La economía española está en recesión. Los datos del tercer trimestre de 2008 así lo atestiguan: el PIB se contrajo un 1% en términos intertrimestrales anualizados y los indicadores de que disponemos para el cuarto -producción industrial, paro registrado, recaudación- apuntan a una aceleración del proceso recesivo, según el Observatorio de Análisis de elEconomista.
Los indicadores de confianza son aún más negativos. Ni en la crisis de principios de los noventa se produjo un deterioro tan rápido e intenso.
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