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Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

107 respuestas
Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona
Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona
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#31

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Había contestado con un simple signo de exclamación porque en tu mensaje sólo aparecía una "Y".
Alcarado eso, creo que tienes mucha razón, hay que imponer un mínimo de autoridad en todas las facetas que tengan que ver con la convivencia ciudadana. Pero supongo que el problema que apuntas no será de ahora mismo sino que viene de antaño ¿O me equivoco?

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#32

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Yo creo que hay mucha diferencia cuando el dueño alquila alguna habitación pero él mismo vive en el piso. Si hay escándalos nocturnos será el primero que los solucionará por la cuenta que le tiene.
En mis años mozos, recuerdo que yo mismo estuve de "patrona" en Madrid y había mucha formalidad.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#34

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

menos mal.....el corregir es de sabios

La Torre Agbar no se verá afectada por la moratoria hotelera decretada por el Ayuntamiento de Barcelona, según su propietario, el fondo de inversión Emin Capital, que además ha garantizado que el emblemático edificio mantendrá su iluminación.

En un comunicado, Emin Capital asegura que ayer responsables del área de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona les notificaron que "será posible presentar y tramitar el proyecto para la transformación de la Torre Agbar para uso hotelero".

"Esta excepción deja el proyecto de la torre Agbar fuera de la suspensión de tramitación de planeamiento y licencias acordada el 2 de julio por el ayuntamiento, y está justificada en tanto que Emin Capital solicitó el certificado de régimen urbanístico que prevé el artículo 105 de la Ley de Urbanismo, con fecha anterior a la efectividad de la moratoria publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona", asegura Emin Capital.

El presidente de Emin Capital, Jordi Badia, agradece a la teniente de alcalde Janet Sanz y al área de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona su colaboración y buena disposición para facilitar una inversión que "contribuirá significativamente a la actividad económica de la ciudad".

#35

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Una cosa son los hoteles y otra muy distinta el mal uso de las viviendas.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#36

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

#37

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Este jueves se ha conmemorado el 70 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica contra Hiroshima. Miles de actos de homenaje se han sucedido por todo el mundo para recordar a las decenas de miles de muertos de aquel fatídico día. También en España se ha recordado dicha tragedia. Uno de estos lugares ha sido el Ayuntamiento de Barcelona, que a pesar de la gravedad ha querido instrumentalizar este día.

De este modo, el número dos de Ada Colau en el consistorio barcelonés, Gerardo Pisarello, ha hecho un comentario no demasiado acertado a través de Twitter al comparar Hiroshima y Barcelona. "En Barcelona todos sabemos lo que son los bombardeos de civiles. Hiroshima en el recuerdo", afirmaba a través de la red social.

Sin embargo, Pisarello no se ha quedado ahí sino que ha ido más allá a través de una nota de prensa del Ayuntamiento de Barcelona en la que incidía en esta comparación. El texto aseguraba que "varias ciudades catalanas y del Estado español, con Barcelona a la cabeza, habían sido pocos años antes un primer campo de pruebas de los ataques aéreos contra ciudadanas y ciudadanos corrientes. La capital catalana fue una de las primeras grandes urbes del mundo a sufrir las devastadoras consecuencias de los primeros ataques aéreos de este tipo de la historia, protagonizados por los ejércitos fascistas durante la Guerra Civil.

#38

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Marxism is a worldview and a method of societal analysis that focuses on class relations and societal conflict, that uses a materialist interpretation of historical development, and a dialectical view of social transformation. Marxist methodology uses economic and sociopolitical inquiry and applies that to the critique and analysis of the development of capitalism and the role of class struggle in systemic economic change.

In the mid-to-late 19th century, the intellectual tenets of Marxism were inspired by two German philosophers: Karl Marx and Friedrich Engels. Marxist analyses and methodologies have influenced multiple political ideologies and social movements. Marxism encompasses an economic theory, a sociological theory, a philosophical method, and a revolutionary view of social change.[1]

There is no single definitive Marxist theory; Marxist analysis has been applied to diverse subjects and has been misconceived and modified during the course of its development, resulting in numerous and sometimes contradictory theories that fall under the rubric of Marxism or Marxian analysis.[2]

Marxism builds on a materialist understanding of societal development, taking as its starting point the necessary economic activities required to satisfy the material needs of human society. The form of economic organization or mode of production is understood to give rise to, or at least directly influences, most other social phenomena – including social relations, political and legal systems, morality and ideology. Thus, the economic system and social relations are called a base and superstructure. As the forces of production (most notably technology) improve, existing forms of social organization become inefficient and stifle further progress. These inefficiencies manifest themselves as social contradictions in the form of class struggle.[3]

According to Marxist analysis, class conflict within capitalism arises due to intensifying contradictions between highly productive mechanized and socialized production performed by the proletariat, and private ownership and appropriation of the surplus product in the form of surplus value (profit) by a small minority of private owners called the bourgeoisie. As the contradiction becomes apparent to the proletariat, social unrest between the two antagonistic classes intensifies, culminating in a social revolution. The eventual long-term outcome of this revolution would be the establishment of socialism – a socioeconomic system based on cooperative ownership of the means of production, distribution based on one's contribution, and production organized directly for use. Karl Marx hypothesized that, as the productive forces and technology continued to advance, socialism would eventually give way to a communist stage of social development. Communism would be a classless, stateless, humane society erected on common ownership and the principle of "From each according to his ability, to each according to his needs".

Marxism has developed into different branches and schools of thought. Different schools place a greater emphasis on certain aspects of classical Marxism while de-emphasizing or rejecting other aspects of Marxism, sometimes combining Marxist analysis with non-Marxian concepts. Some variants of Marxism primarily focus on one aspect of Marxism as the determining force in social development – such as the mode of production, class, power-relationships or property ownership – while arguing other aspects are less important or current research makes them irrelevant. Despite sharing similar premises, different schools of Marxism might reach contradictory conclusions from each other.[4] For instance, different Marxian economists have contradictory explanations of economic crisis and different predictions for the outcome of such crises. Furthermore, different variants of Marxism apply Marxist analysis to study different aspects of society (e.g. economic crises or feminism).[5]

These theoretical differences have led various socialist and communist parties and political movements to embrace different political strategies for attaining socialism and advocate different programs and policies from each other. One example of this is the division between revolutionary socialists and reformists that emerged in the German Social Democratic Party (SPD) during the early 20th century. Similarly, although the Bolsheviks of Russia declared Leninism and later Marxism–Leninism to be the only legitimate development of Marxism, the Mensheviks and many other social democrats worldwide considered them totalitarian deviations.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#39

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Barcelona

Retirar el busto del rey Juan Carlos en el salón de plenos del Ayuntamiento ha sido una de las pocas medidas que ha tomado Ada Colau en estos meses de Gobierno. La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, envió un requerimiento a la alcaldesa para que, de acuerdo con la normativa vigente, colocase "en un lugar preferente del salón de sesiones" una efigie del actual jefe de Estado, el rey Felipe VI. Un requerimiento que, por ahora, no ha tenido respuesta desde el consistorio barcelones.

Las contrataciones han sido también un tema espinoso en varios de estos "ayuntamientos del cambio". Barcelona en Común contrataba a la pareja de Colau, Adria Alemany, poco después de llegar al poder en el consistorio. Algo muy parecido a lo que hacía su número dos, Gerardo Pisarello, que ya tiene a su pareja como asesora del área de vivienda.

Pero el fichaje más polémico ha sido probablemente el su directora de Comunicación, Águeda Bañón, una "artista post-porno" que se fotografió orinando en distintas calles, entre ellas en plena Gran Vía de Murcia.

Algunas decisiones son igualmente polémicas pero bastante más dañinas: en la que es probablemente su única medida de calado en nuevo consistorio ha decretado una moratoria turística: Barcelona no tendrá más hoteles hasta que Colau y su equipo lo decidan.

En los últimos días Colau ha suprimido las misas de los actos oficiales pero se ha adherido a otra ceremonia casi religiosa: la marcha independentista de la próxima Diada, firmando un acuerdo con Mas que incluye un nuevo tranvía.

#40

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Vuelve la campaña gratuita. A este paso Colau se va a perpetuar.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#41

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Colau vende humo: el 70% de los demandantes de vivienda pública renuncia al piso

La mayoría de los adjudicatarios de una VPO en Barcelona acaba renunciando al inmueble porque no le gusta la zona o el piso, entra otras razones.

#42

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

La moratoria hotelera de Colau puede costar 1.400 millones a Barcelona

Los hoteles afectados por el parón amenazan con denunciar al Ayuntamiento de Barcelona por daños y perjuicios.

#43

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

#44

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Antes de ser alcaldesa, Ada Colau era Supervivienda, una actriz embutida en licra que frenaba desahucios, según es fama. En aquellos tiempos del disfraz de la abeja Maya, Ada todo lo podía y todo lo resolvía. Era la santita de Villa Desahucio, la Meridiana murciana que ahora quieren llenar de separatistas por colores, el tramo gay, el de los bomberos voluntarios, los niños cantores de Montserrat y los seteros por la independencia.

Ahora, de primera edil, Ada ha perdido los poderes que la catapultaron al Ayuntamiento. Ha cambiado el pijama de Supervivienda por una vara que no tiene magia. Un drama. Lo tiene escrito en su diario, directo al consumidor para que no le malinterpreten los periodistas:

Aparentemente tengo más poder que nunca, y sin embargo en cierto sentido me siento más impotente: a diferencia del activismo social en el que he estado muchos años, ahora no puedo actuar para dar respuesta a casos individuales. Utilizar el poder que da la alcaldía para resolver casos individuales que acceden a mí por vía personal podría ser considerado clientelismo, incluso tráfico de influencias.

En resumen, que está harta de no poder dar un paso sin que se le acerque alguien con el cuento de que es más triste pedir que robar, siempre rodeada por pedigüeños de palmas abiertas y ojos hundidos, de pobres que compraron los sueños de la renta mínima de ciudadanía, de la moneda propia, de las casas gratis, del maná podemita. Quieren su parte y la quieren ya, pero Ada no puede atenderlos a todos y a ninguno. Sería clientelismo. O peor, tráfico de influencias. Ha aprendido por la vía rápida, mujer de inteligencia viva. Los que le han dado trabajo le piden trabajo. Vaya ocurrencia.

Hacer promesas no es delito, pero cumplirlas sí, según la nueva teoría de Colau. Que le piden trabajo, se queja. Los desesperados se le acercan y en vez de alabar la moratoria hotelera o felicitarle por su hazaña de retirar el busto del Rey emérito piden trabajo, casi lo exigen, le recuerdan todo ese discurso de la dignidad, de los derechos, del hambre y de los ricos. Lloran y ella no puede hacer nada. Sería clientelismo, como mínimo. ¡Qué barbaridad!

Ada está ahíta, harta de gente que pide y sólo sabe pedir. Hasta más allá de gente que le para, gente que le quita tiempo, que le molesta, que no respeta su perímetro físico de seguridad ni sus derechos de imagen. El pasado 9 de agosto anotaba en su diario que el ABC le había retratado a traición, sin su consentimiento:

Termino con una sencilla reflexión: si a quienes somos más accesibles y nos esforzamos por llevar una vida normal, a pesar de nuestro cargo y visibilidad, se nos penaliza y se utiliza esa normalidad en contra nuestra, se acaba provocando lo que no nos gusta: que los políticos se bunquericen, se escondan. Yo no quiero caer en eso, pero que eso no suceda es responsabilidad colectiva. En la medida de lo posible quiero seguir a pie de calle, usando los servicios públicos o bañándome en la playa, sin temer fotos por la espalda.

Una "responsabilidad colectiva" que la alcaldesa no se bunquerice. Ada ya es casta. Ada es una diva. Se esfuerza por llevar una "vida normal" y quiere "seguir a pie de calle", pero no puede con la gente. Le roban fotos y le piden trabajo y no autógrafos. A ella, la alcaldesa. Inaudito. Supervivienda era mentira.

Pablo Planas

#45

Re: Ada Colau declara la guerra al turismo en Barcelona

Este Pablo no sé ni quién es, pero parece que quiere hacerle la competencia como machista a un tal Rojo.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

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