El efecto Nifty Fifty y el futuro de las FAAMG
En Buy & Hold nos gusta hablar de las FAAMG, no las FAANG. Nos referimos al grupo de empresas tecnológicas compuesto por Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Google, porque vemos más potencial alcista en la compañía que preside Bill Gates que en Netflix, que integra el acrónimo tal y como se conoce en el mercado (aunque esto no significa necesariamente que no nos guste la plataforma de streaming).
Con motivo de la presentación de resultados de estos cinco colosos – unos cuantos presentes en las carteras de nuestros fondos-, queremos desmontar dos paralelismos que suelen establecerse con episodios del pasado y que creemos que no tienen una aplicación justificada a la situación actual que reflejan los balances de estas compañías.
El primero, es la
creciente popularidad de la comparativa entre los FAANG (o FAAMG) y los Nifty Fifty, que es como se conocía a un grupo de empresas estadounidenses de muchísima calidad que fueron ganando gran predicamento entre los inversores en las décadas de 1960 y 1970, hasta el punto de que 50 de ellas llegaron a dominar toda la bolsa estadounidense en su pico máximo de popularidad. Sin embargo, estos valores experimentaron caídas de un 50% de media en 1973 y 1974, perdiendo la hegemonía que habían ostentado hasta entonces. Los últimos en trazar un paralelismo a futuro entre los Nifty 50 y las FAAMG han sido Barron’s, que argumenta por qué puede repetirse la historia en
este artículo.
https://www.barrons.com/articles/the-faang-stocks-could-fall-if-the-history-of-the-nifty-fifty-is-any-guide-51619004600?mod=djem_b_preview_20210423
Cabe comentar que estos valores eran primordialmente growth, y que muchos de ellos han conseguido sobrevivir hasta la actualidad y mantener su popularidad y capacidad para seguir haciendo crecer sus beneficios, como Coca-Cola, Johnson & Johnson o Disney. Por tanto, visto en retrospectiva, aquellas caídas habrían representado una magnífica señal de compra para los inversores pacientes, con un horizonte de inversión a 15-20 años vista.
Sin embargo, entre aquellos valores figuraban nombres hoy obsoletos o directamente extintos, como Xerox, Kodac, ITT o Burroughs, lo cual nos lleva a una reflexión que hemos hecho en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos años: no porque un valor suba significa que este sea bueno; solo significa que, en un punto determinado en el tiempo, todo el mercado rema en esa dirección para obtener ganancias que muchas veces son vistas como dinero fácil, como pasó sin ir más lejos a principios de año con GameStop.
En cambio, lo que debe diferenciar a un gestor activo hábil de un simple oportunista es la capacidad analítica: ser capaces de evaluar si una compañía presenta elementos que van a garantizar la fortaleza y la sostenibilidad de su negocio, ya sea en términos de innovación (inversión en tecnología y bienes de equipo, por ejemplo) como en términos de liderazgo (barreras de entrada, fijación de precios, posición oligopolista…). Por tanto, aunque todas suban una temporada, no todas están preparadas para subir siempre ni, lo más importante, serán capaces de recuperarse después de pasar una mala racha, como bien hemos podido aprender durante la crisis de la Covid-19.
¿Seguro que están caras?
El consenso de analistas calcula que estas compañías cotizarán con sendos PER decrecientes en el próximo trienio. Por ejemplo, si calculan un PER de 61 veces para Amazon en 2021, según el consenso la ratio podría reducirse hasta 36 veces en 2023; el punto de partida y llegada más bajo sería el de Facebook, que pasaría de cotizar a 25 veces su beneficio este año a 18 veces en 2023. Considerando que el PER medio del S&P 500 es de alrededor de 24 veces, llegamos a una conclusión inevitable… No pensamos que estén caras ahora, ni que lo vayan a estar al menos en los dos próximos años vista si siguen siendo capaces de refrendar la solidez de sus crecimientos en beneficios y ventas.