"Entrar en un índice bursátil, especialmente en uno de referencia como el Euro STOXX 50 o el STOXX Europe 50, no es solo una cuestión de prestigio. También es una poderosa palanca de visibilidad y liquidez. Cuando una empresa se incorpora a un índice, se integra automáticamente en las carteras de los fondos indexados (como los ETF), lo que estimula la demanda de sus acciones. Por el contrario, una salida puede provocar ventas mecánicas y una presión a la baja sobre el título". Emilie Servoz