¿Cuál es la situación de gas natural en Europa?, ¿Merece la pena invertir en él? En este artículo encontrarás todos los detalles acerca de esta imprescindible fuente de energía, así como los pros y contras de estar expuesto a la misma en los mercados financieros.
El Gas Natural se ha convertido en uno de los activos más vigilados del mundo. Ya no es solo una commodity energética más, sino que se ha convertido en un elemento esencial para la transición energética a nivel global.
Asimismo, es una materia prima muy volátil, influenciada por diferentes factores como el clima, la geopolítica, la oferta y los inventarios. En otras palabras: se trata de un mercado donde el trader preparado puede encontrar multitud de oportunidades.
¿Cómo invertir en gas en 2025?
En este artículo analizamos cómo funciona este mercado, las diferentes formas de obtener exposición a esta materia prima energética y algunas estrategias usadas por profesionales para navegar en este interesante .
¿Cómo funciona el mercado del gas natural?
Durante la última década, la demanda de gas natural ha aumentado de forma sostenida debido a una combinación de factores estructurales y geopolíticos:
Por un lado, numerosos países han impulsado la sustitución del carbón por gas en la generación eléctrica para reducir emisiones, aprovechando que el gas es una fuente más limpia y flexible que complementa a las energías renovables cuando no hay viento o sol.
A esto se suma el auge de la electrificación —desde el aire acondicionado hasta la industria pesada—, que ha incrementado el consumo de gas para producir electricidad.
Además, el desarrollo del gas natural licuado (GNL) y las nuevas infraestructuras de exportación han convertido al gas en un mercado más global, permitiendo que países sin producción local accedan a este recurso.
Otro factor de gran relevancia es el profundo cambio estructural experimentado por Estados Unidos en los últimos años, que ha pasado de ser un país netamente importador a convertirse en un exportador destacado de gas natural, impulsado por el desarrollo del gas shale y la expansión de su infraestructura de GNL. Paralelamente, Europa se ha consolidado como un comprador estratégico de este suministro, especialmente tras la reducción de las importaciones procedentes de Rusia. Este desplazamiento geográfico de flujos comerciales ha impactado de manera significativa en la estructura del mercado y en la dinámica de spreads entre hubs regionales.
Finalmente, los episodios de tensión geopolítica como es el caso de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y los recortes de oferta han llevado a muchas economías a llenar reservas estratégicas, elevando aún más la demanda en los mercados internacionales.
Análisis de la Procedencia del Gas Natural
En 2024 la producción mundial de gas natural alcanzó aproximadamente los 4,12 billones de metros cúbicos, aumentando un +1,2 % sobre el año anterior. De esta cantidad, aproximadamente el 50% fue producido por Estados Unidos, Rusia, Irán y China. En particular, Estados Unidos fue el líder absoluto, con alrededor de 1,03 billones de m³ producidos en 2024 —cerca de una cuarta parte del total global— gracias a avances tecnológicos como el fracking.
El segundo puesto a nivel mundial es para Rusia, que produce unos 630 mil millones de m³. Aunque posee las mayores reservas de gas del mundo, la guerra en Ucrania ha acelerado la transformación del mercado global del gas. De este modo, las sanciones y la reducción drástica de sus exportaciones hacia Europa han obligado al país a redirigir flujos hacia Asia, especialmente China, marcando un cambio estratégico profundo en su papel como proveedor energético internacional.
Principales productores de Gas Natural
Otros países que también desempeñan un papel clave en el equilibrio global del mercado son Irán, que con una producción cercana a los 263 mil millones de m³ mantiene una senda de crecimiento constante pese a las sanciones internacionales, apoyándose en vastas reservas y en la expansión de sus campos de producción; y China, que con alrededor de 248 mil millones de m³ producidos anualmente, continúa incrementando su producción doméstica para reducir la dependencia externa, impulsada por su política de sustitución del carbón y la creciente demanda interna de electricidad.
Más allá del “top 4”, países como Canadá, Qatar, Australia, Arabia Saudí, Noruega y Argelia completan la lista de los principales actores del mercado. Cada uno aporta dinámicas diferentes: desde el liderazgo de Qatar y Australia en exportaciones de GNL, hasta la solidez de Canadá como proveedor estable de Norteamérica, pasando por el importante peso de Noruega en el suministro europeo o el rol estratégico de Argelia como puente energético entre África y Europa. En conjunto, estos países configuran un mercado cada vez más interconectado, competitivo y condicionado por la geopolítica, la transición energética y la evolución de las infraestructuras de GNL.
Veamos a continuación qué factores afectan principalmente al mercado del gas natural:
Desde el lado de la demanda, la estacionalidad es el factor dominante: el consumo se dispara en invierno debido a la calefacción y vuelve a repuntar en verano por el incremento del uso de aire acondicionado, ya que una parte importante de la electricidad se genera quemando gas. De este modo, el clima actúa como un catalizador inmediato: un invierno ligeramente más cálido de lo previsto puede provocar una caída brusca de los precios por acumulación de inventarios, mientras que una ola de frío inesperada puede dispararlos en cuestión de días. Además, el gas compite con otras fuentes de energía; cuando su precio se encarece demasiado, muchas centrales eléctricas optan por cambiar temporalmente a carbón o fueloil, reduciendo la demanda de gas y generando presiones bajistas adicionales.
Dentro de las estacionalidades cabe destacar que hay dos períodos claramente diferenciados. Por un lado, se encuentra la denominada temporada de invierno, que abarca los meses de octubre, noviembre, diciembre, enero y febrero. Estos contratos son agrupados frecuentemente en strips de invierno, muy utilizados por los comerciales para cubrir sus necesidades de suministro con una única operación sobre la curva estacional. De forma análoga, existe el strip de verano, compuesto por los futuros de mayo, junio, julio y agosto.
Los meses intermedios —abril y septiembre— reciben el nombre de shoulder months, precisamente por situarse entre los picos estacionales de consumo. En el sector se les conoce también como widow makers debido a su elevada volatilidad: basta con un episodio de frío tardío a finales de marzo o un repunte inesperado de demanda en septiembre para que estos contratos se desacoplen del comportamiento del resto del año, distorsionen los diferenciales y provoquen movimientos bruscos en los spreads que pueden resultar letales para estrategias mal cubiertas. Por ello, muchos traders prefieren evitar exposiciones significativas en estos meses.
Desde el punto de vista estacional, el contrato de enero —correspondiente al máximo pico de consumo— tiende a alcanzar su precio estacional más alto en octubre, antes del inicio del invierno, para luego corregir progresivamente a medida que los comerciales ajustan sus inventarios. Por su parte, en el ciclo de verano se observa que los máximos no suelen producirse en pleno período estival, sino previamente, durante la acumulación de stocks para la temporada invernal siguiente. Esto confirma que el gas natural es, esencialmente, un mercado impulsado por la demanda de invierno y por las expectativas de suministro asociadas a esta.
Estacionalidades Futuros Gas Natural (NGK = Mayo, NGF = Enero)
Además de la estacionalidad, otro motor fundamental del mercado del gas natural es la evolución de la demanda energética, que suele cuantificarse mediante los Heating Degree Days (HDD) y los Cooling Degree Days (CDD). Estas métricas permiten estimar el nivel de energía necesario para calefacción o refrigeración en Estados Unidos en función de las desviaciones de la temperatura respecto a un umbral de referencia. En períodos de bajas temperaturas aumentan los HDD y, con ello, la demanda de gas para calefacción; en los meses más cálidos, un incremento de los CDD impulsa el uso de gas para generar electricidad destinada a aire acondicionado.
A este componente se suma un factor climático adicional: la temporada de huracanes en el Atlántico, especialmente relevante por el impacto que puede tener sobre la producción y la infraestructura de gas en el Golfo de México. Históricamente, el pico de actividad se concentra en septiembre, lo que suele traducirse en un aumento de la volatilidad y en movimientos abruptos en los precios de los futuros durante dicho mes. Supervisar estos riesgos meteorológicos resulta esencial para cualquier estrategia de trading en gas natural.
Temperaturas y Huracanes
Desde un punto de vista regulatorio, Estados Unidos juega un papel central en este mercado con la Federal Energy Regulatory Commission (FERC). Se trata de una agencia independiente que regula la transmisión interestatal de electricidad, gas natural y petróleo y cuya misión es asegurar que los consumidores obtengan servicios energéticos fiables, seguros y económicos. Además esta agencia se ocupa de supervisar la construcción y operación de centrales hidroeléctricas, plantas de gas natural licuado y oleoductos interestatales. Por todo ello, y teniendo en cuenta que EE.UU. es el mayor productor a nivel mundial, las decisiones de esta agencia son relevantes para el mercado gasístico.
Otro factor que el mercado tiene muy en cuenta es el informe semanal de inventarios de la U.S. Energy Information Agency. Este informe, publicado cada jueves a 16.30 h., hora española, es uno de los datos más vigilados por los traders profesionales de gas natural. Una desviación mínima respecto a las previsiones puede desencadenar movimientos violentos en el mercado en cuestión de segundos, dada la sensibilidad del gas a cualquier variación en los datos de almacenamiento.
Por el lado de la oferta, los principales factores que afectan al gas natural son de carácter geopolítico. Así, el mercado se ha visto marcado en los últimos años por varios acontecimientos: la consolidación de Estados Unidos como mayor productor mundial, gracias al auge del shale gas y las tecnologías de fracking; el cambio en los flujos de gas en el continente europeo, donde Rusia, históricamente su principal proveedor, ha reorientado completamente sus exportaciones a otros países y regiones debido a las sanciones y tensiones geopolíticas; por su parte, Irán y Qatar continúan destacando por sus gigantescas reservas y su liderazgo en la exportación de gas natural licuado (GNL), un segmento cada vez más relevante en la globalización del mercado.
Otra característica esencial del gas natural es que se trata de un mercado altamente especializado en la operativa de spreads. En lugar de posicionarse únicamente respecto a la dirección del precio del subyacente, los operadores más experimentados centran su actividad en las diferencias de valoración entre vencimientos de la curva. La clave competitiva reside en entender la estructura temporal del mercado —las expectativas sobre inventarios, estacionalidad, logística e impactos meteorológicos— y explotar las ineficiencias entre meses específicos.
Esta filosofía de trading constituye el núcleo de nuestra metodología en Spreadgreg. La relevancia de este enfoque queda reflejada en los datos del CME Group, donde puede observarse que la mayoría del volumen negociado en gas natural se articula precisamente a través de estrategias de calendar spreads y otras combinaciones intermensuales, confirmando que el valor está en la curva, no únicamente en el nivel del precio spot.
Commitment of Traders - Natural Gas
En conjunto, la confluencia de todos estos factores conforman un ecosistema extremadamente sensible, donde cualquier desviación climática, política o técnica puede alterar de forma abrupta el precio del gas natural.
¿Cómo invertir en gas natural?
La inversión en gas natural es una de las más populares y activas de entre las commodities, tanto por su alta volatilidad como por las sólidas predicciones de crecimiento.
Como inversión, el gas natural tiende a sufrir grandes oscilaciones diarias, por su liquidez y los altos volúmenes de cotización. Estas dos características de la commodity son las que pueden provocar significativas pérdidas para algunos inversores, pero a la vez son las que lo definen como un buen instrumento de inversión a corto plazo.
A continuación, vamos a ver las diferentes formas de invertir y obtener exposición en gas natural.
Futuros de gas natural
Generalmente la mejor forma de obtener exposición directa a las commodities es a través de contratos de opciones y futuros. En particular, el contrato de futuros sobre gas natural más líquido y con mayor volumen actualmente es el Henry Hub Natural Gas, negociado en el Chicago Mercantile Exchange (CME). De hecho, se trata del tercer contrato de materias primas físicas más grande del mundo por volumen. Sus características son las siguientes:
Ticker: NG
Nominal: 10.000 MMBtu
Cotización: en dólares y centavos de dólar por MMBtu (millón de unidades térmicas británicas)
Variación mínima (tick): 0.001 por MMBtu, equivalente a 10 dólares por contrato
Vencimientos: existen contratos con vencimiento mensual para el año en curso y los 12 años posteriores.
Liquidación: mediante entrega física del subyacente
Veamos un ejemplo práctico de cómo se negocia este contrato:
Ejemplo del funcionamiento del contrato de futuros de maíz del CME Supongamos que el gas natural cotiza a 4,50 dólares por MMBtu. Si un inversor compra el contrato a ese precio y pasa a valer unas horas después 4,52 dólares, el beneficio que obtendrá el inversor será de 0,02 / 0,001 = 20 ticks x 10$ = 200 dólares.
Del mismo modo, si el precio bajara hasta los 4,49 dólares, el inversor perdería 0,01 / 0,001 = 10 ticks x 10$ = 100 dólares.
Conviene recordar que los futuros implican una operativa apalancada, que permite operar por más capital del que se dispone en cuenta a cambio de depositar un margen o garantía, lo que amplifica las pérdidas y las ganancias. Por este motivo, los futuros son adecuados para inversores experimentados o institucionales, no para principiantes.
No obstante, en el caso del gas natural existen versiones reducidas del contrato —E-mini Natural Gas (QG) y Micro Henry Hub Natural Gas (MNG)—, que resultan más accesibles y menos arriesgadas para los traders minoristas.
Por último, en este apartado cabe señalar que en la InterContinental Exchange (ICE) se negocia el contrato sobre Dutch TTF Natural Gas Futures, referente del precio del gas natural en Europa y que cada vez tiene un mayor volumen negociado
ETFs y ETNs UCITS sobre gas natural
Otra forma de invertir en gas natural es hacerlo a través de aquellos fondos de inversión cotizados o ETFs (Exchange Traded Funds), así como otras variantes como ETNs o ETCs, que invierten tanto en la propia materia prima como en empresas gasistas.
Dentro de este apartado, podemos destacar los siguientes ETFs:
United States Natural Gas Fund (UNG)
ProShares Ultra Bloomberg Natural Gas (BOIL)
ProShares UltraShort Bloomberg Natural Gas (KOLD)
United States 12 Month Natural Gas Fund LP (UNL)
WisdomTree Natural Gas (NGAS)
WisdomTree Natural Gas 3x Daily Leveraged (3NGL)
iShares Oil & Gas Exploration & Production UCITS ETF (ISOD)
Invesco European Oil & Gas Sector UCITS ETF (SC0V)
En SpreadGreg desaconsejamos operar productos apalancados vinculados al gas natural, salvo en operaciones muy tácticas con horizontes temporales extremadamente reducidos (unos pocos días o, como máximo, una semana). La razón es sencilla: estos instrumentos están sujetos al efecto del roll y al impacto del apalancamiento diario, lo que genera una erosión del valor a lo largo del tiempo que puede ser muy significativa.
En el siguiente gráfico comparativo entre el futuro continuo de Natural Gas y el ETF apalancado BOIL, se aprecia con claridad esta distorsión: mientras el precio del gas se mantiene dentro de un rango de oscilación razonable a lo largo de dos años, el ETF llega a perder alrededor del 90% de su valor en el mismo período. En la práctica, el comportamiento de estos productos puede divergir de manera sustancial respecto al subyacente, especialmente en mercados con fuerte contango o alta volatilidad.
BOIL ETF vs Natural Gas Futures
En consecuencia, es imprescindible comprender su mecánica de funcionamiento antes de utilizarlos e integrar estrictamente su riesgo estructural en cualquier estrategia operativa..
Acciones de empresas productoras de gas natural en bolsa
En el mundo de la renta variable existen diferentes oportunidades a la hora de invertir en gas natural. Las acciones relacionadas con esta commodity son normalmente de empresas dedicadas a la explotación de gas natural, o al refinado, y además de la exposición al gas natural ofrecen una seria de ventajas frente a otras opciones de inversión; como son los dividendos y la alta liquidez.
En el siguiente listado podéis encontrar las principalesacciones mediante las que podéis obtener exposición a compañías del sector del gas natural y GNL:
Saudi Aramco (2222.SR) - ISIN: SA14TG012N13
Exxon Mobil (XOM) - ISIN: US30231G1022
Chevron (CVX) - ISIN: US1667641005
PetroChina (0857.HK) - ISIN: CNE1000003W8
Shell (SHEL) - ISIN: GB00BP6MXD84
Una estrategia de inversión en gas natural con futuros
Como solemos hacer en SpreadGreg, dejamos de lado las apuestas direccionales y nos centramos en estrategias basadas en spreads, donde realmente se encuentra la ventaja competitiva que buscamos trasladar a nuestra comunidad.
En este caso, analizamos una estrategia clásica en el universo institucional: mantener una posición corta en los contratos de mayo y larga en los de junio de cada año. El punto de entrada suele situarse a mediados de septiembre (por ejemplo, alrededor del día 19) y la salida en febrero (en torno al día 13). La lógica fundamental detrás de esta operativa reside en la dinámica de inventarios: el diferencial Mayo-Junio refleja las expectativas respecto al nivel de stocks al finalizar el invierno y el inicio de las inyecciones de gas para la temporada estival. Cada año, los mercados ajustan esos precios en función del balance entre oferta disponible y demanda prevista para reconstruir reservas, lo que genera oportunidades recurrentes en el spread.
En el siguiente gráfico, podemos ver la pauta bajista que deseamos aprovechar con esta operación:
Spread Mayo-Junio Futuro NatGas Como se observa en los resultados históricos, esta estrategia presenta un ratio de acierto excepcional: 100% en los últimos 10 años y alrededor de un 77% en un horizonte de 35 años. Estos datos respaldan la solidez estadística del patrón estacional que explota.
Resultados Spread Mayo-Junio NatGas
Operar spreads de futuros con una esperanza matemática favorable, apoyándose en estadísticas robustas y en el conocimiento profundo de los factores fundamentales que mueven el mercado —como la estacionalidad, los niveles de inventarios, las condiciones meteorológicas y la estructura de la curva— permite construir estrategias con un perfil de riesgo más eficiente. Además, este tipo de operativa ofrece una diversificación real dentro de la cartera, al tratarse de un activo con baja correlación frente a los mercados financieros tradicionales, contribuyendo de este modo a la generación de alfa.
Varios son los motivos fundamentales que a día de hoy convierten al gas natural en un activo a considerar para diversificar nuestra cartera:
Es un activo estrella de la transición energética: el gas natural se ha consolidado como el “combustible puente” en la transición hacia un sistema energético dominado por fuentes renovables. A diferencia del carbón o el petróleo, el gas emite menos CO₂ y contaminantes locales, lo que lo convierte en la opción preferida para sustituir tecnologías más sucias sin comprometer la estabilidad del sistema eléctrico. Su papel es especialmente crítico en un escenario donde eólica y solar todavía dependen del clima: cuando no hay viento o sol, el gas actúa como energía de respaldo inmediata, equilibrando la red y evitando apagones. Esta función garantiza una demanda relativamente estable —y en algunos países incluso creciente— mientras las renovables siguen expandiéndose. Para el inversor, esto significa estar expuesto a un activo con utilidad estructural en el nuevo mapa energético global.
Oferta limitada e inversión insuficiente (Capex Crunch): pese a su importancia, el sector ha sufrido años de baja inversión. Tras la crisis energética de 2014 y el desplome del petróleo, muchas compañías desviaron capital hacia recompras de acciones y reducción de deuda, en lugar de invertir en nuevos pozos e infraestructuras. Esto ha provocado una oferta mucho más rígida y menos capaz de reaccionar rápidamente a incrementos repentinos de demanda. A ello se suman barreras regulatorias, tensiones geopolíticas y la presión de los inversores institucionales para reducir la exposición a combustibles fósiles, lo cual limita aún más el crecimiento de la producción. En mercados ajustados como el gas natural, cualquier interrupción —por ejemplo, una avería en un gasoducto en Noruega o una ola de frío en EE. UU.— puede generar movimientos explosivos en el precio. Para el trader, esta estructura crea oportunidades constantes en forma de volatilidad aprovechable mediante futuros, opciones y spreads.
Globalización del GNL: tradicionalmente, el mercado del gas era regional, condicionado por la infraestructura de gasoductos. Sin embargo, la expansión masiva del gas natural licuado ha cambiado el tablero por completo. Países como Estados Unidos, Qatar y Australia han desarrollado capacidades gigantescas de licuefacción y exportación, mientras que Europa y Asia han multiplicado las terminales de regasificación. Como resultado, el precio del gas se está globalizando: un problema técnico en un tren de licuefacción en Texas o una huelga en Australia puede mover los precios europeos; una ola de frío en Japón puede alterar las cargas destinadas originalmente a España o Reino Unido. Este nuevo ecosistema crea oportunidades de, por ejemplo, arbitraje entre los precios negociados en los diferentes hubs (el Henry Hub estadounidense, el TTF holandés o el JKM asiático) y refuerza la relevancia de los ETFs y futuros para ganar exposición a estas divergencias de mercado.
¿Es posible comprar gas natural físico?
La respuesta a esta cuestión es claramente no. A diferencia de, por ejemplo, metales como el oro o la plata, el gas natural no puede almacenarse ni transportarse fácilmente a nivel particular, por lo que no existe un equivalente a “comprar gas físico” como activo de inversión.
Su naturaleza técnica y logística lo convierte en una materia prima esencialmente industrial, inaccesible fuera de los mercados financieros. Cabe recordar que el gas debe mantenerse en condiciones extremadamente controladas para conservar sus propiedades y evitar riesgos de seguridad. Esto implica:
Compresión a alta presión para su transporte por gasoductos.
Licuefacción a -160 ºC para convertirlo en GNL y enviarlo por barco.
Tanques criogénicos o cavernas subterráneas como instalaciones de almacenamiento, con sistemas avanzados de control térmico y de seguridad.
Estas infraestructuras requieren inversiones multimillonarias y están operadas exclusivamente por empresas energéticas o estatales. Por ello, para un inversor minorista, el gas natural solo puede operarse a través de derivados, acciones u otros productos financieros que replican su movimiento.
¿Merece la pena invertir en Gas Natural? | La opinión de SpreadGreg
El gas natural es, sin duda, uno de los mercados más marcadamente estacionales del universo de commodities. Su comportamiento está estrechamente ligado a factores fundamentales como las temperaturas, los niveles de inventarios, la disponibilidad de GNL y los flujos internacionales de suministro. Además, se trata de un mercado altamente líquido, donde la mayor parte de los operadores profesionales se centran en estrategias de spreads, aprovechando la estructura temporal de la curva de futuros.
Desde la experiencia de SpreadGreg, el gas natural es un activo especialmente atractivo cuando se opera con conocimiento técnico y un enfoque sistemático. Nosotros lo integramos de manera recurrente en nuestras estrategias, ajustándonos a los patrones estacionales y a la configuración de la curva en cada periodo del año.
En consecuencia, sí recomendamos su operativa, pero únicamente para inversores que comprendan sus particularidades y sepan gestionar correctamente los riesgos asociados. Nuestro objetivo es precisamente enseñar a operar este mercado con un enfoque profesional, fundamentado y estadísticamente sólido.