Al cierre de la sesión del 26 de diciembre, la situación técnica del oro se presentaba como sigue: su ciclo de 40 días se encontraba en la fase descendente; el precio había aterrizado en el soporte que se localizaba entre 1.172,14 y 1.161,86; el suelo teórico (ST) se había cumplido dos días antes y una vibración de Gann susceptible de forzar un suelo había entrado en escena ese mismo día; además, mi indicador de momento dibujaba una divergencia inversa alcista (líneas rojas).
Por último, disponíamos de línea horizontal situada en 1.199,10, cuya rotura al alza activaría la señal de posible conclusión de la fase descendente del ciclo de 40 días.
Este lunes, el oro rompió al alza la referida línea horizontal, al tiempo que el oscilador de confirmación certificaba de forma oficial que el ciclo ya se encontraba en su fase ascendente. Inmediatamente, calculé los objetivos de subida de la fase ascendente y ofrecí el techo teórico (TT) pronosticado por la onda sinusoidal y una vibración de Gann capaz de forzar un techo.
Al cierre de ayer, el metal precioso ya ha coronado el primer objetivo de subida. Por tanto, misión cumplida.