¿Corren peligro las pensiones?

https://www.youtube.com/watch?v=kBvhIpwKhiw

Está bien que copies y pegues enlaces, así no torturas la lengua española (de la que seguro eres un defensor acérrimo). Tómate el tiempo que necesites para alfabetizarte.

https://www.youtube.com/watch?v=kBvhIpwKhiw

La situación no es buena pero mucho peor era en el s. XIX:

El número de horas de trabajo de los obreros en la Europa del siglo XIX fue muy variable, y sus condiciones laborales muy precarias, en función de la actividad desarrollada. En las fábricas algodoneras la duración de la jornada podía llegar a las quince horas. La duración de la jornada fue disminuyendo a lo largo del siglo XIX. Hacia 1870, los obreros ingleses trabajaban como media unas doce horas diarias y con pocos días de descanso. En la década de los años ochenta, la jornada se fue rebajando hasta las diez o nueve horas. Una de las grandes reivindicaciones de las organizaciones obreras durante todo el siglo XIX y los primeros años del siglo XX fue la jornada de ocho horas de trabajo, seis días a la semana. En algunos países de Europa se tardaron décadas en conseguirlo. Mujeres y niños constituían una buena parte de la mano de obra de la época de la Revolución Industrial. En el año 1839, la mitad de la clase obrera británica estaba constituida por mujeres. En el inicio de la década de los años cincuenta, se sabe que trabajaba el 28% de la población comprendida entre los 10 y 15 años. Los salarios eran muy bajos y muy ajustados para satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores. El trabajo infantil estaba mucho peor remunerado, lo mismo que el de las mujeres, que percibían alrededor de la mitad del salario de los hombres. A partir de los años cincuenta, los salarios tendieron a subir, especialmente para los obreros cualificados, pero el nivel de vida de los trabajadores continuó siendo muy bajo.

Es decir, es posible mejorar las condiciones laborales si aumenta la productividad y esta aumenta mucho con la tecnología. El nuevo problema, puesto que podemos producir más de lo que necesitamos, es cómo repartirlo. La forma tradicional durante siglos ha sido remunerando el trabajo con mediante moneda FIAT (es decir, con valor cambiario pero no intrínseco, o sea, BILLETES DE PAPEL) y con esta moneda cada cual, según su salario, que adquiriera los bienes y servicios que deseara y permitiera su renta. Pero esta solo es una forma atacar el problema del reparto de la producción, especialmente útil si la producción es escasa pero tal vez no la mejor si la producción es abundante.

Hay que ver la jugada de las palabras del teléfono, dónde escribo. . . hay están. ., debe ser . . ahí están. . siento en el alma una falta ortográfica.

A ver si algún día se ponen de acuerdo:
Euskadi no tendrá en diez años mano de obra suficiente para cubrir la oferta de empleo de las empresas

No entiendo esta respuesta citando a otro forero.

Buenas,yo pienso ,que por supuesto que las pensiones corren peligro,no están para nada garantizadas,en esta vida no hay nada seguro,de cara a las elecciones nos contarán muchas mentiras,pero la realidad es que el futuro cada vez lo veo mas incierto .Saludos

Todos los tiempos han sido igual de inciertos:
«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.».

Ciertamente, nada del futuro, especialmente si faltan décadas, está garantizado y, en particular, el actual sistema de pensiones que se basa en el que se estableció en el Decreto 907/1966, de 21 de abril, aprobado el texto articulado primero de la Ley 193/1963, de 28 de diciembre, sobre Bases de la Seguridad Social y su antecedente de 1963 la Ley 193/1963, de 28 de diciembre, sobre Bases de la Seguridad Socialmuy reformadas desde entonces hasta la actualidad.

Sistema que aunque es de reparto establece una prestaciones que dependen de las aportaciones. Eso le da un punto de similitud con los sistemas de capitalización en los que quien más aporta más recibe (en España, curiosamente, aportando la misma cantidad en moneda cosntante, según las fechas de las aportaciones se puede tener dcho. a la pensión máx. o no tener dcho. a ninguna porque hay que cotizar dos años en los últimos 5 antes de acceder a la jubilación: quien haya cotizado entre los 14 y 54 años no tiene dcho. a pensión de jubilación mientras que quien cotizara entre los 25 y los 65 no tendría ninguna reducción)

Ciertamente, las pensiones futuras no están garantizados y el sistema actual tiende al colapso puesto que su condición de equilibrio viene a ser que las aportaciones sean iguales a superen las prestaciones en cada ejercicio (no las aportaciones de cada trabajador con sus futuras prestaciones) y resulta que actualmente, desde hace una década, se están jubilando profesionales con largas carreras de cotización (porque comenzaron a trabajar entre 1965 y 1980) y muchos con altas prestaciones como consecuencia del