No suena a reflexión demasiado solidaria, sin pretender crear polémica me recuerda el mal llamado
poema (mejor sermón) de Niemöller, pero te afectará (teóricamente) menos ¿para bien o para mal?
Cuando un fondo de inversión absorbe una sicav lo que está claro es que los accionistas mayoritarios de dicha sicav son los únicos que pierden de inmediato y, por supuesto, me estoy refiriendo a la influencia sobre la gestión propiamente dicha, lo demás está por ver. Una de las diferencias reales entre una sicav y un fondo de inversión es que en el primer caso si los resultados no satisfacen se puede cambiar a la gestora, en el segundo solo puede irse el partícipe descontento. Un accionista que se convierte en partícipe lo tiene muy presente antes de dar el salto.