Parece que China empieza a cumplir poco a poco su propósito en cuanto a paliar un posible crecimiento descontrolado. Lo veíamos hoy en su dato de PIB, que indica que el crecimiento del gigante asiático se ralentiza ligeramente desde el 10,3% interanual que mostraba en el anterior trimestre, al 9,6% que ha mostrado en éste. Una desaceleración que ya quisiéramos para nosotros.
Podemos comprobar que el panorama en Europa es muy diferente. Así lo muestra una tabla del FMI donde vemos el crecimiento anterior y esperado de las principales naciones de Europa:
Como se puede comprobar, el dato en España de cara al año que viene supone que creceremos en un insignificante 0,7%, muy por debajo de las expectativas del gobierno que espera crecer en un 1,3% en 2011. Serán decisivas las medidas que se vayan tomando de cara a una reducción del déficit para poder llegar a una tasa de endeudamiento por parte del Estado español inferior al 6% del PIB, que es lo que se nos está exigiendo. Medidas de austeridad como las recientemente tomadas por Reino unido que, si bien a corto plazo podrían tener efectos algo negativos, en el largo plazo generan una gran confianza tanto a nivel interno como internacional.
Confianza que ya hemos visto que España está recuperando poco a poco y que hoy se ha hecho patente en la subasta extraordinaria de bonos con una rentabilidad inferior a la anteriormente realizada con iguales características y que, además, ha sido muy bien acogida por inversores extranjeros que han comprado entre el 50 y el 60% de la misma. Este dato es especialmente relevante a la hora de mostrar que la crisis de deuda periférica está quedando cada vez más en el olvido y que los inversores extranjeros vuelven a tener confianza en España.
Al margen de los datos macro, la bolsa sigue con la mirada fija en una sola cosa: el dólar, que hoy vuelve a debilitarse situando el par EUR/USD de nuevo cerca de los 1,40, y llevando una vez más a la renta variable a números verdes a pesar de un ambiguo dato de paro semanal al otro lado del Atlántico o una lectura del Libro Beige en el día de ayer, de la que apenas podemos sacar conclusiones diferentes a las que ya sabíamos acerca de la ralentización de la primera potencia mundial. El efecto “Fed”, con sus medidas de Quantitative Easing, está teniendo sin duda el efecto deseado en unos mercados que siguen con una tendencia alcista en el corto plazo.
A pesar de todo esto, el Ibex continúa intentando superar su particular barrera de los 10.900 puntos para poder atacar los 11.000 aunque parece que, por ahora, encuentra motivos para no hacerlo. Hoy ha sido la excusa de la posible compra por parte del BBVA del 21% del banco turco Garanti Bank lo que ha hecho que el Ibex se quedara rezagado con respecto al resto de índices europeos. En cualquier caso, desde principios de agosto han sido numerosas las ocasiones en que el selectivo español ha intentado romper la resistencia de los 10.900 puntos sin éxito, al contrario de lo que han hecho otros índices a nivel mundial, como el Dax alemán o el S&P 500, que han tenido un comienzo de trimestre con una tendencia mucho más alcista.
Soledad Pellón Bannatyne - Estratega de Mercados de IG Markets