Buenas noches Petersen.
Intentaré modelizar.
Escenario 1º
Imaginemos que una entidad cobra a sus usuarios un plus por encima de otras entidades, sin ofrecer servicio extra, ni prestación adicional.
¿Qué sucede?
Su cuenta de beneficios en un primer momento se encuentra con unos beneficios inesperados. Los resultados buenos animan la acción que sube. Los inversores invierten con más seguridad y el negocio parece crecer.
Es posible que frente a la imagen de calidad y seguridad de un banco tan solvente la gente mantenga e incluso supere su deseo de tener fondos en esa entidad.
Puede suceder en entidades bancarias de gran prestigio y gran calidad en el servicio. Responde a ideas de calidad, marca, fiabilidad, prestigio e imagen.
Para que esto suceda debe darse un tipo específico de clientela, de alto nivel adquisitivo, con reticencia a cambiar de entidad y con gran motivación por continuar en la entidad. Es un círculo virtuoso, hasta un límite, condicionado a la clientela del banco que quiere o se puede permitir la situación. Si las expectativas superan la realidad y la gente paga por humo, se produce una burbuja.
Escenario 2º
Imaginemos una entidad que ha captado a gente humilde, que requiere una cierta seguridad, pero que no puede permitirse o no quiere permitirse pérdidas o abusos.
En un primer momento se repite el escenario 1º. Aumentan los costes, los resultados mejoran, hay más beneficios y más inversores.
La inercia hace que en un primer momento el escenario 1º y el 2º parezcan iguales.
Pero al poco tiempo, el escenario 2º da señales de alarma. Los clientes no pueden o quieren mantener su dinero a ese coste extra en la entidad, más con la comparativa del banco de al lado que ofrece lo mismo por menos dinero. Los usuarios seleccionados por la entidad correspondían a gente que mira mucho el valor de pequeñas cantidades de dinero. Su dinero y no están dispuestas al juego.
Se inicia un ciclo destructivo. La entidad pierde la base de su negocio que son los ahorradores. Frente a una prueba de estrés, su capital propio empieza a flaquear.
Puede llegar a perder valor o necesitar una inyección de capital externo.
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Así pues, depende del tipo de clientela y el tipo de servicio.
En telefonía es la diferencia que hay entre un smartphone y un iphone.
Pero si un smartphone quiere convertirse en un iphone, solo tendrá una oportunidad. Si no logra convencer, con lo que quiera que ofrezca a un segmento de mercado interesado, el negocio se termina o se resiente.
Un fuerte abrazo.