La exposición a renta variable será como mínimo del 75%, principalmente en compañías que cuenten con tecnología propia para ofrecer productos y servicios de energía sostenible, en particular, en tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible, así como en compañías fabricantes de equipos, componentes, ingenierías especializadas, integradores o servicios conexos con contenido tecnológico que aporten más sostenibilidad en la producción, almacenamiento y uso de la energía, sin límite en términos de distribución geográfica ni capitalización, por lo que se podrá invertir en compañías de baja, mediana y elevada capitalización bursátil.