El comportamiento de los mercados frente a la expansión del Covid-19 en Estados Unidos. Análisis de Tikehau
La prensa estadounidense considera que el cierre de tiendas Apple Store en Estados Unidos es un buen indicador sobre la progresión del virus. Apple anunció en los diez últimos días que cerraría sus tiendas físicas en Florida, Arizona, Carolina del Norte y Carolina del Sur debido al
considerable aumento de casos en estos estados. La media semanal de nuevos casos en Estados Unidos todavía sigue aumentando, con un incremento también de las hospitalizaciones, que ya se extienden por 14 estados, y un crecimiento en el número de casos de más del 5% por semana.
Este incremento afecta actualmente a 25 estados, incluyendo a Arizona, Texas, Florida y Oklahoma. Observamos un desarrollo que no es muy positivo y que será problemático ya que entre el 30% y el 40% del PIB mundial lo aportan países en los que el virus todavía se encuentra en fase de expansión.
Probablemente, esta es la razón por la que el Fondo Monetario Internacional ha degradado sus previsiones de crecimiento económico a nivel mundial del 4,9% al -4,9% para el año 2020 (hasta la fecha, la previsión era del -3%). Por lo tanto, nos encontramos con una contracción de -4,9% del PIB mundial para este año y para 2021 se estima en +5,4% (esta previsión era de +5.8% antes de la revisión de la cifra).
Pero, a pesar de estas previsiones, los valores de renta variable y, en concreto, los estadounidenses, van camino de su mejor trimestre en 50 años (datos a fecha de 30 de junio).
Se continúan anunciando programas de medidas y estímulos de forma bastante sorprendente en las economías desarrolladas.
La administración de Trump está ahora tratando de impulsar un programa de un trillón de dólares de gasto en infraestructuras. Para tomar un poco de perspectiva sobre las cifras, ajustando a la inflación, el paquete fiscal anunciado por el gobierno de 3,7 trillones de dólares para responder a la crisis del Covid-19 es 20 veces superior al gasto realizado durante el plan Marshall y más de cuatro veces el gasto durante la guerra de Vietnam.
La suma de ambas será financiada por las compras de la Fed.
Recuperación del consumo y nueva presidencia de la Unión Europea
Sobre el consumo americano, las ventas minoristas del mes de mayo han sido un 8% inferiores
que en febrero (considerando el mes de febrero como la base de referencia pre-crisis). Sin
embargo, una caída del 8% supone una gran mejoría respecto al pronóstico inicial del pasado mes de abril del -22%.
Para los inversores, la pregunta sobre si esto supondría un revenge spending (gastos que buscan
compensar los meses en los que no ha habido consumo) sigue abierta. Hay buenas razones para
pensar que la recuperación del consumo es real a pesar de la expansión de la epidemia en Estados Unidos.
Por ejemplo, las ventas de retail online representan más del 40% del consumo discrecional en el país y este sector nunca había sido tan fuerte.
El pasado 1 de julio se vio marcado por la toma de presidencia de la Unión Europea por parte de
Alemania con una prioridad: preservar la UE, con 27 países miembros, de los efectos de la peor
crisis económica de la historia. Angela Merkel habló frente al Bundestag y recordó que el papel
de Alemania es el de preservar la Unión Europea frente a la amenaza del estallido de su unión.
Por lo tanto, las expectativas de la presidencia alemana de la UE no son extremadamente elevadas ya que se ha subrayado que el estallido de la Unión Europea podría no acontecer y que Alemania lo haría todo por evitarlo.
Mercados de crédito y bonos
En el mercado de crédito todavía encontramos cifras impresionantes en las emisiones de
leverage loans en Estados Unidos para financiar operaciones de leverage buyouts, fusiones y
adquisiciones, que estarán al menos en junio de vuelta a niveles pre-pandemia. El mes de junio
deberá ser el más importante en términos de emisiones de leverage loans desde el mes de febrero, cuando las emisiones alcanzaron 15.800 millones de dólares.
En el mercado de bonos high yield, hace quince días, se alcanzó un nuevo record con 3.000
millones de dólares emitidos en una sola semana. Para el mes de junio deberíamos estar en
torno a 45.000 millones de dólares en emisiones high yield, convirtiéndolo en el mes con más
emisiones de bonos de este tipo en la historia de Estados Unidos. Para este año, las estimaciones apuntan a 300.000 millones de dólares de emisiones y en 2020 representaría prácticamente el tamaño de la totalidad del mercado europeo de high yield. En cuanto a los fallen angels (bonos de empresas que tenían una calificación de Investment Grade y que fueron degradados a high yield) nos situamos actualmente en 123.000 millones de dólares de bonos degradados en Estados Unidos.
Las previsiones se mantienen en torno a 200.000 millones para todo 2020.
Tensiones entre China e India
China e India, dos grandes economías y centros de población en Asia, están experimentando
tensiones en su frontera que, hace algunas semanas, conllevó desgraciadamente a la muerte de
varios soldados de ambos países. Este hecho ha avivado el miedo a una escalada militar entre las dos potencias nucleares.
En nuestra opinión, el riesgo está bastante contenido en la medida en que China e India son
ahora importantes socios comerciales. China es el mayor socio comercial de India desde 2008 y
la relación comercial está en favor de China ya que India compra bienes de consumo a este país
(equipos electrónicos, medicamentos y exporta sobretodo materias primas y productos químicos).
Las cifras son destacables: China representa el 82% de las importaciones de semiconductores en India, el 81% de antibióticos, el 75% de los principios activos para la industria farmacéutica y el 73% en equipos de telecomunicaciones.
Por lo tanto, la dependencia de India a la encomia china y, más concretamente las
exportaciones chinas, hacen difícil la eliminación de la relación bilateral entre ambos países.
Las firmas chinas están también muy invertidas en India, exportan mucho, pero también invierten
mucho en este país y, por lo tanto, tiene igualmente mucho que perder si India tomase una
alternativa dura frente a China. En caso de que esto suceda, el mayor perdedor sería probablemente la economía india, ya que su crecimiento esperado este año presenta una contracción por la primera vez desde 1979 con más de 100 millones de personas que no tienen empleo. Por lo tanto, el gobierno indio está obligado a fomentar inversiones para generar empleos.
Si las empresas chinas tuviesen que retirarse de India, se agravarían todavía más los problemas económicos del país.
En China, el país continúa maniobrando para proseguir su apertura al mercado de capitales en
este escenario post-Covid. Pekín ha revelado toda una serie de medidas que pretenden
suavizar la apertura de los mercados de capitales, en concreto los flujos hacia empresas privadas.
Este movimiento no tiene nada de anodino ya que hay inquietud en la capacidad de las
empresas tecnológicas chinas de contar con el mercado americano en caso de tensiones entre China y Estados Unidos. De esta situación podría beneficiarse Hong Kong, que ha visto a lo largo de las últimas semanas una ola de registros de empresas chinas continentales. Así, Shanghái debería ser el gran ganador en esta tendencia.