Dos cuestiones apremiantes solicitan ser referidas. En primer término, ahora que el beneficio de la posición larga en los tres valores es tan apabullante, conviene conocer enseguida las nuevas líneas horizontales cuyas roturas a la baja activarían una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo de 40 días de las tres acciones.
Así las cosas, el BBVA debe romper a la baja la nueva línea horizontal situada en 9,06; el Santander debe romper a la baja la nueva línea horizontal situada en 6,61; y Telefónica debe romper a la baja la nueva línea horizontal situada en 12,63. A todo esto, el BBVA casi ha alcanzado su destino más próximo, situado entre 9,37 y 9,80. Por su parte, Telefónica ha dado caza al objetivo de subida localizado entre 12,93 y 13,19. A diferencia de estos dos valores, el Santander todavía se encuentra lejos de su particular meta, acomodada entre 7,09 y 7,34.
La pieza infromativa más intrigante procede, sin embargo, de mi indicador de volumen, que el viernes generó sendas señales en el Santander y en Telefónica. En el caso del banco, mi indicador detectó actividad de los profesionales. Que ese actividad responda a que las manos fuertes acumularon en anticipación de un enésimo impulso alcista o a que distribuyesen al menos parte de su mercancía, es algo a lo que todavía no podemos responder.
Entretanto, por segundo día consecutivo, mi indicador de volumen identificó en Telefónica una actividad climática alcista. Ahora bien, el clímax alcista del viernes se constituyó con un volumen de negocio descomunal, elefantiásico, abracadabrante. En suma, propio de techos de cierta relevancia. Veremos qué sucede esta semana.
Permanezcan atentos.