Hola Buso:
Es muy interesante eso que has escrito, me releeré más detenidamente los enlaces que pusiste. Gracias por la explicación.
Pienso que desgraciadamente (en ocasiones) el ser humano no sigue la lógica de esas premisas.
Se dice que quien tiene mucho dinero, lo tiene por avaro, porque no lo gasta (y viceversa). De ahí que existan muchas más personas solidarias y generosas entre los pobres.
También se dice que quien tiene mucha pasta compra menos lotería porcentual que el que tiene poca, pues tiene menos necesidad de escapar de su situación económica.
Se dice que cuando hay crisis, la gente que pierde poder adquisitivo gasta más dinero en lujos que refuerzan su autoestima.
Aunque si que es verdad que el rico tiene cubiertas sus necesidades básicas, ante una situación de pérdida requiere de un esfuerzo extra en aparentar estabilidad ante los demás, cosa que el pobre ni se plantea.
Pero la lógica que indicas si que se aplica a la velocidad con la que un rico se convierte en pobre, puesto que para mantener su forma de vida, un pobre requiere del mismo porcentaje sobre sus ingresos que el rico.
Igual que el ejemplo de un activo de bolsa que de cero no puede bajar, un pobre, llegada a la insolvencia no puede empobrecerse más, porque de donde no hay, no se puede sacar. En cambio un rico mantiene su recorrido de caída hasta convertirse en el pobre insolvente del ejemplo anterior.
De hecho, es más fácil sobrevivir cuando estás acostumbrado a pasar con poco. Por eso durante esta crisis la mayoría de los negocios que han cerrado son los medianos manteniéndose un índice de supervivencia mayor en los pequeños autónomos y las grandes corporaciones. Lo mismo ocurre con las clases sociales, eliminando casi por completo la clase media.
Como todo, cualquier cosa llevada al ser humano y sus circunstancias deformará las reglas del cristal con que miramos.
Saludos.