Filosofía de inversión centrada en el valor con un sesgo de calidad, seleccionando empresas globales a precios favorables que presentan fundamentos sólidos y resilientes, excelencia operativa, una rentabilidad sólida y altos estándares de calidad. Este enfoque está diseñado para inversores que buscan una cartera más defensiva y de baja volatilidad. Las decisiones de inversión priorizarán las empresas con una generación de flujo de caja estable, sólidas estructuras de capital, bajo endeudamiento, potencial de crecimiento constante y alta rentabilidad del capital.