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Versos sueltos

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Versos sueltos
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617 / 638
#4929

Re: Versos sueltos

.

EL LAMENTO DE JOSÉ DE ARIMATEA

No soporto la voz humana,
mujer, tapa los gritos del
mercado y que no vuelva
a nosotros la memoria del
hijo que nació de tu vientre.

No hay más corona de
espinas que los recuerdos
que se clavan en la carne
y hacen aullar como
aullaban
en el Gólgota los dos ladrones.
Mujer,
no te arrodilles más ante
tu hijo muerto.
                                Bésame en los labios
como nunca hiciste
y olvida el nombre
maldito de
Jesucristo.

      Así arderá tu cuerpo
y del Sabbath quedará
tan sólo una lágrima
y tu aullido.

autógrafo
Leopoldo María Panero

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.

#4930

Re: Versos sueltos

Me encanta la expresión "pulsar la vida!

 

 

 

  A UN AMIGO QUE VUELVE DEL SUR

Tú, que has vuelto del sur, ¿ves diferente
mi elevación sobre la tierra oscura?
¿No ves una mortal arquitectura
surgirme abajo, poderosamente?

Pálpame bien. Lo que tu mano siente,
ya no es calor, es una quemadura,
y esa espada amarilla, la figura
de mi fuerza inclinándose al poniente.

Amigo, ven y púlsame la vida
ya sólo por milímetros. Herida
se oye mi voz y en sombras emboscada.

Es verdad este cósmico castigo,
y es de mi sorda destrucción testigo
la imagen que te doy despedazada.

autógrafo

Germán Pardo García

 

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.

#4931

Re: Versos sueltos

.

 

   A LA VERDAD DIVINA

Llena mi casa está de la alegría
universal, y el corazón alerta
a todo lo que pasa por la puerta.
Y el corazón así calla y confía.

¿Quién me ha dado esta luz, que en mí no ardía?
¿Quién dejó mi heredad de amor cubierta?
¡Quién lo dirá! La noche está desierta.
¡Silencio. Elevación. Idolatría!

No ya mi voluntad, sino la eterna.
Y jubilosa el alma se prosterna
para adorar y en su fervor se obstina.

Pasan el ser, la voz, la luz, el viento,
y sólo queda ante mi arrobamiento,
radiante y pura la verdad divina.

autógrafo

Germán Pardo García

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.

#4932

Re: Versos sueltos

.

YO NO SOY UN ANCIANO SENTIMENTAL

una guagua me deja totalmente frío  
no tomaría en brazos una guagua  
aunque el mundo se estuviera viniendo abajo  
que cada cual se rasque con sus uñas  
aborrezco las fiestas de familia  
prefiero que me peguen un garrotazo en la cabeza  
a tener que jugar con un sobrino  
tampoco me impresionan los nietos  
es decir me ponen los nervios de punta  
apenas me ven volver de la costa  
se me tiran encima con los brazos abiertos  
como si yo fuera el viejito pascuero  
íputa que los parió!  
qué se habrán imaginado de mí

autógrafo

Nicanor Parra

 

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

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#4933

Re: Versos sueltos

Suelo hacerlos cuando me aburro, jajajaa

 

 

  TEST

Qué es un antipoeta: 
Un comerciante en urnas y ataúdes? 
Un sacerdote que no cree en nada? 
Un general que duda de sí mismo? 
Un vagabundo que se ríe de todo 
Hasta de la vejez y de la muerte? 
Un interlocutor de mal carácter? 
Un bailarín al borde del abismo? 
Un narciso que ama a todo el mundo? 
Un bromista sangriento 
Deliberadamente miserable 
Un poeta que duerme en una silla? 
Un alquimista de los tiempos modernos? 
Un revolucionario de bolsillo? 
Un pequeño burgués? 
Un charlatán? 
                            un dios? 
                                                un inocente? 
Un aldeano de Santiago de Chile? 
Subraye la frase que considere correcta.

Qué es la antipoesía: 
Un temporal en una taza de té? 
Una mancha de nieve en una roca? 
Un azafate lleno de excrementos humanos 
Como lo cree el padre Salvatierra? 
Un espejo que dice la verdad? 
Un bofetón al rostro 
Del Presidente de la Sociedad de Escritores? 
(Dios lo tenga en su santo reino) 
Una advertencia a los poetas jóvenes? 
Un ataúd a chorro? 
Un ataúd a fuerza centrífuga? 
Un ataúd a gas de parafina? 
Una capilla ardiente sin difunto?

Marque con una cruz 
La definición que considere correcta.

autógrafo

Nicanor Parra

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

Y nunca descubren la realidad, la que se ve con otros ojos.

 

 

 

 

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#4934

Re: Versos sueltos

Me ha hecho reír

 

 

    XVIII
RESUMEN DE LA MATERIA TRATADA HASTA AQUÍ

Cervantes  
un principiante que promete mucho  
Shakespeare  
un jovencito que dará que hablar

autógrafo

Nicanor Parra

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

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#4935

Re: Versos sueltos

Muchos poetas dedican parte de su tiempo en escribir a la luna...

 

 

 

  A LA LUNA

Desde el primer latido de mi pecho,
Condenado al amor y a la tristeza,
Ni un eco a mi gemir, ni a la belleza
          Un suspiro alcancé:
Halló por fin mi fúnebre despecho
Inmenso objeto a mi ilusión amante;
Y de la luna el célico semblante,
          Y el triste mar amé.

El mar quedóse allá por su ribera;
Sus olas no treparon las montañas;
Nunca llega a estas márgenes extrañas
          Su solemne mugir.
Tú empero que mi amor sigues doquiera,
Cándida luna, en tu amoroso vuelo,
Tú eres la misma que miré en el cielo
          De mi patria lucir.

Tú sola mi beldad, sola mi amante,
Única antorcha que mis pasos guía,
Tú sola enciendes en el alma fría
          Una sombra de amor.
Sólo el blando lucir de tu semblante
Mis ya cansados párpados resisten;
Sólo tus formas inconstantes visten
          Bello, grato color.

Ora cubra cargada, rubicunda
Nube de fuego tu ardorosa frente;
Ora cándida, pura, refulgente,
          Deslumbre tu mirar;
Ora sumida en soledad profunda
Te mire el cielo desmayada y yerta,
Como el semblante de una virgen muerta
           ¡Ah!... que yo vi expirar.

La he visto ¡ay, Dios!... Al sueño en que reposa
Yo le cerré los anublados ojos;
Yo tendí sus angélicos despojos
          Sobre el negro ataúd.
Yo solo oré sobre la yerta losa
Donde no corre ya lágrima alguna...
Báñala al menos tú, pálida luna...
           ¡Báñala con tu luz!

Tú lo harás... que a los tristes acompañas,
Y al pensador y al infeliz visitas;
Con la inocencia o con la muerte habitas:
          El mundo huye de ti.
Antorcha de alegría en las cabañas,
Lámpara solitaria en las rüinas,
El salón del magnate no iluminas,
           ¡Pero su tumba... sí!

Cargado a veces de aplomadas nubes
Amaga el cielo con tormenta oscura;
Mas ríe al horizonte tu hermosura,
          Y huyó la tempestad;
Y allá del trono do esplendente subes
Riges el curso al férvido Oceano,
Cual pecho amante, que al mirar lejano
          Hierve, de tu beldad.

Mas ¡ay! que en vano en tu esplendor encantas;
Ese hechizo falaz no es de alegría;
Y huyen tu luz y triste compañía
          Los astros con temor.
Sola por el vacío te adelantas,
Y en vano en derredor tus rayos tiendes,
Que sólo al mundo en tu dolor desciendes,
          Cual sube a ti mi amor.

Y en esta tierra, de aflicción guarida,
¿Quién goza en tu fulgor blandos placeres?
Del nocturno reposo de los seres
          No turbas la quietud.
No cantarán las aves tu venida;
Ni abren su cáliz las dormidas flores:
¡Sólo un ser... de desvelos y dolores,
          Ama tu yerta luz!...

¡Sí, tú mi amor, mi admiración, mi encanto!
La noche anhelo por vivir contigo,
Y hacia el ocaso lentamente sigo
          Tu curso al fin veloz.
Pásarte a veces a escuchar mi llanto,
Y desciende en tus rayos amoroso
Un espíritu vago, misterioso,
          Que responde a mi voz...

¡Ay! calló ya... Mi celestial querida
Sufrió también mi inexorable suerte...
Era un sueño de amor, . . .Desvanecerte
          Pudo una realidad.
Es cieno ya la esqueletada vida;
No hay ilusión, ni encantos, ni hermosura;
La muerte reina ya sobre natura,
           ¡Y la llaman... VERDAD!

¡Qué feliz, qué encantado, si ignorante,
El hombre de otros tiempos viviría,
Cuando en el mundo, de los dioses vía
          Doquiera la mansión!
Cada eco fuera un suspirar amante,
Una inmortal belleza cada fuente;
Cada pastor ¡oh luna! en sueño ardiente
          Ser pudo un Endimión.

Ora trocada en un planeta oscuro,
Girando en los abismos del vacío,
Do fuerza oculta y ciega, en su extravío,
          Cual piedra te arrojó,
Es luz de ajena luz tu brillo puro;
Es ilusión tu mágica influencia,
Y mi celeste amor... ciega demencia,
           ¡Ay!... que se disipó.

Astro de paz, belleza de consuelo,
Antorcha celestial de los amores,
Lámpara sepulcral de los dolores,
          Tierna y casta deidad,
¿Qué eres, de hoy más, sobre ese helado cielo?
Un peñasco que rueda en el olvido,
¡O el cadáver de un sol que, endurecido
          Yace en la eternidad!

autógrafo

Nicomedes Pastor Díaz y Corbelle

 

 

 

 

 

¡¡Sed muy felices!!

 

 

 

 

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#4936

Re: Versos sueltos

Esta la subí una vez, hablando con un catalán que, al parecer, no la conocía...

 

 

 

FÁBULA DE JOAN MIRÓ

El azul estaba inmovilizado entre el rojo y el negro.
El viento iba y venía por la página del llano,
encendía pequeñas fogatas, se revolcaba en la ceniza,
salía con la cara tiznada gritando por las esquinas,
el viento iba y venía abriendo y cerrando puertas y ventanas,
iba y venía por los crepusculares corredores del cráneo,
el viento con mala letra y las manos manchadas de tinta
escribía y borraba lo que había escrito sobre la pared del día.
El sol no era sino el presentimiento del color amarillo,
una insinuación de plumas, el grito futuro del gallo.
La nieve se había extraviado, el mar había perdido el habla,
era un rumor errante, unas vocales en busca de una palabra.

El azul estaba inmovilizado, nadie lo miraba, nadie lo oía:
el rojo era un ciego, el negro un sordomudo.
El viento iba y venía preguntando ¿por dónde anda Joan Miró?
Estaba ahí desde el principio pero el viento no lo veía:
inmovilizado entre el azul y el rojo, el negro y el amarillo,
Miró era una mirada transparente, una mirada de siete manos.
Siete manos en forma de orjeas para oír a los siete colores,
siete manos en forma de pies para subir los siete escalones del arco iris,
siete manos en forma de raíces para estar en todas partes y a la vez en Barcelona.

Miró era una mirada de siete manos.
Con la primera mano golpeaba el tambor de la luna,
con la segunda sembraba pájaros en el jardín del viento,
con la tercera agitaba el cubilete de las constelaciones,
con la cuarta escribía la leyenda de los siglos de los caracoles,
con la quinta plantaba islas en el pecho del verde,
con la sexta hacía una mujer mezclando noche y agua, música y electricidad,
con la séptima borraba todo lo que había hecho y comenzaba de nuevo.

El rojo abrió los ojos, el negro dijo algo incomprensible y el azul se levantó.
Ninguno de los tres podía creer lo que veía:
¿eran ocho gavilanes o eran ocho paraguas?
Los ocho abrieron las alas, se echaron a volar y desaparecieron por un vidrio roto.

Miró empezó a quemar sus telas.
Ardían los leones y las arañas, las mujeres y las estrellas,
el cielo se pobló de triángulos, esferas, discos, hexaedros en llamas,
el fuego consumió enteramente a la granjera planetaria plantada en el centro del espacio,
del montón de cenizas brotaron mariposas, peces voladores, roncos fonógrafos,
pero entre los agujeros de los cuadros chamuscados
volvían el espacio azul y la raya de la golondrina, el follaje de nubes y el bastón florido:
era la primavera que insistía, insistía con ademanes verdes.
Ante tanta obstinación luminosa Miró se rascó la cabeza con su quinta mano,
murmurando para sí mismo: Trabajo como un jardinero.

¿Jardín de piedras o de barcas? ¿Jardín de poleas o de bailarinas?
El azul, el negro y el rojo corrían por los prados,
las estrellas andaban desnudas pero las friolentas colinas se habían metido debajo de las sábanas,
había volcanes portátiles y fuegos de artificio a domicilio.
Las dos señoritas que guardan la entrada a la puerta de las percepciones, Geometría y Perspectiva,
se habían ido a tomar el fresco del brazo de Miró, cantando Une étoile caresse le sein d’une négresse.

El viento dio la vuelta a la página del llano, alzó la cara y dijo, ¿Pero dónde anda Joan Miró?
Estaba ahí desde el principio y el viento no lo veía:
Miró era una mirada transparente por donde entraban y salían atareados abecedarios.

No eran letras las que entraban y salían por los túneles del ojo:
eran cosas vivas que se juntaban y se dividían, se abrazaban y se mordían y se dispersaban,
corrían por toda la página en hileras animadas y multicolores, tenían cuernos y rabos,
unas estaban cubiertas de escamas, otras de plumas, otras andaban en cueros,
y las palabras que formaban eran palpables, audibles y comestibles  pero impronunciables:
no eran letras sino sensaciones, no eran sensaciones sino Transfiguraciones.

¿Y todo esto para qué? Para trazar una línea en la celda de un solitario,
para iluminar con un girasol la cabeza de luna del campesino,
para recibir a la noche que viene con personajes azules y pájaros de fiesta,
para saludar a la muerte con una salva de geranios,
para decirle buenos días al día que llega sin jamás preguntarle de dónde viene y adónde va,
para recordar que la cascada es una muchacha que baja las escaleras muerta de risa,
para ver al sol y a sus planetas meciéndose en el trapecio del horizontes,
para aprender a mirar y para que las cosas nos miren y entren y salgan por nuestras miradas,
abecedarios vivientes que echan raíces, suben, florecen, estallan, vuelan, se disipan, caen.

Las miradas son semillas, mirar es sembrar, Miró trabaja como un jardinero
y con sus siete manos traza incansable —círculo y rabo, ¡oh! y ¡ah!—
la gran exclamación con que todos los días comienza el mundo.

autógrafo
Octavio Paz

 

 

 

Me alegra saber que ya la conoce, ;-) 

 

 

¡¡Sed muy felices!!
 

 

 

 

Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.