Grandes depositantes en el Laiki Bank chipriota perderán un 80% de su dinero
El ministro de Finanzas de Chipre, Michalis Sarris, reconoció que los grandes depositantes que acumulan más de 100.000 euros en sus cuentas en el segundo mayor banco isleño Laiki Bank (Banco Popular) podrían perder cerca del 80% de su dinero.
El plan de rescate pactado entre Nicosia y sus acreedores obliga al Gobierno chipriota a liquidar Laiki Bank, trasladando los ahorros de menos de 100.000 euros y los demás activos “buenos” al Banco de Chipre, primera entidad del país. En cambio, los depósitos por encima de este umbral serán congelados y tendrán que asumir un gravamen, cuya cuantía no se ha anunciado oficialmente hasta ahora.
“Siendo realistas, se recuperará muy poco, el importe recuperado podría ser de un 20%. Para los depositantes con más de 100.000 euros será sin duda un duro golpe”, advirtió Sarris en declaraciones a la televisión pública chipriota. También admitió que lo clientes de Laiki Bank podrían tardar entre seis y siete años en recuperar parte de su dinero.
Por otro lado, el ministro confirmó que los bancos isleños abrirán de nuevo mañana jueves, tras permanecer cerrados desde la tarde del 15 de marzo, día en que se anunció la implantación del polémico impuesto único bancario, rechazado posteriormente por el Parlamento chipriota.
La apertura de las entidades ha sido retrasada varias veces por temor a la fuga de capitales. Por esta misma razón, el Banco Central del país embargó todo tipo de transferencias. Algunas de las restricciones a los movimientos de capital se mantendrán durante varias semanas tras la reapertura de los bancos el jueves. Según está previsto, la entidad reguladora detallará estas limitaciones la noche del miércoles.
Las casi dos semanas en las que han estado cerradas las oficinas bancarias han tenido un grave impacto en la ya de por sí delicada economía isleña. Así, las empresas cierran ante la imposibilidad de realizar operaciones bancarias, los comercios y las gasolineras no aceptan tarjetas bancarias como medio de pago, y el país vive una acusada falta de efectivo.
La restructuración de la banca y en particular la fusión de las dos entidades más grandes fueron exigidas a Nicosia como condición para acceder a la ayuda europea por 10.000 millones de euros, acordada la noche del pasado domingo. El primer tramo de rescate podría llegar ya a principios de mayo.