La inmobiliaria Merlin anunció el miércoles que su beneficio neto durante los primeros nueve meses de 2020 se redujo un 64,7% respecto del mismo periodo del año anterior, hasta 112 millones de euros, debido en parte al impacto de la pandemia de COVID-19 y, sobre todo, al efecto de partidas extraordinarias.
Al igual que otras empresas dedicadas al negocio de alquiler de inmuebles, durante la crisis sanitaria Merlin ha lanzado una política comercial para ayudar a sus inquilinos en los pagos, con un impacto de 39,6 millones contabilizado como gasto excepcional en concepto de incentivos.
El grupo, especializado en oficinas, centros comerciales y plataformas logísticas, señaló que la parte baja de los resultados se vio lastrada por partidas atípicas, incluyendo la venta de activos y una menor revalorización de cartera que el pasado año.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) durante los nueve primeros meses del año fue un 13% menor que el del mismo periodo de hace un año, alcanzando los 276 millones de euros. Por su parte, el beneficio operativo (FFO) cayó un 16,8% a 197,3 millones de euros.
El grupo dijo que la ocupación de su cartera de inmuebles alcanza el 94,1%, “ya casi” en los niveles de antes de la pandemia, y que el nivel de cobro se mantiene “inalterado por tercer trimestre consecutivo, con una litigiosiidad muy baja”.
En concreto, el grupo computa 48 procedimientos post-covid por impago, sobre un total de 1.787 contratos.
“De esos procedimientos, 13 han finalizado con estimación de nuestras pretensiones, en 8 hay oposición del inquilino y pasarán a vista y 27 están aún en trámites iniciales”, dijo el grupo.
Los ingresos por rentas bajaron un 3,5% a 381 millones de euros, aunque incluyendo los incentivos el descenso fue del 13,4%. El grupo señaló que en términos comparables los ingresos tuvieron un incremento del 1,4%.
En julio, la empresa había dicho que preveía un FFO de 250 millones de euros, con un impacto de la COVID-19 en sus rentas de 70 millones en términos netos y 60 millones en FFO. Como resultado de la epidemia, preveía una evolución sin crecimiento en las valoraciones de inmuebles, con un descenso del 4,7% en el negocio minorista.
Fuente: Reuters