, además, es erróneo: que los asesinatos fueron incitados por los soviéticos, en concreto por los miembros de la policía secreta comunista, la  NKVD, que pululaban por Madrid.

La intervención extranjera como causa de los crímenes fue popularizada por  Ernesto Giménez Caballero, uno de los miembros de la corte literaria de la Falange, y próximo, aunque sus más y sus menos, a José Antonio Primo de Rivera. «Para él -cuenta Ruiz-, la idea de que Paracuellos fuese obra de extranjeros tenía toda la lógica del mundo, pues no le cuadraba con el  carácter hispánico».

El escritor sacaba esa conclusión por las comparaciones que hacía con la matanza de Katyn. Allí, en ese bosque, en la primavera de 1940, 22.000 polacos asesinados por los comunistas habían sido enterrados tras recibir un tiro en la nuca. En abril de 1943, tres años después, Giménez Caballero presenció, como reportero de ABC, la apertura de las fosas. Luego, en un libro titulado «La matanza de Katyn (Visión sobre Rusia)», y que Ruiz cita en su obra, afirmó: «Un español, por cruel que sea,  jamás es sádico y técnico en su crueldad. Pues si el español está poco dotado para la Técnica en general -en matemática, en ingeniería, en mecánica-, sería absurdo que lo estuviese para el asesinato científico». Así, deducía, fueron hombres de un país distinto los que alentaron los crímenes.

 

 

Desmintiendo a Gimenéz Caballero y a muchos estudiosos posteriores, Ruiz sostiene que los organizadores de las matanzas no necesitaron asesoramiento de fuera para llevarlas a cabo. Según el historiador, el  Comité Provincial de Investigación Pública (CPIP), una «organización revolucionaria» creada en agosto de 1936, fue el responsable de los «más de ocho mil asesinatos extrajudiciales» que se produjeron en la capital; muchos, además, se cometieron «antes de la llegada de los agentes de la NKVD a la España republicana». Un joven llamado  Santiago Carrillo, dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas y consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, a las riendas de la capital tras la huida del Gobierno a Valencia, «facilitó el necesario apoyo logístico y político» para los crímenes.

El «timón»

El papel de Carrillo en las matanzas comenzó a acaparar interés en las postrimerías del franquismo y al inicio de la Transición. Ruiz recuerda que, en febrero de 1975,  Luis Emilio Calvo-Sotelo, hijo del político asesinado días antes del estallido de la Guerra Civil, se «burló» del «aristócrata  José Luis de Vilallonga» por participar en la Junta Democrática, una organización opositora creada en julio de 1974 donde intervenían los comunistas: «[Carrillo] asumió personalmente el "timón" de la "operación Paracuellos"», recordó Calvo-Sotelo entonces.

Tiempo después, en enero de 1977, cuando solo quedaban cuatro meses para la legalización del Partido Comunista de España, y cuando las críticas contra Carrillo y su participación en Paracuellos arreciaban, ABC publicó un reportaje sobre la peripecia de  Ricardo Rambal, un abogado de 55 años que sobrevivió a uno de los fusilamientos, el del 28 de noviembre de 1936: «Hacía frío -recordaba en este periódico-, pero, créame, no lo notábamos. Llevábamos la ropa interior y el mono de la prisión, nada más, pero no notábamos el frío.  El miedo era la sensación más fuerte, no había lugar para sentir nada más».

A principios de los noventa, y también en las páginas de ABC,  Carlos Semprún Maura, que ejercía como contrapunto mordaz del brillante escritor Jorge Semprún, su hermano mayor, continuaba la polémica y reaccionaba a la publicación de las «Memorias» (Planeta, 1993) de Carrillo. El libro, explicaba en un artículo de abril de 1994, se merecía ser triplemente galardonado con «el Nobel, el Cervantes y el Nadal de la mentira», ya que el político comunista obviaba que había ordenado «la matanza de Paracuellos» -punto que Ruiz desmiente, sí culpándole de conocer y contribuir a los crímenes- y guardaba silencio sobre su «sendero luminoso de asesinatos, mentiras y traiciones».

Lo cierto es que  Carlos Semprún, que había militado en el PCE, conocía bien a Carrillo, y, en ese texto, aprovechaba para recordar algunas de las vivencias que habían compartido años atrás. La primera, en Budapest, en el año 1949, cuando el comunista arengó a un grupo de jóvenes para que emprendieran la «lucha armada» contra el franquismo: «No podía elegir, no podía saber -les decía, presentándose como « bolchevique indómito»- quiénes íbamos a morir en la gesta heroica y quiénes íbamos a sobrevivir».

«Éramos "simpatizantes", futuros  tontos útiles», se lamentaba Semprún, que también contaba cómo años después, en 1952, el partido «requisó» una casa de su familia en las afueras de París, donde los líderes de la formación -Carrillo incluido, lógicamente- se habituaron a celebrar sus reuniones. Lo que escuchó allí le dejó atónito, quizá por el acento poco épico en el que trasncurrían las charlas: los camaradas calificaban de «vieja puta» a  Dolores Ibárruri, «la Pasionaria»; su pareja,  Francisco Antón, era «su chulo Paco».

«Lo más horrible»

El afán por aclarar las matanzas de Paracuellos llegó a crear situaciones sorprendentes. Ruiz cuenta cómo, a principios de los ochenta, la editorial Argos Vergara publicó dos libros que narraban los crímenes de Paracuellos desde perspectivas encontradas: el del hispanista británico  Ian Gibson, titulado «Paracuellos: cómo fue», y el del historiador español  Carlos Fernández Santader, llamado «Paracuellos: ¿Carrillo culpable?». La presentación, celebrada en Madrid el 14 de febrero de 1983, corrió a cargo de la periodista Pilar Urbano, y contó, entre los asistentes, con los investigadores, los descendientes de las víctimas de las matanzas y con  Enrique Líster, el famoso general comunista que había combatido en la Guerra Civil. Ruiz, citando el reportaje que ABC hizo del evento, y publicado al día siguiente, describe el caos que se desató en el Club Internacional de Prensa, donde tenía lugar el acto.

Según  Alfredo Semprúnautor de la crónica, allí se congregó «la rabia de las dos Españas». La intervención de Enrique Líster, que habló sobre «lo que ocurría en el frente de Madrid en aquellas fechas», en referencia a la Guerra Civil, fueron acalladas por los descendientes de las víctimas, que protestaron. «Pilar Urbano -se leía en ABC- se veía obligada a recalcar que junto a Paracuellos también habían existido Badajoz, Guernica y Granada». Así, la periodista citaba los  crímenes del bando franquista durante la contienda: en agosto de 1936, unos 2.000 milicianos habían sido asesinados en la plaza de toros de la ciudad extremeña, y, en abril de 1937, los bombardeos habían borrado del mapa a la localidad vasca. Por su parte, Fernández Santander y Gibson discutieron, y Urbano abroncó a ambos, acusándoles de «frívolos» y de «ahondar heridas», y calificando su trabajo de «insensatez». Al final, Rafael Vela, un superviviente del conflicto, zanjó el escándalo con una frase de la que se hace eco Ruiz en su libro: «Es  lo más horrible que nos pudo pasar».

Una clase de víctimas

Junto a los caídos y dando la espalda a los verdugos, el historiador británico termina su libro con una reflexión que vale la pena reproducir. Ruiz lamenta que las víctimas de la  represión franquista fueran «estigmatizadas» y que todavía busquen a sus familiares, ya que «no pudieron averiguar qué había pasado con sus parientes y allegados ni siquiera una vez terminada la Guerra Civil». Y luego, con gran lucidez, y tras recordar la dignidad de los por mucho tiempo olvidados, concluye: «Pero, pese a todo, poco alivio para el dolor emocional sentido por quienes perdieron a sus familiares en las sacas de Madrid fue el hecho de que el suyo terminara siendo el bando vencedor en 1939. Tratar de minimizarlo equivale a defender la existencia de  dos clases distintas de víctimas».

Mejor, como  Melchor Rodríguez, salvar a seres humanos, con independencia del  color de su ideología.

#3281

Asociacion para la recuperacion de la memoria historica.Yolanda Gonzalez

http://memoriahistorica.org.es

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Tenim futur, tenim memòria. Foc a les mans per teixir la història. Portem en elles un llarg camí. Viure vol dir prendre partit. No volem fum, no volem dreceres. Aquí no venim a fer volar banderes. Comptem amb tu, ara no pots fallar. Un dia u per tornar a començar. Gent de mar, de rius i de muntanyes. Ho tindrem tot i es parlarà de vida. Gent de mar, de rius i de muntanyes. Ho tindrem tot i es parlarà de vida. Anem lluny, serem molts empenyent endavant. Qui sembra rebel·lia, recull la llibertat. Que no ens guanyi la por. El demà avui és nostre. Tu i jo agafant l’horitzó. Ara i aquí és el moment del poble. No serà nostre si no hi som totes. És part de tu, també és part de mi. Viure vol dir prendre partit. No tenim a les mans els problemes del món. No hi tenim totes les solucions. Però venim amb coratge i amb somnis gegants. I pels problemes del món tenim les nostres mans. Res per nosaltres; per a totes, tot. A la por i al racisme, calar-hi foc. Qui treballa la terra se la mereix. El poble mana, el govern obeeix. Nuestras manos seran nuestro capital. Quien mueva el engranaje debe decidir. Crear, construir consciencia popular. Eterna divisa que nos guia; vivir llibres o morir. Gent de mar, de rius i de muntanyes. Ho tindrem tot i es parlarà de vida. Gent de mar, de rius i de muntanyes. Ho tindrem tot i es parlarà de vida. Anem lluny, serem molts empenyent endavant. Qui sembra rebel·lia, recull la llibertat. Que no ens guanyi la por. El demà avui és nostre. Tu i jo agafant l’horitzó. Serem llum, serem molts empenyent endavant. Som futur i alegria seguint el pas dels anys. Que no ens guanyi la por. El demà avui és nostre. Tu i jo agafant l’horitzó. Gent de mar, de rius i de muntanyes. Ho tindrem tot i es parlarà de vida. Gent de mar, de rius i de muntanyes. Ho tindrem tot i es parlarà de vida.

Txarango - Agafant l'horitzó (ft. G. Humet, Aspencat, C. Freixas, Les Kol·lontai i Ascensa Furore)

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Txarango - Tanca els ulls (Videoclip Oficial)

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La placa de Yolanda González: cuatro ataques en dos meses contra el recuerdo de la joven asesinada por la ultraderecha

https://www.eldiario.es/madrid/placa-Yolanda-Gonzalez_0_855664775.html

Un saludo

#3282

Re: Asociacion para la recuperacion de la memoria historica.Yolanda Gonzalez

"Arturo Ruiz (asesinado de un disparo de un ultraderechista en 1977 en una manifestación contra la Amnistía), Carlos González (asesinado con 21 años en 1976 al finalizar una concentración tras el primer aniversario de los últimos fusilamientos franquistas), Mari Luz Nájera (fallecida tras ser golpeada por un bote de humo lanzado por la policía en las protestas por la muerte de Arturo Ruiz), Vicente Cuervo (asesinado en 1980 tras un mitin ultraderechista en Vallecas)".

Fonseca recita los nombres casi de carrerilla y lanza una reflexión sobre el relato plácido y modélico de la Transición que se quiere legar a las próximas generaciones. "Hubo muchos estudiantes que murieron y de eso no se cuenta nada, y aunque fue un periodo lleno de logros, tiene también sus sombras. Se ha hecho una tabla rasa y las cosas que no nos gustan se ha decidido no hablar de ellas. Tenemos la idea de que la democracia fue otorgada por una élite política, reducida al rey Juan Carlos y a Adolfo Suárez, pero fue conquistada por gente que como Yolanda", valora.

¿Por qué Yolanda se ha convertido en un símbolo, siendo tantos los estudiantes muertos por las balas al aire o asesinados por comandos ultraderechistas? "Su muerte encierra circunstancias de especial crueldad.

Una chica vasca de 19 años recién cumplidos. La vigilan, la secuestran haciéndose pasar por policías, la llevan a  un descampado en la carretera entre Alcorcón y San Martín de Valdeiglesias y la pegan a sangre fría dos tiros en la cabeza. No hay otro caso que reúna circunstancias de tal brutalidad. Hay una serie de circunstancias que recuerdan a los paseos de los falangistas en la Guerra Civil, y no hay otro que se le aproxime. Es símbolo de aquella generación de diecimuchos, veintipocos, y que se echó a la calle para afianzar las frágiles libertades que acabábamos de recuperar.

Conviene no olvidar que la  Operación Galaxia y el 23-F ocurrieron en ese tiempo", recuerda Fonseca que reivindica "una deuda de justicia y de memoria" con las víctimas de la extrema derecha en la Transición. "Tenemos un recuerdo con las víctimas de ETA, la década de los 80 fue la más sangrienta, pero nos hemos olvidado de las víctimas de los grupos ultra, que actuaban con la connivencia o la complicidad de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado", asegura.

De hecho,  el condenado a 43 años de cárcel por la muerte de Yolanda, Emilio Hellín Moro, fue contratado en diversas ocasiones para impartir cursos a las fuerzas de seguridad, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional entre los años 2006 y 2011 con su empresa News Technology Forensics.

Hasta la colocación de una nueva placa en los jardines que reemplace la anterior, aún persiste la que los propios vecinos colocaron en 2013 en la estatua de La chica que lee, junto a la estación de Cercanías de Aluche. "Es una obra de un escultor asturiano, que nos pareció que podíamos asociar al recuerdo de Yolanda. Es una joven que lleva cuadernos como una estudiante, como Yolanda. Entonces no tenía un sitio propio", señala Ruiz.

"A Yolanda González y a todos los asesinados por el fascismo. No os olvidamos", reza. Y no la olvidan. Desde la asociación preparan unos actos con los que contestar a los ataques a la placa. "Quizá sean en febrero, en el 39 aniversario de su muerte. Seguiremos luchando y reivindicando su memoria", avisa Ruiz.

 

Ska-P - Lucrecia (μεταφρασμένο στα ελληνικά)

Un saludo

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