No me hables que hoy la suegra me la ha armado gorda, grrrr... ¡No va y le dice al hijito que ella va a cocinar esta tarde un Apfelstrudel casero, para hacer una merienda cena! Total, que como te puedes imaginar, el niño cuelga el teléfono y me dice con dulzura: "Cariño, ¿cuándo vas a hacerme un Apfelstrudelito para merendar?"...
Ésta se la guardo, vaya que si se la guardo, ¡pues no me da trabajo ni nada el dichoso pastel!
Gracias por la felicitación. La verdad es que estos felpudos se dejan comer...
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.