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Ha comenzado la subasta

Primero fueron los 2500 euros de ZP. Después la promesa de bajada de impuestos de Rajoy. Ahora le llega el turno a la vivienda joven. Antes de pasar a un análisis pormenorizado de las promesas tengo que reconocer que no esperaba un entusiasmo tan decidido por hablar del alquiler, en un país que cada vez cree menos en los políticos y que sólo entiende de cuota mensual a pagar al banco. Al fin y el cabo, alquilar es tirar el dinero y el objetivo de todos pasa por comprar, aunque sea pagando intereses durante toda la vida (que es otra forma de pagar alquiler, en este caso, por el dinero prestado).
Así que hablar de facilitar el alquiler no me parece muy electoralista que digamos. Pero, a la espera de promesas más vendibles -aunque no mejores, por supuesto- paso a comentar lo poco que han soltado nuestros líderes.


Lo primero, el "gran salto" de ZP. Cuando se pone misterioso está que se sale. Los suyos ya le conocen y han explicado que se trata de medidas para fomentar el alquiler. Justo es reconocer que ya hemos visto cosas durante estos tres años: ayudas de hasta el 50% para inquilinos, incentivos para rehabilitaciones, impulsos de la VPO en alquiler, construcción de viviendas para universitarios. Claro que, dependiendo de la Comunidad Autónoma, el resultado habrá sido mejor o peor. Me pregunto qué más se puede hacer en esta materia, de momento, me parece bien que se apoye económicamente a los que no tienen más remedio que vivir de alquiler. Es más, como el inquilino tiene que justificar el pago de la renta, sirve de mecanismo de control en favor del propietario. En todo caso, creo que habría que simplificar al máximo la burocracia de estas ayudas y actualizar los topes máximos para que sean más realistas. No es normal exigir que el precio máximo de un alquiler en Madrid sea 400 € porque simplemente es imposible, ni siquiera para un trastero.


Entonces llegan los Costa, Cañete y equipo del ala contraria cual elefantes en una cacharrería. Hay que arrasar con el Ministerio de Vivienda, que no ha servido más que de elemento decorativo y encima baja la media en las encuestas. Y además hay que liberalizar el mercado de alquiler. Estos neoclásicos son incorregibles. Porque pase lo de la Mesa Nacional de la Vivienda (ocurrencia de Nuevas Generaciones) pero a ver cuándo se enteran de que no se puede liberar lo que está completamente desatado. Nadie más liberal que un okupa o un inquilino que no paga y arrasa con lo que no es suyo. Y nadie más eficiente que un propietario mafioso que soluciona el problema del "parásito" llamando a un rumano.


Pero, claro, lo que quiere el PP no es liberalizar sino intervenir, legislar, regular. Hay que dar al propietario todas las garantías para que no opte por dejar la vivienda vacía. Y en eso me tiene el PP de acuerdo. Incluso vería con muy buenos ojos una bajadita interesante de impuestos al casero y una buena clavada al que lo deje vacío. Al parecer, los republicanos y verdes catalanes van por ahí. Y estos sí que tienen los huevos bien puestos, aunque no llegó la sangre al río con su propuesta de expoliar viviendas vacías.


Es difícil equilibrar la oferta y la demanda, pero hay que buscar propuestas interesantes en ambos sentidos. Veremos qué más cosas van saliendo. Nuestros líderes tienen la oportunidad de pensarlo estas vacaciones.


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