Los problemas de Turquía, a los que dedicábamos nuestro Gráfico de la semana pasada, parecen haberse calmado momentáneamente gracias a la promesa de ayuda de Qatar y a la intervención del Banco Central turco, pero sin embargo las entidades bancarias afectadas por la situación, como BBVA, Unicredit o BNP han sufrido de nuevo descensos semanales del 3% o superiores. Seguiríamos apostando tácticamente por un rebote de BBVA y de otros Bancos europeos, si bien hay que reconocer que sus retos y problemas van más allá de la exposición a Turquía.
Tras esa incursión en los problemas de las economías emergentes, volvemos esta semana a las tecnológicas, pero en esta ocasión a una tecnológica muy especial, Tesla.
Tesla salió a Bolsa en junio de 2010 tras haber sido fundada unos años antes, y fue la primera empresa automovilística americana en hacer un IPO desde que lo hiciera Ford Motor Company en 1956. Hoy, ocho años después, Tesla vale en Bolsa, tras las últimas caídas, cincuenta y dos mil millones de dólares, bastante más que los treinta y ocho mil que capitaliza Ford y solo un poco por debajo de la alemana BMW.
No es fácil comparar a Tesla con ninguna otra compañía del sector ya que nunca ha ganado dinero y sus métricas no valoran por tanto sus beneficios sino la capacidad de innovación de su icónico fundador, Elon Musk, considerado por algunos como el nuevo Steve Jobs del siglo veintiuno. Pero desde los 17 dólares a los que salió a Bolsa hasta los 305,5 a los que cerró el pasado viernes, tras caer un 8,9%, Tesla sin duda ha sido generosamente valorada y financiada por los inversores.
El Gráfico que adjuntamos muestra esa impresionante creación de valor en pocos años.
No se entiende bien, por tanto, que Elon Musk quiera ahora sacarla de Bolsa. Menos aún se entiende por qué lo anuncio a través de un tweet en el que afirmaba tener la financiación asegurada para excluir las acciones del mercado, lo que luego ha resultado ser no tan seguro como afirmaba el tweet.
Las acciones de Tesla han caído un 16,1% desde ese tweet y pierden ya más del 21% desde sus máximos, lo que las hace entrar técnicamente en mercado bajista (bear market) al superar el 20% de descenso.
No está claro si Elon Musk, que deberá dar explicaciones por su tweet a la SEC, va a seguir pilotando Tesla y, en el caso de hacerlo no está claro si está en condiciones de liderar una compañía de este calado, tras haber confesado en una entrevista que está sujeto a medicación para superar la presión.
Preferimos, por el momento, abstenernos de comprar acciones de Tesla, pese a la fuerte caída experimentada por el valor.
