Reconozco la antipatía que me produce escuchar declaraciones de máximas autoridades afirmando que para sostener a la economía es necesario apuntalar los mercados financieros. Se hace un uso libremente incorrecto del significado del verbo, apuntalar, cuando no es sinónimo de manipular que es lo que inequívocamente está sucediendo.
De otra manera, resulta increíble el positivo comportamiento que vienen mostrando los mercados las pasadas semanas considerando los focos de incertidumbre, crisis, y rebajas de expectativas económicas y de beneficios empresariales realizadas por las propias autoridades y demás organismos respecto del futuro.
Al margen del origen de la fortaleza, del apuntalamiento, los datos internos del mercado americano van mejorando y otorgan credibilidad al movimiento alcista iniciado el pasado día 4 de octubre, confirmando la tendencia de corto plazo.
El porcentaje de los valores que conforman el SP500 y se encuentran en posición técnica de compra según P&F, ha pasado en dos semanas desde el 21.8% hasta el 58.4% actual, confirmando como decía la recuperación del precio del índice. Según el gráfico anterior, la posición en que se encuentran es de momento positiva y con posibilidad de continuar mejorando.
No obstante, todavía es prematuro anticipar novedades alcistas de calado estructural e intentar trasladar esta fortaleza a plazos largos. Mientras los principales índices sigan cotizando por debajo de sus respectivas medias de 200 sesiones y arrastrando señales de venta claras de largo en los fiables cruces de m.m. semanales, la posibilidad de sorpresas bajistas seguirá siendo elevada.
Sólo restan 9 semanas para concluir el año y el hecho de que nos encontremos en el tercer año presidencial USA origina ciertos conflictos a la hora de introducir este factor en el análisis técnico para elaborar una hoja de escenarios más probables para los próximos meses.
El ciclo presidencial USA es muy certero, no ha fallado en décadas y para hacer honor a su consistencia el SP500 tendrá que cerrar el año sobre el precio de cierre del 2.010, alrededor de los 1.257 puntos.
Desde el pasado mes de agosto hasta la fecha, 11 semanas, el mercado no ha progresado y tras la caída de la primera semana se ha desplazado dentro de un rango amplio lateral que podría mantener perfectamente durante similar periodo.
La semana que viene será muy interesante por el encuentro de las autoridades europeas del domingo. Las expectativas inicialmente generadas, han ido siendo rebajadas por quienes las crearon. Quizá por miedo a haber tenido tanto éxito en ilusionar al mercado que terminara en defraudar a raudales y una debacle vendedora, Alemania ha advertido esta semana dos veces del exceso de ilusión, una el lunes con las declaraciones del ministro de finanzas y otra ayer, apuntando que no han alcanzado grandes pactos y probablemente habrá que reunirse de nuevo en próximas semanas.
La confusión que reina en el mercado es especialmente remarcable en esta ocasión. Los bonos europeos no anticipan buenas noticias pero sin embargo, y gracias a la intensa labor de los “apuntaladores”, los mercados incluso podrían sorprender respondiendo pusilánimemente pero sin dirección, o incluso al alza antes de encontrar un techo desde el que girarse con más convicción.
Independientemente de opiniones, de sobra también esta semana, no parece muy aconsejable hacer grandes apuestas previas al fin de semana y quizá sí aprovechar para acumular liquidez en espera de momentos de mercado más seguros y fiables.
Atentamente,
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Antonio Iruzubieta,
CEFA