Lord Death man es un villano de DC (no confundir con el interesantísimo Deadman, donde dio sus primeros pasos el genial Neal Adams). Concretamente, un villano de Batman. Aparece por primera vez en Batman 180 y su poder parece consistir en que es capaz de regresar de entre los muertos. Así ocurre en sus dos primeros enfrentamientos con el héroe de Gotham, que llega incluso a asistir a su entierro. Sin embargo, en el tercero, el hombre murciélago se huele algo raro y descubre que no es que el malvado Death man sea capaz de resucitar, sino que tiene potentes habilidades de meditación jogi y finge sus propias muertes.
Es decir, que a uno se la pueden colar un par de veces, o algo puede aparentar ser de una forma pero cuando decide investigar, la realidad dice cosas distintas. Y esto es muy cierto en mercados financieros, donde a pesar de que nos encanta encontrar patrones que resuelvan LA PREGUNTA (para saber de qué pregunta hablo, podéis consultar mi post anterior), lo cierto es que muchas cosas no son lo que parecen.
Por ejemplo, si lees en la prensa o a un analista que se acaba de producir un "cruce de la muerte" en el S&P 500, ¿qué esperas que va a ocurrir en el índice?
Pues es complicado esperar algo bueno, ¿no? Y lo más probable es que lo hayas oído o leído en los últimos días, porque se ha vuelto a poner de moda en los medios especializados:
De hecho, esta misma mañana leía en un artículo en Seeking Alpha (que no enlazo por vergüenza ajena) que no se había producido ninguna recesión desde 1950 que no hubiera sido adelantada por un "cruce de la muerte". Hecho que es cierto, pero que obvia que ha habido 22 señales en el MSCI World y sólo 10 recesiones desde entonces. Y en el Dow Jones ha dado casi 80 señales desde 1900, y ha habido 22 recesiones. En otras palabras: ha conseguido predecir casi 80 de las 22 últimas recesiones.
Brevemente, un cruce de la muerte se produce cuando una media móvil de corto plazo (p.e. 50 sesiones) cruza por debajo de una media móvil de largo plazo (p.e. 200). Lo explican mejor aquí y no me extenderé más con ello. De acuerdo con el análisis técnico es una señal fiable de que llegarán correcciones a las bolsas. Y en general, tiene un nombre que vende.
Sin embargo, un rápido backtest muestra resultados sorprendentes. Por ejemplo, empezando por el NASDAQ (donde se produjo esta señal hace unos días), se han producido casi 30 cruces de la muerte desde los años 70. Analizando la rentabilidad a 20 (≈1 mes), 60 (≈3 meses), 180 (≈6 meses) y 240 sesiones (≈1 año) tras el cruce, en promedio es POSITIVA. Es más, a 60 y 120 sesiones es casi el doble de su media histórica en estos periodos (4,9% vs 2,7% a 60 y 9,9% vs 5,6% a 120 sesiones). El 78,6% de las veces que se ha producido el cruce, 20 sesiones después el NASDAQ estaba en positivo. El 67,8% a 60; el 75% a 120 y el 71,4% a 240. Ni la volatilidad ni otros indicadores fueron muy diferentes a las medias históricas.
Podéis ver el resumen de los resultados, en esta tabla:
Sobre el S&P 500: desde 1929 tenemos 46 cruces de la muerte. ¡Algunos famosos, como el de antes del crash del 87! Sin embargo, en general ha dado señales poco fiables: tras 60, 120 y 240 sesiones, en promedio, hay resultados positivos tras un cruce. Terminó en positivo el 56% de las ocasiones a 60 sesiones; 52,2% a 120 y 63% a 240. Eso sí, para ser justo, hay que decir en favor de esta señal que a 20 sesiones el resultado en promedio es negativo y que en promedio los resultados en plazos de 20 y 240 sesiones fueron inferiores a la media. También que todos los periodos terminaron en negativo más veces que la media del S&P 500:
Por curiosidad, testeé también DJ Industriales y DJ Transporte porque tiene histórico desde 1900. En el DJ Transportes ha habido 72 señales. Promedios positivos y más del 50% de las veces terminando en positivo en todos los periodos analizados (si bien algo por debajo de la media). En el DJ Industriales, 77 señales. Promedio positivo a 60, 120 y 240 sesiones. Negativo a 20. Terminando en positivo más del 50% de las veces en todos los periodos si bien en porcentajes inferiores a la media.
En resumen, que como indicador es bastante flojo y muy poco consistente. No es tan fiero el león como lo pintan. O en este caso (con ese nombre tan de asustar) podríamos decir que perro mordedor...
Lo que sí tengo claro es que las señales estadísticas son consecuencia, nunca nunca NUNCA, causa. Repite conmigo, NUNCA. Así que antes de tomar decisiones que se puedan llevar nuestra cartera por delante, intenta pensar un poco más. Está bien estar pendiente del gráfico, del precio y de sus señales. Muchas veces se adelanta a las causas y da pistas que no pueden ser vistas de otro modo.
Pero no olvides nunca que hay que darle siempre, al menos, una vuelta más al gráfico.