Vale, OK. Imaginemos que me lo creo. Imaginemos que me creo todos los comentarios en contra del post que redacté respecto a la rentabilidad necesaria para vivir del trading. Imaginemos que en contra de lo que dije en este otro post, me convencéis de que no sólo es posible vivir del trading sino también probable y que cualquier persona puede conseguirlo incluso con una pequeña cuenta. Imaginemos que reconozco que es sencillo obtener consistentemente rentabilidades superiores al 30%/40% anual o incluso mensual.
Aunque permitidme al menos que siga creyendo que la premisa para conseguirlo es la de encontrar un método original, desconocido por los demás, que nos permita retornos consistentes muy superiores a la media del mercado. Que sea desconocido por los demás es una exigencia evidente: si todo el mundo conoce una regla que funciona la utilizaría y por lo tanto sería imposible seguir teniendo rendimientos por encima de la media utilizándola.
Se entiende, ¿no? No todo el mundo puede estar por encima de la media.
Y en este post no sólo te estoy diciendo que imagines que reconozco que se pueden sacar beneficios por encima de la media, sino que te estoy diciendo que imagines que reconozco que es sencillo sacar beneficios muy por encima de la media, que permiten a alguien con bajo capital vivir del trading.
Yo a cambio reconoceré que esa técnica que permite retornos consistentes no es tampoco complicada de obtener ni de explicar una vez que se consigue: no hace falta ser matemático avanzado, ni una técnica de HFT, ni programar ni nada de eso raro.
En fin, imagina que soy de esos que se creen lo anterior. Para empezar, doy mi más sincera enhorabuena a quienes hayan encontrado el Grial. De hecho, espero que tú seas uno de ellos.
Pero, aún reconociendo todo lo anterior, seguiría defendiendo que existe un importante conflicto de intereses en esos traders que han encontrado esa técnica respecto a los cursos que imparten para enseñarte su método.
Que estos traders sigan siendo rentables depende de que el método mágico que utilizan no se conozca, tal y como hemos reconocido al principio. Por lo tanto, en sus cursos tienen un importante incentivo para contarte una mentira respecto a ese método que les permite continuar explotando a su gallina de los huevos de oro.
Y, de hecho, no tienen ningún incentivo para explicarte su método, porque en cuanto se conozca, deja de funcionar. Todos salen perdiendo: el trader pierde su método y los asistentes al curso no quedan satisfechos porque el método que les explican deja de funcionar cuando se hace público.
En resumen: ahórrate métodos infalibles y los cursos milagro de traders milagrosos. Aunque de verdad sean tan buenos cómo dicen y te enseñen cómo lo hacen, para cuando apliques lo que te enseñan, ya no funciona.
Por lo tanto, si de verdad te interesa aprender de bolsa, entonces haz un curso de los de verdad. Fórmate bien, teniendo claro que no existen atajos ni métodos mágicos. Aprende de los que saben enseñar a pensar porque están en el camino, y no de los que creen que ya han llegado.
La formación es esencial en cualquier ámbito, también en las inversiones. Pero no valen todos los caminos.