Complementario a la reclamación de comisiones sustraídas: evitar el acoso de las financieras.
Las comisiones ilegales de las que venimos hablando se suelen aplicar principalmente, y a lo bestia, a los clientes que tienen ciertas dificultades en el pago de sus cuotas de tarjeta o préstamo; si alguien anda justo de dinero, y paga con retraso, va a acumular una serie de comisiones que van a convertir su apuro en un infierno y no sólo económico; las entidades acreedoras se dedicarán a acosar al deudor-estafado: mensajes bordes, varias llamadas diarias amenazadoras y/o insultantes, incluso a los vecinos, familiares y al trabajo. Es su modo de actuar, vulnerar la ley de protección de datos.
Podemos dividir a las entidades de préstamo, en lo que al acoso se refiere, en dos tipos:
- Las convencionales, las que tienen una amplia red de oficinas abiertas al público y un cierto prestigio que mantener, por la cuenta que les trae. Estas no practican demasiado descaradamente la extorsión.
- Las de “medio pelo”; son financieras tipo CARREFOUR, MBNA, CITIBANK, CETELEM, BARCLAYS, COFIDIS, CELERIS, OBSIDIANA DE BANKINTER… Al no estar generalmente abiertas al público no se exponen a recibir en sus oficinas a un tropel de prestatarios acosados y cabreados que pueden espantar a los clientes de ahorro. Son las que más practican el acoso ilegal llegando a extremos delictivos.
Para evitar esto, lo más práctico, es solicitar la rectificación de datos que consiste en solicitar al acosador, por certificado con acuse de recibo, que sólo contacte por correo postal. Para ello se entra en la web de la Agencia Estatal de Protección de Datos y se cubre y descarga el impreso que se encuentra en este vínculo:
En muchos casos funciona y se evita el acoso. En otros no se dan por enterados y hay que pasar a mayores; esto es, a solicitar la tutela.