EL PAÍS, Cartas al Director, pg.13.
``Recientemente he podido comprobar en mi cuenta la eficaz gestión de mi banco, que por gestionar mi cuenta durante los seis primeros meses del año me cargan la nada envidiable cantidad de 78 euros. según ellos por gastos de mantenimiento, decubiertos, etcétera.
Todo esto no vendría a cuenta si, por ejemplo, desde hace ya aproximadamente un año no me cobrase 0,30 euros por sacar dinero de otro cajero que pertenezca a su red pero no sea de su entidad y, recientemente, sin comunicación de ningún tipo, hayan aumentado la cuantía de esa comisión a 0,50 euros.
Tampoco sería de extra´ñar si cada vez que uso la tarjeta de débito por la que me cobran anualmente 12 euros, al comerciante que acepta el pago con mi tarjeta el banco no le facturase una comisión que oscila entre el 2% y el 5%. No sería tampoco de extrañar si por cada recibo que me cargan en mi cuenta el banco no se llevase también una pequeña comisión.
Y me pregunto yo: por tanto comisión que se llevan, ¿qué servicios dan?, ya que rara es la vez que acudo a sacar a un cajero 20 euros y éste sólo da 50 euros; o cuando voy a su cajero y éste se encuentra fuero de servicio y tengo que acudir al de otra entidad, con la consiguiente comisión. Cuánto tiempo he tenido que perder en sus colas para que a la hora de pagar un recibo me digan que no es día de cobro o que cerraron la ventanilla al pago de recibos a las diez de la mañana, y no digamos nada de los boyantes intereses que ofrecen en sus cuentas.
O que me dicen de esas desangeladas oficinas atendidas por uno o dos empleados. Y no digamos ya nada de sus inmorales beneficios que en nada redundan en un mejor servicio o abaratamiento de los mismos. Piensa uno en irse a otro banco, cuando entonces el desánimo ya es absoluto. ¿A qué entidad acudo si resulta que al final sólo hay dos o tres entidades mayores que dominan al resto y son todas lo mismo? Además parece que las normas las hacen para ellos y no para sus clientes ( o mejor dicho para la inmensa mayoría), al contrario que en otros sectores donde se beneficia al cliente y es el quien tiene las ventajas. Sirva de ejemplo que hace sólo seis años una llamada de teléfono interprovincial costaba 0,18 euros por minuto y ahora por ese dinero se puede hablar más de tres minutos, mientras tanto en esos seis años, los bancos se han dedicado a engrosar sus comisiones y elevar sus ingresos por este concepto.
La verdad es que estoy por levantar la losa y pedir la nómina por cheque, aunque parezca un anacronismo, pero creo que mi dinero se encontraría de este modo en mejores y menos avaras manos.- José Luis Calzada Cabrera. Gelves, Sevilla.