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La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes

3 respuestas
La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes
La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes
#1

La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes

El sindicato denuncia que la tasa de paro entre los menores de 25 años se elevó hasta el 37,46% en el último trimestre de 2017, situando la cifra total de jóvenes desempleados en más de medio millón, mientras que para los menores de 35 años la cifra de parados subió hasta 1.438.100.

UGT ha advertido este sábado de que la precariedad laboral ha extendido el "efecto desánimo" entre los jóvenes, como evidencia, a su juicio, la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2017, que arrojó un descenso trimestral de los activos menores de 25 años de 120.200 personas con respecto al trimestre anterior, un 8%.

El sindicato denuncia que la tasa de paro entre los menores de 25 años se elevó hasta el 37,46% en el último trimestre de 2017, situando la cifra total de jóvenes desempleados en más de medio millón (558.200), mientras que para los menores de 35 años la cifra de parados subió hasta 1.438.100.

Las mayores subidas trimestrales del paro juvenil se dieron en Castilla-La Mancha y Asturias, con valores superiores al 15%, pero destaca también el caso de Melilla, donde se duplicó la cifra de parados jóvenes respecto al trimestre anterior, hasta situarse en 2.500 desempleados, un 68,59%.

UGT advierte además de que, según la EPA del cuarto trimestre del año pasado, el 72% del total de asalariados menores de 25 años (877.300) tiene un contrato temporal, en tanto que entre los menores de 30 años esta modalidad de contratación representa el 57%.

"Sólo el 28% de los contratos son indefinidos, una cifra insuficiente que implica que a menor edad, mayor probabilidad de tener un contrato precario. La pérdida de empleo junto con el modo de acceso al mercado de trabajo, que para la juventud suele ser por la vía de la temporalidad en la mayoría de los casos, hace a este colectivo mucho más vulnerable", alerta el sindicato.

Por ello, UGT insta a poner en marcha una estrategia por el empleo juvenil, que tenga realmente efectos positivos frente al desempleo, la precariedad y la "explotación".

En este sentido, la organización que dirige Pepe Álvarez insta a los partidos políticos a "dejar de lado sus respectivos intereses electoralistas" y desarrollar una nueva estrategia más eficaz que aborde de manera integral la situación de los jóvenes. "Es necesario un verdadero compromiso con el empleo juvenil", subraya.

Además, el sindicato destaca que los planes de empleo territoriales pueden contribuir a disminuir los elevados niveles de desempleo juvenil, así como evitar el abuso de las contrataciones temporales y el subempleo.

UGT aboga también por la vigilancia y el seguimiento de la contratación temporal para que cumpla con su verdadera finalidad; utilizar el contrato en prácticas frente al sistema actual de becas como forma de adquisición de experiencia, o facilitar el acceso al empleo de los trabajadores jóvenes con las mismas garantías que los trabajadores de más edad.http://www.expansion.com/economia/2018/02/10/5a7ec72322601db8108b4578.html

#2

Re: La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes

Hola, en este país el único empleo posible es ser funcionario. Por eso hay tantas oposiciones y tantos opositores de edad y procedencia dispar. Algunos jóvenes con carrera no quieren un salida laboral que sea una oposición, pero el mercado laboral es como los datos que adjuntas, lamentable, y terminan después de un peregrinar con bajo sueldo y malas condiciones en un puesto de la administración. Queda la duda de si hay demasiados.
Un saludo

#3

Re: La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes

Buenas, Carlos2011.

 

Informe de caixabank Research sobre el empleo en España:

 

Evolución salarial y subempleo en el mercado laboral español

 

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Evolución salarial y subempleo en el mercado laboral español Evolución salarial y subempleo en el mercado laboral español Evolución salarial y subempleo en el mercado laboral español

Uno de los principales elementos que determina la evolución salarial a lo largo del ciclo económico es el grado de saturación del mercado laboral. Este se suele medir me­­diante la tasa de paro: un elevado número de personas desempleadas indica que hay margen para aumentar la producción y contratar más trabajadores sin que se generen presiones salariales. A medida que una economía se adentra en la fase madura del ciclo y la tasa de paro se reduce, las presiones salariales tienden a aumentar, ya que a las empresas les es más difícil atraer a nuevos trabajadores.1

Como puede observarse en el primer gráfico, la tasa de paro en España ha descendido de forma notable desde el punto máximo alcanzado en 2013 (acumula un descenso de 9,5 p. p.) y se encuentra 6,8 p. p. por encima del nivel precrisis. En este sentido, aunque todavía se encuentra en cotas relativamente elevadas, si se mantiene este ritmo de descenso, pronto se podría emplazar en registros en los que históricamente el crecimiento de los salarios ha aumentado.

Sin embargo, en la etapa de recuperación actual, la tasa de paro no es el mejor indicador para medir el grado de saturación del mercado laboral, puesto que se ha producido un notable aumento del número de trabajadores con un contrato a tiempo parcial que desearían trabajar más horas. Ello hace que el grado de saturación sea inferior al que sugiere la tasa de paro. Para capturar mejor el grado de saturación del mercado laboral utilizamos la tasa de subempleo, que incluye tanto el número de parados como el empleo parcial involuntario.

Así, aunque la tasa de subempleo también se ha reducido de forma notable en los últimos años, esta todavía se encuentra 10,3 p. p. por encima de los niveles precrisis. De hecho, el porcentaje de la población activa que se encuentra en situación de empleo parcial involuntario (un 7% en el 3T 2017, que representa un 58% de los ocupados a tiempo parcial) apenas se ha reducido desde que se inició la recuperación en 2013. El análisis de la relación entre la tasa de subempleo y el crecimiento de los salarios (la curva de Phillips modificada) sugiere que, dado el elevado nivel de subempleo, es de esperar que los incrementos salariales para el conjunto de la economía sigan siendo relativamente contenidos.

Pero ¿hay diferencias relevantes entre sectores? El tercer gráfico muestra que la situación es muy distinta entre ellos. Así, en la hostelería, las actividades recreativas y las administrativas, o en la construcción, tanto la tasa de desempleo como la de subempleo siguen siendo relativamente elevadas.2 Además, hay algunos sectores que tienen una tasa de paro relativamente baja pero, en cambio, el empleo parcial involuntario es elevado (educación, sanidad y otros servicios). Por el contrario, en el lado opuesto encontramos varios sectores con niveles bajos de desempleo y subempleo. Por tanto, aunque en conjunto se espera que el crecimiento de los salarios se mantenga relati­­vamente contenido, también es probable que haya di­­ferencias notables entre sectores.

1. La relación negativa entre la tasa de paro y el crecimiento de los salarios se conoce como la curva de Phillips.

2. El desempleo a nivel sectorial tiene en cuenta el sector de actividad del último empleo del trabajador si ha trabajado en el último año. Se excluyen, por tanto, los desempleados de larga duración, que representan cerca de un 50% del total.

http://www.caixabankresearch.com/evolucion-salarial-y-subempleo-en-el-mercado-laboral-espanol

 

Está claro que el salario no es el adecuado en gran parte de los casos, está claro que las condiciones laborales y las exigencias por parte de los empresarios están más cercanas a la esclavitud aque a un trabajo digno, está claro que es mmuy difícil encontrar empleo, estáclaro..., todo muy claro.

Pero también está claro que volvemos a caer en los mismos errores; abandono de los estudios y la formación para mejorar las posibilidades de obtener un empleo de mejor calidad en aras de obtener un salario inmediatro aunque más bajo, con peores condiciones laborales y con menores perspectivas de mejora.

 

Cien mil jóvenes dejan de estudiar para trabajar en los últimos cuatro años animados por mejora laboral

En la actualidad hay más de medio millón de ocupados menores de 24 años cuya formación no supera la etapa secundaria obligatoria, de los que 100.000 se han ido incorporando al mundo del trabajo desde 2014, la mayoría de ellos (60.000) en 2017.

http://www.expansion.com/economia/2018/02/11/5a801036468aebcd6c8b4598.html

 

Vuelvo a incidir en algo que me parece esencial y que estoy machacando en otros hilos:

-formación continuada

-adaptación a los cambios tecnológicos

-reciclaje de conocimientos y si es necesario de sector productivo

 

Estudiar, formarse, aprender, mejorar, esforzarse, 

 

Dejen que el futuro diga la verdad y evalúe a cada uno de acuerdo a sus trabajos y a sus logros. El presente es de ellos, pero el futuro, por el cual trabajé tanto, es mío.

-Nikola Tesla_

 

 

Saludos luchando uno mismo por su propio futuro.

#4

Re: La precariedad laboral extiende el "efecto desánimo" entre los jóvenes

Buenas, Carlos2011.

 

Tomando también un reciente informe de Caixabank Research podemos atisbar los cambios en el mercado laboral y en los distintos trabajos que irán apareciendo a costa de otros que desaparecerán.

 

ESCRIBIENDO EL FUTURO: EL CAMBIO DE PARADIGMA TECNOLÓGICO Y LA NUEVA ECONOMÍA 

 

Escribiendo el futuro: el cambio de paradigma tecnológico y la nueva economía

Coches que conducen solos, robots que cocinan (casi) con la misma pericia que algunos chefs, un software que diagnostica enfermedades, máquinas capaces de ganar a seres humanos en concursos de televisión y ajedrez... Todas estas invenciones ya están aquí... y las que nos quedan por ver. En palabras de los economistas Brynjolfsson y McAfee, estas tecnologías no solo no son una mera anécdota, sino que estamos a las puertas de la segunda fase de la segunda era de la máquina.1,2 La primera fase de esta segunda era arrancó a mitad de los noventa cuando las tecnologías digitales cambiaron el funcionamiento de las empresas al asumir muchas tareas rutinarias. Esta segunda fase o nuevo paradigma es muy distinta ya que, por primera vez, la tecnología está demostrando que es capaz de realizar tareas no rutinarias y que puede aprender a resolver problemas de forma autónoma. Se trata de un proceso de cambio irreversible, veloz, de alcance global y que afectará a todos los sectores económicos. En este artículo desgranaremos el impacto potencial de este cambio tecnológico sobre el mercado laboral, la estructura sectorial de la economía y el funcionamiento de las empresas.

Empecemos por el mercado laboral: una de las principales características del nuevo paradigma es la mayor presencia que se espera que tengan las máquinas (principalmente robots, nuevos sistemas operativos y algoritmos) en el proceso productivo. El impacto que probablemente ello tendrá es múltiple. En primer lugar, esperamos que en los próximos años se produzca un cambio notable en los tipos de trabajos. Por un lado, a medida que las nuevas tecnologías se vayan integrando en el proceso productivo, es probable que algunas tareas se puedan realizar con menos trabajadores, o que incluso algunas ocupaciones desaparezcan (lo que podríamos llamar «efecto sustitución»). Este fenómeno ya se ha empezado a observar: por ejemplo, Amazon inauguró en enero una tienda en Seattle sin dependientes ni cajeros automáticos. Sin embargo, también observamos que están ganado peso aquellas ocupaciones en las que hay una complementariedad entre el trabajo de las máquinas y lo que aporta el trabajador. Un ejemplo claro son aquellas profesiones (mánagers, data scientists, estadísticos...) capaces de utilizar las nuevas herramientas digitales (técnicas de machine learning, big data o software capaz de realizar predicciones precisas) para mejorar la calidad del servicio que ofrecen sus empresas o hacer el proceso de producción más eficiente. Tal y como ya sucedió en los anteriores procesos de cambio tecnológico, esperamos que el efecto de complementariedad acabe siendo superior al de sustitución. Así, por ejemplo, la industrialización en el siglo XIX perjudicó a algunas ocupaciones en la agricultura y la artesanía, pero ello fue más que compensado por los empleos que florecieron en el sector manufacturero.

El impacto de las nuevas tipologías en el mercado laboral no se acaba aquí. El cambio que probablemente se producirá en el tipo de ocupaciones, a su vez, es de esperar que propicie un cambio en las habilidades requeridas en el mercado laboral. En concreto, posiblemente ganarán peso las ocupaciones que requieran habilidades sociales, como saber comunicar, mostrar empatía y liderazgo o el trabajo en equipo. Y es que, a medida que las nuevas tecnologías realicen un mayor rango de tareas, como el aprendizaje automático o la asunción de tareas más abstractas, muchas ocupaciones deberán especializarse en aquellas habilidades complementarias que dichas tecnologías no sabrán desarrollar, como la capacidad para entender los sentimientos humanos o lo que solemos llamar el sentido común. Estos cambios ya se atisban en un sugerente estudio que documenta que, desde 1980, en EE. UU. han aumentado sustancialmente los trabajos que requieren habilidades sociales.3

Finalmente, los cambios en las ocupaciones no solo es probable que aumenten la productividad del trabajo, sino también su dispersión. Concretamente, cabe esperar que el aumento de la productividad sea muy diferente en función de la ocupación: es razonable pensar que la productividad aumentará de forma muy significativa en aquellas ocupaciones que se beneficien en mayor medida de las complementariedades que brindarán las nuevas tecnologías, mientras que las que no lo hagan queden rezagadas. Este fenómeno ya se ha empezado a producir y es uno de los factores que están detrás del aumento de la desigualdad salarial en muchos países desarrollados.4

Los cambios a nivel sectorial también se espera que sean notables. En este caso, uno de los fenómenos potencialmente más disruptivos es la transformación de las plataformas digitales y el llamado O2O, online-to-offline. Concretamente, se espera que las plataformas digitales, además de ofrecer productos digitales, como música o software, incorporen cada vez más bienes físicos y servicios en su catálogo de productos. Hoy en día las plataformas digitales ya participan en el proceso de distribución de muchos bienes y servicios. Pero en los próximos años, además de extenderse esta práctica, también se espera que tengan un papel destacado en el proceso de producción del bien o servicio en cuestión, tanto en las etapas de preproducción (I+D, diseño, ingeniería) como posproducción (estrategia de ventas, marketing, logística). De hecho, la clasificación de las empresas por sectores tal y como los conocemos hoy en día será cada vez más difícil. Nuevamente Amazon ofrece un ejemplo pionero: la compañía que se creó en 1994 como una sencilla librería on-line, ofrece actualmente un amplio abanico de productos propios y de terceros, además de servicios de almacenamiento y procesamiento de datos para empresas.

A medida que se avance en este camino, esperamos que en aquellos sectores en los que las plataformas se encarguen de la cadena de distribución, dichas plataformas tejan sinergias con otras plataformas u empresas que ofrezcan bienes complementarios. Un ejemplo de ello es Spotify: esta plataforma no solamente permite escuchar canciones sino que también informa, en función de los gustos musicales de cada usuario, sobre conciertos que pueden resultar de interés en localidades cercanas y ofrece la oportunidad de comprar las entradas desde su aplicación.

En cambio, en aquellos sectores donde las plataformas también asuman la producción del bien, estas se convertirán en un competidor temible para las empresas tradicionales dado que podrán sacar partido de una estructura digital potente, con una gran cantidad de datos que les permitirá ofrecer una atención más personalizada a sus clientes, así como estrategias de fidelización más eficaces. Estas nuevas dinámicas sectoriales posiblemente originarán que en muchos sectores se produzca una transferencia de poder de la empresa a la plataforma. Este patrón ya se observa en el sector de los móviles: en 2015, Apple copó el 91% de los beneficios globales en el mercado de smartphones. En este contexto, cabe esperar que las empresas tradicionales intenten diferenciar al máximo sus productos para singularizarse frente a las plataformas.

Finalmente, es importante tener presente que el cambio de paradigma tecnológico no solo está afectando a la estructura sectorial de la economía, sino también al propio funcionamiento y tamaño de las empresas. Las nuevas tecnologías están permitiendo que la estructura productiva de las empresas pueda estar cada vez más diseminada por el mundo, con una mayor descentralización de la producción y de los centros de decisión. Esta tendencia, que se espera que se afiance en los próximos años, hará que siga aumentando la proporción de trabajadores autónomos,5 las deslocalizaciones y el offshoring, y que las empresas funcionen de forma menos jerárquica y sean más dinámicas y flexibles.

Respecto al tamaño empresarial, algunos autores6 apuntan a que el nuevo paradigma alumbrará una nueva estructura dual: por un lado, los avances digitales facilitarán a las empresas que ofrezcan un producto de mayor calidad para expandir su producción y abastecer a más mercados, lo que dará continuidad a dinámicas de winner-takes-all. Por el otro, habrá mayores oportunidades para que surjan pequeñas empresas especializadas en variedades muy específicas y sofisticadas de un determinado producto, gracias a que los avances tecnológicos están permitiendo a las empresas producir bienes a un coste mucho menor y a los consumidores, conocer de forma rápida si se comercializan variedades de productos que encajen plenamente con sus gustos e intereses.

En suma, la sociedad está inmersa en un cambio de paradigma tecnológico que todo apunta a que afectará profundamente al mercado laboral, a la estructura sectorial de la economía y al modo de operar de las empresas. Tomar las decisiones adecuadas y prepararse para estos cambios será imprescindible para aprovechar todas sus oportunidades. Y es que no debemos perder de vista que la tecnología es una herramienta, pero que las decisiones las continuaremos tomando nosotros: la clave no es preguntarse qué nos hará la tecnología en el futuro, sino que podemos hacer nosotros con la tecnología.

http://www.caixabankresearch.com/escribiendo-el-futuro-el-cambio-de-paradigma-tecnologico-y-la-nueva-economia 

 

Los jóvenes (y no tan jóvenes) deben adaptarse a los cambios mediante formación continuada y reciclaje, pero no pueden dejar dicha obligación sólo en manos de las empresas o las administraciones públicas sino que deben tomar la iniciativa por ellos mismos para empezar a construir su propio futuro.

 

Saludos tomando el mando de la propia vida.