La exposición a renta variable será como mínimo del 75%, y de esta, al menos el 90% estará emitida por entidades cotizadas en la bolsa española, pudiendo invertir en valores emitidos por otras entidades del área euro, sin descartar también otros países de la OCDE, sin exposición a países emergentes. Habitualmente la exposición a renta variable será del 100%, pero podrá variar en función de las estimaciones respecto a la evolución del mercado, pudiendo invertir en títulos de baja, media y/o, fundamentalmente, alta capitalización bursátil. La exposición máxima a riesgo divisa es del 30%.