Dos son los aspectos que deseo abordar en este breve informe. Veamos, primero, el gráfico diario del BBVA.
De una parte, el indicador de momento ha eliminado la potencial divergencia bajista con el precio corroborando su vertical subida de los últimos días. La aparición de una divergencia bajista no constituye un requisito imprescindible para la formación de un techo cíclico; una divergencia, en cambio, dispensa un mayor nivel de seguridad a la hora de anticipar ese techo.
Por otra parte, a rebufo de la entrada publicada ayer, he querido reflejar en el gráfico las últimas señales que ha ido generando mi indicador de volumen. Cinco son las señales procuradas por este indicador durante los ocho últimos días: tres días de clímax alcista (color rojo), un día de volumen bajo (color amarillo) y un día en el que han operado profusamente los profesionales (color verde). En este último caso, cabe interpretar la señal en el sentido de que los profesionales al menos vendieron parte de las acciones del BBVA que tenían en cartera, distribuyéndolas entre las manos débiles.
Cada vez que ha aparecido una barra coloreada en el histograma del volumen, he colocado una línea horizontal en el mínimo de la barra anterior, línea que ha ido funcionado a modo de trailing stop. En el momento en que la última línea generada sea rota a la baja, la fase ascendente del ciclo de 40 días estará en cuestión. Así las cosas, para activar una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo, el precio debe romper a la baja la línea horizontal situada en 6,97.
Permanezcan atentos.