En el mercado del forex y de las opciones binarias existen viejos y conocidos brókeres y, por supuesto, aquellos que no lo son.
Hay varias diferencias y sucesos entre unos y otros, pero quiero remarcar algunas de ellas:
- Los spreads de los grandes son siempre más caros (o amplios) ya que su estructura así lo requiere.
- Existe el factor riesgo ″más vale malo conocido que bueno por conocer″, es decir, pagamos por ″marca″, y en relación a esto:
- Hemos visto hace poco que uno de los grandes, sufrió el cierre por falta de cobertura (caída de la cotización del par USDCHF).
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Los procesos de manejos de dinero son más prolijos y seguros, siempre y cuando uno conozca las reglas:
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Un cliente amigo ha depositado en un conocido bróker y debido a que el correo electrónico de su cuenta
de ″monedero electrónico″ no coincidía con la del primero, se han demorado 48 horas en su acreditación,
6 de las cuales en contestar su reclamo.
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Un cliente amigo ha depositado en un conocido bróker y debido a que el correo electrónico de su cuenta
- Las promociones de los grandes son de más duración, o no existen y son inflexibles (lógica de cualquier gran corporación).
- Algunos nos ofrecen seminarios personalizados (los cuales recomiendo) y asesoramiento de un oficial de cuenta (que nunca está presente o cambia de nombre cada tres meses).
- Nos llegan invitaciones a webinarios donde descubrimos que los participantes siempre somos los mismos y que el asesor también.
- En los brókeres más chicos estas actividades están realmente desordenadas.
- Sin embargo en éstos últimos, cuidan más su cuenta (a veces nos contactan demasiadas veces), pero hay quienes que les gusta.
Por supuesto que se me han escapado algunas otras cosas, pero lo que quiero remarcar es que no importa cuál bróker elegimos, el mercado es uno sólo.
Podemos aumentar el beneficio de la inversión abriendo cuenta en un bróker más pequeño y menos conocido, con spread más barato, pero asumimos el riesgo de la profesionalidad.
Es decir, puede ser que los trámites administrativos sean más desprolijos, que la acreditación de bonos se demore o se calcule mal, que los webinarios no empiecen a tiempo, o que el asesor siempre se equivoque.
Si aceptamos esta realidad sabiendo nosotros cómo invertir y cuándo, la relación cliente-bróker puede ser mucho más beneficiosa, simplemente porque podemos aprovechar nuestra posición de cliente mucho más.
Ahora, y para terminar, y si hablamos de regulación, siempre es preferible verificar su estatus en la CNMV, y además suscribirse a los anuncios.
Un bróker regulado no me dice nada, hemos visto cómo un copiloto de una gran línea aérea ha derribado los mitos de seriedad y responsabilidad, o cómo ha caído, como dije, un bróker sólo por la caída de la cotización.
Invertir sin riesgos es tan utópico como creer que quedarse en casa sin hacer nada es mejor.
Saludos