En la entrada de la semana pasada veíamos la posibilidad de monitorizar nuestras posiciones pasadas con el objetivo de tener capacidad de analizar nuestras virtudes y defectos en el mercado.
La toma de datos es sólo la primera parte en este proceso. La segunda, y más complicada, es la interpretación de los datos y la obtención de conclusiones.
Hay un fallo común en esta fase y para ejemplificarlo me gustaría rescatar del olvido a un buen dispositivo que, a pesar de estar bien diseñado y tener una amplia campaña de difusión, no cuajó en el mercado, me refiero al Apple Newton.
El Newton era una PDA centrada en aplicaciones de productividad. Tenía reconocimiento de escritura y aplicaciones de ofimática como procesadores de texto y hojas de cálculo además de gestión de contactos, calendario y otras aplicaciones por el estilo.
Pero no convenció. Cuando se cerró su producción en 1998 su nombre se fué a la lista de productos sin éxito de la marca de la manzana haciendo compañía al Macintosh TV.
En 2010 Apple presentó el Ipad que fue, de forma casi inmediata, un hito tanto en la marca como en el mercado, siguiendo con fuerza hasta hoy.
Aunque si nos centramos a nivel de características técnica las diferencias entre el Newton y el Ipad son muy grandes, conceptualmente tienen tantos puntos en común que es coherente ver al primero con el antecedente del segundo.
La idea del Newton era buena y terminó dando buenos resultados.
Cuando examinemos los datos que hemos recogido de nuestro sistema podemos tener en mente el caso del Newton. Cada estrategia necesita un recorrido antes de poder sacar lo que lleva dentro. No tiene sentido hacer un par de operaciones y tirarlo todo por la borda en el caso de no lograr los objetivos o pensar que ya lo tenemos en el caso de tener éxito.
Obviamente un mal sistema no va a mejorar por muchas pruebas que hagamos. Pero necesitamos dar una oportunidad a nuestros propios planteamientos antes de tomar una decisión.
¿Cuantas operaciones realizadas es una oportunidad? Pues depende, está determinado por las circunstancias diferentes del mercado que probemos y la calidad de la documentación. Para unos serán 20 y para otros 50. Es necesario tener una visión de conjunto de la relación entre el mercado y nuestro sistema de operación.
Es raro que las buenas ideas salgan a la primera. Si el concepto es bueno lo normal es que tenga que ser depurado poco a poco hasta que funcione correctamente. Hay que ir buscando los agujeros por donde se van los beneficios e irlos tapando.
Diseñar el Newton fué una gran idea, pero desarrollar el concepto hasta el Ipad fue una idea mejor aún.
Felices vacaciones, nos vemos en Septiembre.