Hoy el portal inmobiliario
idealista.com ha publicado su informe anual para 2008 de la evolución del mercado inmobiliario en España, siendo el titular más destacable que el precio de la vivienda usada en España ofertada en su portal bajó en 2008 más de un 5%. En el caso de grandes capitales como Madrid o Barcelona, los precios se han situado en niveles de 2005. Lo que equivale a decir que en un año se han compensado las subidas de los tres anteriores. Cabe siempre recordar que los datos ofrecidos por Idealista se refieren a precios de oferta iniciales colgados en su portal, y que NO son precios de transferencia, esto es, precios cerrados de transacción con inclusión de descuentos posteriores propios de toda fase de negociación y que según reconocen desde IDEALISTA pueden llegar hasta 1/3 del precio de ofertado inicialmente.
En este sentido nos quedamos con declaraciones de Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista.com que reconoce que “con estos datos se confirma que durante 2008 finalmente se ha desplomado la burbuja inmobiliaria española que durante años creció alimentada por una euforia irracional de que los precios nunca caerían, lo que provocó una anómala subida de precios que ahora sólo tiene un camino: seguir bajando; estas caídas de precio además no recogen las negociaciones privadas que están cerrando compradores y vendedores y que según nuestros clientes están un 20%-30% por debajo del precio de oferta. En 2009 los vendedores, tendrán que resignarse a aceptar ofertas que jamás pensaron que tendrían que escuchar".
La sartén por el mango la tiene ahora la demanda solvente, esto es, la que tiene liquidez u opción de tenerla mediante financiación y ya sabe la oferta que para captar a la demanda tiene que negociar muy a la baja. Cabe recordar que en este país en plena burbuja inmobiliaria el indicador que relaciona le precio mediano de la vivienda sobre renta familiar mediana llegó a estar por encima de 7, cuando en los noventa estaba justo a la mitad. Por tanto en los próximos años deberemos de volver a los niveles históricos de equilibrio del siglo pasado. Y eso sin considerar la sobreoferta del mercado inmobiliario que ya hay en la actualidad. En fin, que vienen años de bajadas de precios y de pantalones.