Como es bien sabido Rumpelstiltskin es un personaje de un cuento clásico de los Hermanos Grimm. Este pequeño duende ayuda a una hija de un molinero en apuros. A cambio le pide el primer hijo que tenga. El entuerto se resuelve gracias a que la hija, ya casada con el rey, adivina su complicado nombre.
La clave es el nombre. Poniendo el nombre al problema parece que lo tenemos resuelto, cuando con frecuencia sólo es una etiqueta que usamos para referirnos a él. Y que incluso, si está mal puesta, nos puede llevar a engaño.
Aterrizando en el ámbito de la operación veamos un caso concreto, por ejemplo una de las estrategias que mencionaba la semana pasada hablando del volatility crush.
Si le ponemos el nombre que parece corresponderle nos alejaremos de su comprensión.
Tal como se comentaba allí si queríamos aprovechar la súbita bajada de volatilidad la primera alternativa que se nos podía venir a la cabeza era unir una short put y una short call ATM o casi en el precio. Posteriormente para controlar la pérdida añadiamos una long put y una long call.
Entonces, se podría decir, tenemos una bull put por debajo del precio y una bear call por encima. En resumen, una Iron Condor.
Ya le hemos puesto una etiqueta a nuestra estrategia pero sin embargo no hemos avanzado nada en su descripción de su funcionamiento. Es cierto que tiene los elementos de la Iron Condor pero realmente su comportamiento no encaja con este tipo de estrategia.
La verdad es que Iron condor hay unas cuantas y que cada uno tiene su funcionamiento pero todas ellas tienen en común una serie de características que no encajan con la alternativa para nuestro volatility crush.
¿Qué nombre le damos entonces? pues el obvio: una short strange con cobertura de precio. La short strange es una estrategia especulativa adecuada para una estrategia de seguimiento de patrón como esta.
No es sólo una cuestión nominal. El nombre de estrategias de éxito que se nos presentan aquí y allí puede dar lugar a la equivocación al no ver claramente que hay detrás.
El conocer la idea subyacente en cada estrategia nos ayuda a gestionarla correctamente y poder ser rentables con ella. Si en este caso quisiéramos aplicar las reglas que siguen la Iron Condor no podríamos, sencillamente no hay tiempo para hacerlo.
Este no es un proceso inmediato. La presentación es sólo el primer paso de un camino. Al enfrentarla al mercado, saliendonos de los casos de éxito que se usan para mostrarsela, vemos cuál es su funcionamiento real. Y su rendimiento real.
En bolsa la desconfianza no es un defecto.
Hasta la próxima.