El lunes pasado las acciones de Laboratorios Rovi cotizaron en nuevos máximos históricos, algo que empezaba a ser habitual (los ha marcado varias veces este mismo mes) en un valor que lleva muchos meses en clara tendencia alcista.
Pero acabó la semana cayendo un 10,8%, lo que supone un 15% de caída desde dichos máximos, desplome que se está acelerando en la sesión de hoy (-12% en la primera media hora de sesión).
El motivo fue la retirada, en Japón, de 1,6 millones de viales de la vacuna que fabrica para Moderna por haber entrado en el compuesto algún elemento extraño.
De poco sirvió que la contaminación estuviera identificada y acotada ya que la noticia de la muerte de dos personas que fueron inoculadas con vacunas de ese lote con impurezas, aumenta la incertidumbre sobre el caso.
Es pronto para establecer alguna relación causa-efecto ya que aún no se conoce el motivo de los dos fallecimientos pero está afectando en gran medida a la cotización de Rovi este lunes.
Candidato al Ibex
Rovi es una de las cotizadas españolas que se vio más afectada, en lo positivo, por la pandemia. Desde sus mínimos de marzo de 2020 su capitalización se ha triplicado, siendo el motivo principal su acuerdo con Moderna para producir su vacuna.
Además, desde abril el trato se amplió para que, junto al envasado y empaquetado de los viales, Rovi también participara en la fabricación del principio activo y en su formulación.
Tras ocho meses consecutivos de subidas en bolsa y una capitalización que hace siete días rondaba los 4.000 millones de euros, desde hace semanas Rovi entraba en las quinielas para entrar en nuestro selectivo en la próxima revisión.
El 8 de septiembre el Comité Asesor Técnico del Ibex, compuesto por nueve expertos, decidirá si hay cambios o no en la composición del Ibex.
Será la revisión 121 de su historia, y como en la 120, la de junio, no hubo cambios, las posibilidades aumentan.
Pero el inconveniente que tiene Rovi no es su capitalización, ya que, incluso tras la bajada de la semana pasada, capitaliza más que ocho de los actuales miembros del Ibex.
Incluso superaba (al cierre del viernes) en 1,5 veces la cifra de Meliá y Pharmamar, que actualmente ocupan las dos últimas plazas. Por eso la caída de la semana pasada no cambia ninguna de sus opciones.
La clave está en el volumen
Hasta ahora no era elegible como parte del principal selectivo español por la falta de acciones que cotizan libremente (free-float). Eso cambió en junio, después de que la familia López-Belmonte, principales accionistas, vendieran el 3% de su capital por 87,9 millones de euros.
La desinversión apenas cambió el mapa accionarial, los López-Belmonte mantienen más del 60%, pero permitía elevar su volumen de negociación. Ahí está el quid de la cuestión, y es el factor que seguro más tendrán en cuenta para su ingreso o no en el Ibex.
Para ponderar en nuestro selectivo se tienen en cuenta las acciones en circulación y su negociación, y no sólo la capitalización.