EL Catálogo BROOKMAN
He escuchado en este foro múltiples especulaciones sobre el referido catálogo. Lo más curioso es que los que más hablan sobre él, después reconocen que no lo han visto nunca.
A Corsario decirle que le hubiese enviado uno, pero en el mes de septiembre lo doné a la biblioteca de mi barrio. Creo que ya no lo voy a necesitar.
Para quien no lo haya leído, esta es la versión sobre el particular emitida por la defensa de Afinsa, en la petición de diligencias con respuesta al Fiscal, y que ya he reflejado en otro hilo.
"... Las consideraciones de los fiscales acerca de los catálogos filatélicos significan que para ellos, más que instrumento al servicio de los coleccionistas, los catálogos son la herramienta de los comerciantes para manejar a los coleccionistas-compradores. Craso error. Los catálogos coexisten a la existencia del mercado filatélico, pues nacieron con la vocación de informar sobre las características y tipología de los sellos, algo fundamental para fijar su valor y proyección en el mercado. Aunque al Ministerio Fiscal le produzca desconcierto, los catálogos filatélicos son editados generalmente por comerciantes que utilizan a otros especialistas-comerciantes como fuente de información. Ejemplos:
- Catálogo Stanley Gibbons, editado por el comerciante de sellos más antiguo del mundo.
- Anfil, editado por el gremio de comerciantes de España bajo la dirección de don Pedro Ayala.
- Catálogo Edifil, empresa editorial cuyo accionariado mayoritario ostenta don Ángel Laiz, importante comerciante.
- Catálago Filabo, editado por don Celestino Lamas Bolaño, comerciante filatélico de Barcelona.
- Catálogo Bolaffi, editado por el mayor comerciante de Italia, don Alberto
Bolaffi.
- Catálogo Unificado, editado por un importante grupo de comerciantes italianos.
- Catálogo Sassone, editado por la viuda de un gran comerciante italiano.
- Catálogo C.O.B., editado por el gremio de comerciantes belga.
- Catálogo N.H.P.V., editado por el gremio de comerciantes de Holanda.
- Catálogo Ivert & Tellier, editado por un grupo de comerciantes franceses.
- Y así hasta un prolongado etcétera.
AFINSA, el comerciante mundial más activo del mercado filatélico, no es que editara catálogos, es que tenía una editorial de catálogos. Además colaboró con empresas editoras suministrándoles información relevante. Nadie confunde un catálogo con una lista de precios privada. En todo caso, tal y como hacen miles de comerciantes, AFINSA hubiera estado legitimada a vender sus sellos con arreglo a una lista de precios propia basada en un catálogo seleccionado. AFINSA siempre tuvo muy claro que los catálogos confeccionados con arreglo a criterios nítidos y objetivos son un instrumento que impide que el sector se base en algo bien distinto a las fuerzas del mercado.
... Como dice el Ministerio Fiscal, Afinsa adquiría regularmente sellos que figuraran en un catálogo. Sin embargo, en la compra de los “Imperforates and proofs” de la ONU y de los “Specimens” se adquirieron dos grandes lotes de piezas filatélicas que debido a su origen no habían sido objeto de catalogación. Y aun cuando los señores fiscales sostengan que se trata de sellos de escasísimo
valor, la verdad es que fueron muchas las críticas que se hicieron a la
Administración Postal de ONU por vender el stock a un precio mucho menor del que correspondía a su importancia. Al respecto, recordamos que la cadena norteamericana de noticias Fox, calificaba los sellos como autenticas joyas o “tesoritos” de la filatelia. Evidentemente había que valorar tales sellos y aunque el Ministerio Fiscal quiere dar a entender que fue el personal de AFINSA quien realizó esa tarea, no
es verdad. AFINSA era consciente de que la valoración serviría para iniciar su catalogación y la empresa quería contar con la opinión de especialistas habitualmente consultados por otros editores de catálogos.
En relación a los contactos con Brookman, vaya por delante que la discreción que presidía la relación obedecía a estrictos intereses